El grupo gallego Diola reproduce en este magnífico álbum debut todas las claves de la escena arty actual de una manera bastante parecida a cómo lo hacen los maravillosos Battles. Y es que el nuevo proyecto de Alex Gayoso, Gon Goitia y Toño Magariños crea una música en donde se pulen los logros de su banda antesala Unicornibot, más centrada en las elaboraciones instrumentales.
Publicado tras un EP de cuatro canciones, la banda de Pontevedra elabora un discurso en el que también aparece la chispa de los magníficos Patrullero Mancuso y los ritmos matemáticos de los primero Ciudad Jardín. Todo ello unido a una libertad absoluta a la hora de construir ritmos similar a de gente tan actual como Betunizer. No extraña, por tanto, que su decálogo desprenda una actualidad absoluta, aunque sus referencias se sitúen en un primer momento cercana a clásicos del hardcore americano como Medications o Hot Snakes, pero con un humor blanco en el que se ríen de lo cotidiano de una manera parecida a como lo hacían los Talking Heads. El disco comienza con una mirada burlona al ocio en Riñones en donde el ritmo se acerca por momentos al funk blanco de Gang of Four. Unas pautas que se repetirán más adelante en la ácida Sábado.
Le sigue un Nivel experto que, al igual que Fuera de mi vista, reproduce ese pop indie melódico y de fuerte ímpetu guitarrero que no esconde su afinidad hacia formaciones como DNA o Mars de la primera no wave. Sin embargo, en un tema como Match cobra vida los primeros PIL de John Lydon.
El grupo consigue acercarse al pop de finales de los setenta con la contundente Charo en donde cobra vida las primeras bandas de pop intelectual británicas como XTC o Au Pairs. Y los momentos de mayor ímpetu melódico e instrumental llegan con las medio punks No lo sé y La gozadera. Destacar, finalmente, la ácida mirada sobre la industria musical en el pequeño gran homenaje a Tony Allen y Fela Kuti de New wave. El disco llega, además, envuelto con un dibujo de Iñaki González Fortun que recuerda las deliciosas portadas con que en su momento nos sorprendían grupos como The Hard-Ons.
Un disco tan recomendable como divertido porque, precisamente, los más interesante de todo y lo que convierte a Diola en un grupo especial, es su capacidad para realizar una música minuciosa e intelectual, pero de una manera desenfadada y sin tomarse demasiado a ellos mismos. Una gozada.
