La mítica saga Crisis en Tierras Infinitas cambió en los años ochenta el concepto del superhéroe con la creación realidades alternativas en las que los míticos personajes de Marvel y DC se despachaban a gusto en un total de 52 Tierras con unas tramas que actuaban como reverso de los que era Tierra 0.
Los protagonista originales aparecían allí casi siempre trasmutados en diferentes rasgos físicos y con una indumentaria tan chillona como tuneada, pero en la que se mostraba sin problemas su similitud con el patrón original. Como el asunto se fue complicando cada vez, y la cosa podía acaba como un despropósito total, era necesario la intervención de alguien que pusiera algo de orden al asunto.
Por tanto, y como ya había ocurrido en tantas ocasiones, sólo Grant Morrison podía otorgar cierta unidad a tanta imaginación exacerbada y lo hizo con la creación de El Multiverso. Desarrollada durante años, esta saga fue durante mucho tiempo una de las obras más esperadas del noveno arte. Publicada originalmente entre 2014 y 2015, el guionista de Batman, Los invisibles o Animal Man se valías en cada capítulo de sus enciclopédicos conocimientos para crear conexiones entre las tierras alternativas que integran la trama dando orden y coherencia a este clásico del cómic contemporáneo. Para ello, el genio escocés contó con una nómina en la que estaban los mejores dibujantes del sello DC como Ivan Reis, Chris Sprouse, Jim Lee, Ben Oliver, Frank Quitely, Cameron Stewart y Doug Mahnke, entre muchos otros. Morrison utiliza su sagacidad para crear posibles lecturas alternativas y jugar con el lector continuamente. Así, el primer capítulo, La casa de los héroes, presenta las vicisitudes del ataque a todo el Multiverso por parte de unas entidades denominadas La Nobleza, un enemigo de proporciones titánicas capaz de poner en peligro toda la existencia y por ende a las 52 Tierras. En esta ocasión, será Nix Uotan, el superjuez y el último de los Monitores, quien descubre su existencia y viaje a través del multiverso comprendiendo que la única salvación está en reunir a los mejores campeones de todas la Tierras y detener a la gran amenaza. Todo con el dibujo de Ivan Reis que logra un barroquismo realmente prodigioso.
Otro capítulo imprescindible es Pax Americana, dibujado por Frank Quitely , ya que supone un claro homenaje a Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons, pero dando una vuelta de tuerca a sus esquemas y conceptos con múltiples capas de lectura. Hasta incluso los personajes sugieren que la obra puede leerse realizarse en diferentes órdenes, incluso revés.
También habría que destacar Ultra Cómics está vivo, con las ilustraciones de Doug Mahnke y en todo un ejercicio de metacómic que rompe continuamente la cuarta pared y que utiliza al lector como desencadenante de sucesos. Como si fuera un trasunto de la mítica El garaje hermético en su versión americana, en varias ocasiones se ordena que el lector no siga pasando las páginas, en un juego psicológico realmente original.
