La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lectura y complicidad

El conocimiento directo del escritor influye a la hora de acercarnos a su literatura: no podemos evitar su voz

David Foster Wallace. LA PROVINCIA / DLP

Conocer a los escritores personalmente influye sobre cómo leemos sus obras. Dependiendo de cómo nos haya caído la persona, al acercarnos a lo que han escrito, no podemos evitar visualizarlas u oír sus voces, como si pudiéramos levantar la vista y hacerles algún comentario, crítica o pregunta, como si esperásemos tener un mano a mano. Otras veces incluso creemos detectar la personalidad que podamos conocer o intuir de nuestro encuentro personal en la voz o el tono de lo que leemos. Me ha pasado con Fernando Savater en cuya escritura, además de muchas otras cosas, siempre encuentro la cordialidad de sus modales junto a la sonrisa irónica que suele llevar plasmada en su cara. Le conocí en Irvine (California) junto a un centenar de ávidos oyentes, pero tuve el atrevimiento de acercarme a él para saludarle e intercambiar unas palabras.

También conocí a David Foster Wallace y jugué al tenis con él varios años. De hecho, no había leído nada de él, ni siquiera sabía que era escritor, hasta que él mismo me regaló uno de sus volúmenes de prosa infinita, con multitud de notas a pie de página y agudísimas observaciones sobre las profundidades oscuras de cualquier ser humano. En este caso, y a pesar de o precisamente a causa de haberle conocido como contrincante de tenis antes que como escritor, se dio una especie de retroalimentación. Esto es, la lectura de su obra me hizo verle de otra manera, como un hombre mucho más sensible y delicado que el que me lanzaba pelotas imposibles en la cancha. Pero no con todos se produce una complicidad imaginaria.

Hace bien poco leí uno de los artículos semanales de Javier Marías sobre los clásicos del teatro -Shakespeare concretamente- y, según él, las corrupciones tontas que hoy se hacen de sus obras en los teatros de Madrid. No conozco personalmente a Marías y, si algún día se diera la ocasión, mi predisposición sería negativa simplemente porque la voz de su artículo me suena a cascarrabias anclado en el "siempre fue así y así tiene que ser".

Quién sabe, a lo mejor cambio de opinión. En realidad, y aunque Barthes matara al autor, la actividad de leer es siempre la de interlocutor con un escritor u otro esté vivo o no. El o ella nos busca con su escritura y nosotros nos entregamos a ese encuentro tanto si conocemos personalmente al autor como si solo nos lo imaginamos.

Compartir el artículo

stats