La obsesión de los nuevos músicos ingleses por fijar sus coordenadas en la herencia dejada por melancólicos como Nick Drake o Tim Buckey resulta a estas alturas casi un fenómeno sociológico. Y este músico británico llega a su cénit en este segundo disco que incluye títulos como When the body is gone que incluye una reflexión sobre lo que sucede cuando la vida se extingue del cuerpo, o Lullaby sobre los primeros momentos de la vida. Mulvey sabe, sin embargo, dotar a su obra de las necesarias pinceladas de pop y sutil tecnología para no caer en lo tedioso y que sus discos puedan ser devorado incluso hasta por los fans de Leonard Cohen.