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Entre Eros y Tánatos

El trabajo más experimental de Peter Mulligan, 'La granuja', es toda una original reflexión sobre el sexo, la religión y la vida

Entre Eros y Tánatos

"El sexo es la muerte" con esta famosa afirmación, repetida hasta la saciedad en la cultura occidental, comienza La granuja de Peter Milligan y Sean Phillips, un cómic que en gran medida gira alrededor de Eros y Tánatos, las pulsiones de vida y muerte que Sigmund Freud expuso en Más allá del principio de placer como parte de sus teorías.

Por si fuera poco, en la página siguiente uno de los personajes de la primera escena revela ser un hermafrodita llamado Sexomuerte. Y luego uno de los numerosos primates que se enviaron al espacio para investigar los efectos biológicos de la exploración espacial, vuelve convertido en un dios que se comunica con los terrestres a través de mensajes telepáticos.

Realmente La granuja se inspira libremente en Alfa y Omega de 1987, que era el noveno álbum de Dylan Dog, cómic italiano de culto creado por Tiziano Sclavi. Incluso ambas obras comienzan igual, con una pareja besándose de noche, y en su desarrollo también guardan otras similitudes, como el hecho de que todos aquellos que mantienen relaciones sexuales con uno de los seres sobrenaturales terminan convertidos en monstruos.

En todo caso, que nadie se llame a error pensando que estoy acusando a Peter Milligan de plagio, porque en el mundo del arte -y no me estoy refiriendo exclusivamente al noveno- no hay nada nuevo bajo el sol, como advierte sabiamente el Eclesiastés. Y, no en vano, Alfa y Omega está basado a su vez en la película de Stanley Kubrick 2001: Una odisea del espacio.

Sin querer revelar ningún otro elemento de esta peculiar obra que apareció en 1998 es evidente que estamos ante un trabajo en el que el guionista Peter Milligan quiso crear algo innovador, y para ello ideó una historia inclasificable con multitud de personajes desconcertantes. En cuanto al dibujo, no hace falta reflexionar mucho para intuir que por aquel entonces el historietista y entintador británico Sean Phillips era algo menos versátil que en la actualidad, ya que su potente y resuelto trazo se encuentra dentro de los límites de la narración tradicional. Para ello basta fijarse en que el diseño de las viñetas responde a los esquemas habituales. Otro elemento a tener en cuenta es que La granuja fue cancelado en su octava entrega debido a sus pocas ventas, por lo cual en este integral nos encontramos ante una historia que tiene un final bastante abrupto, ya que su último número, que lleva el título de Escatología y la soltera intenta resolver rápidamente lo que con anterioridad no había quedado claro. Sin embargo el álbum continúa con dos cómics breves de la antología Vertigo Winter's Edge que suceden en algún momento antes del fin.

En resumen, La granuja es una historieta que supone una propuesta experimental excesivamente chocante para la mayoría. Sin embargo, y precisamente por eso, este título se ha convertido en un cómic de culto que presenta reflexiones bastante originales sobre los límites del sexo, la religión y la existencia planteados a través de una sátira muy típica de finales de los noventa.

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