La Investigación Operativa fue desarrollada por el estado-mayor militar inglés para la defensa aérea y terrestre, en la Segunda Gran Guerra, y se trasladó a los sistemas de automatización de la sociedad. La computadora se inventó, en 1946, por Eckert y Mauchly, la programación por líneas, en 1947, por Dantzig, y el transistor, en 1948, por Bardeen, Battain y Shocley. El mismo año, la Fundación Rockfeller subvencionó el Harvard Economic Research Project, para estudiar la estructura de la economía americana y, en 1949, la US Air Force se sumó al proyecto, siendo Studies in the Structure of American Economy, de Vassili Leontief, director del proyecto, un buen compendio que tuvo influencia por décadas en las facultades de economía de todo Occidente. Ante los datos económicos siempre variables, los sistemas rápidos de tratamiento de la información y el intercambio de modelos matemáticos entre disciplinas es lo que más aclaró la posibilidad del control social. A fin de alcanzar una economía predecible, los elementos de las clases inferiores de la sociedad deben ser sometidas al yugo, asignándoles un deber social de largo plazo desde una edad temprana, para lo cual las células familiares (las familias) deben ser controladas incrementando las preocupaciones en los progenitores. Se disparan situaciones, en vez de balas, las situaciones son propulsadas por el tratamiento de datos, en vez de por reacción química, y desde una computadora, en vez de desde un fusil. El público siente instintivamente que algo no va bien, pero en razón de la naturaleza técnica de esta arma silenciosa, no puede expresar su sentimiento racionalmente, no sabe cómo pedir ayuda, está shockeado. Es, pues, un tipo de arma biológica, que ataca la vitalidad de los individuos. La ingeniería aeronáutica proveyó de modelos matemáticos de shock-testing, obtenidos de la experimentación con el estudio de las reacciones obtenidas cuando un proyectil es disparado desde un avión, y se calculan los efectos críticos de retroceso. Aplicado al control social, tenemos muchos modelos de crisis económicas, que se aprovechan para concentrar más el poder económico, así como los atentados terroristas son aprovechados para instaurar mayores e indiscutibles controles ciudadanos. En el shock testing aplicado a la ingeniería económica, las crisis de precios miden la reacción del público en el hogar-familia, y la sociedad se convierte en un animal manipulado bajo el control de un sofisticado sistema de contabilidad de energía social regulado por computadora, técnica que también se aplica a las huelgas en el transporte, las comunicaciones, y los servicios urbanos colectivos de energía, agua o recolección de basura. El sistema del arma silenciosa opera a partir de datos obtenidos de un público dócil por medios legales, a través de declaraciones de impuestos, entre otros tesauros. Cuando el gobierno es capaz de recaudar los impuestos y de controlar la propiedad privada sin justa compensación, ello es indicativo de que el público está maduro para la sumisión y la manipulación. He expuesto un breve resumen de un texto escrito por un autor norteamericano, que publicó en 1989, después de haber trabajado para el propio gobierno, y quien, tras treinta años de estudio sobre el control estatal, fue abatido por cinco policías el 6 de noviembre de 2001, poco después del 11-S. Estas tesis fueron aprovechadas posteriormente por la ensayista canadiense Naomi Klein, que presentó su teoría del Shock en su obra The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism, publicada en 2007, y en la cual defiende justamente que la estructura gubernamental que protege al capitalismo aprovecha las catástrofes para implementar medidas cada vez más estrictas de control de los individuos. Ambos bebieron de una tesis anterior, elaborada por Joseph Schumpeter, economista estudioso del ciclo económico y que puso énfasis en el papel de las empresas en la sociedad y la historia, quien fue ministro de finanzas en Austria, en 1920, y profesor en Harvard, desde 1932 hasta 1950. Sus teorías sobre el capitalismo eran más realistas que las marxistas, enfrentando tempranamente la psicología del emprendedor con el espíritu calculador del capitalista. Realmente le dio la verdadera puntilla teórica al capitalismo. En su obra "Capitalismo, socialismo y democracia", de 1942, dijo: "El progreso económico se hace despersonalizado y automatizado. La acción de los individuos tiende a ser reemplazada por el trabajo de comités y departamentos", y este espíritu burócrata mataría el del aventurerismo emprendedor, de forma que su propio éxito llevaría al final del sistema capitalista. Podríamos decir que la Teoría del Shock, de Schumpeter-Cooper-Klein, es utilizada hoy día y ha trasvasado el éxito del capitalismo a un Nuevo Orden que todavía está por desvelarse.
