El grupo escocés regresa a la esencia del sonido de sus primeros trabajos en los noventa. El quinteto repasa toda una paleta de estilos que, como siempre, incluye elementos del glam, el powerpop, el hardrock y el heavy metal, aunque tirando, más veces de las deseadas, hacia el AOR, con la incorporación del guitarrista Tommy Gentry y un diseño e imagen que rememora la frescura del primer punk. Sin embargo, la banda de los hermanos Gizzi, a pesar de su constante dispersión estilística, logra en esta ocasión algunas de sus melodías más contundentes en títulos como Take me down o Tragic heroes que ya son dos clásicos de su carrera .