La Provincia - Diario de Las Palmas

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La Hoya Horizontal: el arte como herramienta

Cuestiones artísticas y teóricas sobre una intervención con los vecinos de un barrio de la capital, dirigida a visibilizar sus necesidades a través de una campaña reivindicativa

El estado ruinoso se contrapone a las vistas del barrio acompañado de un eslogan irónico, en la muestra 'La Hoya Horizontal' . PSJM

La invitación a escribir unas líneas en este suplemento cultural sobre La Hoya Horizontal, el proyecto participativo que estamos llevando a cabo con vecinas y vecinos de Hoya de la Plata, nos brinda la posibilidad de apuntar al carácter artístico de un proyecto que ya ha tenido repercusión en diferentes medios, aunque casi siempre circunscrito en las secciones dedicadas a lo social. Ya que las diferentes piezas que se han ido produciendo en el proyecto conforman ahora una exposición que está teniendo lugar en el Gabinete Literario (hasta el 26 de abril), podemos añadir alguna reflexión sobre el arte que allí se exhibe y también decir alguna cosa sobre cuestiones teóricas que encontramos relevantes. No obstante, recordemos primero el proyecto de arte participativo a través de un breve relato estético-social.

La acción reivindicativa-participativa

La Hoya Horizontal se pone en marcha a finales de enero con el apoyo de una subvención de la Unidad de Participación Ciudadana del Cabildo de Gran Canaria. Llegamos al barrio con la intención de realizar, por medio de un proceso participativo, algún tipo de intervención estético-funcional que mejorase la vida de la gente. Nos encontramos entonces con una situación muy problemática: en cada lugar que estudiábamos para actuar (parques, muros, espacios comunes), una vez analizado el estado estructural con el asesoramiento de técnicos, nos resultaba imposible realizar nada parecido a algún tipo de mobiliario urbano o intervención plástica. No hay un muro donde se pueda hacer un mural que dote de identidad al barrio, todos se están cayendo a cachos, con un evidente peligro para sus habitantes.

Hace unos años se pintó un gran mural en el muro exterior del barrio que se ve desde la autopista y da la bienvenida a la ciudad. Fue una solución cosmética para lavar la cara, y el resultado es que en muchas zonas ya está visiblemente desconchado. A nosotras no nos interesaba hacer una intervención de este tipo, sino que preferimos ir a la raíz de las cosas, mirar al interior del barrio y descubrir sus verdaderas necesidades estructurales. Pensamos que una vez que consigamos arreglar y sanear la raíz, sólo entonces podremos aplicar una solución estética que embellezca realmente el barrio. Que lo embellezca funcional, estética y moralmente.

La subvención de la que disponíamos para crear un proceso artístico participativo resultaba a todas luces insuficiente para afrontar los grandes gastos que implicaba una reforma estructural en condiciones. Pero esta ayuda sí nos permitía generar un proceso de colaboración vecinal que pudiera visibilizar de modo creativo el estado de emergencia en el que se encuentra el barrio. Se decidió entonces, en consenso con vecinas y vecinos, realizar una campaña reivindicativa que llevara el problema fuera del barrio. Así, pusimos al servicio de la ciudadanía nuestro conocimiento y experiencia en publicidad (y contra-publicidad) con la intención de realizar una movilización diferente, alejada de las típicas manifestaciones frente al edificio del Ayuntamiento.

Se planteó entonces la idea de editar cuatro modelos de postales, de tipo turístico, mostrando lo mejor y lo peor del barrio. Todas ellas con una estampa de las idílicas vistas que tiene el barrio (un amanecer), contrapuesta a una imagen del estado ruinoso en el que se encuentran las calles, bloques, muros y espacios comunes. El mensaje se ancla irónicamente con una marca y un slogan: Hoya de la Plata. Las mejores vistas de Las Palmas.

Se puso en marcha un taller de escritura reivindicativa en el que vecinos y vecinas escribieron, bajo el asesoramiento de nuestro equipo, hasta más de 300 postales que fueron enviadas a Augusto Hidalgo, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria. Previamente, habíamos solicitado una cita con el alcalde para tratar la situación del barrio e intentar conseguir un compromiso por parte de la institución municipal que permita afrontar una rehabilitación estético-estructural. Las postales se fueron enviando en tandas de 100 los días previos a la reunión con el fin de ir poniendo en aviso al poder municipal. El alcalde se comprometió a visitar Hoya de la Plata y buscar soluciones.

En todo el barrio no hay un parque en el que los niños y niñas puedan jugar. Por eso propusimos también involucrar al colegio. Se realizó un taller de escritura epistolar en el que unos 100 alumnos y alumnas tomaron contacto con las necesidades comunes y las formas creativas de reivindicar lo que por derecho es suyo. En los tiempos de WhatsApp e Internet, enseñar a los niños y niñas a escribir correctamente una postal dirigida al alcalde expresando sus necesidades como colectivo supone, a nuestros ojos, una experiencia formativa de gran interés para la educación democrática de las futuras generaciones.

La idea de las postales también se trasladó a un vídeo con formato de spot publicitario que, con un fuerte tono irónico y poético, se comenzó a propagar rápidamente por redes sociales y dispositivos móviles.

Participación horizontal

Al problema del prolongado abandono por parte del Ayuntamiento, que llevaba décadas haciendo oídos sordos a muchas de las demandas vecinales, se sumaba la carencia de una unión vecinal que pudiera ejercer la presión adecuada para que esta grave situación se resolviera. En el plano asociativo, con esta iniciativa se está volviendo a unir al barrio, pues a través de este impulso reivindicativo las vecinas y vecinos están asistiendo a las reuniones y participando activamente, cosa que antes no se hacía. Ahora hay un barrio unido que está luchando y se está organizando a gran velocidad. La asociación vecinal, que hace apenas dos meses tenía unos diez socios/as, se ha refundado y ha pasado a tener actualmente 104 socios/as. Son muchos/as los/as que asisten regularmente a las reuniones y se organizan a través de un grupo de WhatsApp creado para el proyecto con el fin de acometer en común las tareas propias de esta lucha. Aún queda mucho camino por recorrer, pero ya se ha encendido la mecha para solidificar el asociacionismo e inyectar ilusión y motivación en una vecindad que llevaba décadas desunida.

Hacia la rehabilitación urbanística

La campaña de visibilización, el proceso participativo y la unión vecinal ya están dando sus frutos. Se espera la visita del alcalde próximamente y ya se recibió al concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas, Javier Doreste, que hizo un recorrido, guiado por vecinas y vecinos, por los espacios públicos de Hoya de la Plata. El concejal tomó buena nota de todos y cada uno de los problemas, indicó los pasos a seguir y se comprometió a poner en marcha el proceso de rehabilitación.

Se está trabajando ya, dentro del proyecto La Hoya Horizontal, en un estudio urbanístico crítico que servirá de estrategia y diagnóstico para la rehabilitación integral del barrio. Un trabajo que corre a cargo del estudio Arquitectura ANCA, de Elsa Guerra y Noemí Tejera, con la colaboración de nuestro equipo y a través de un proceso participativo en el que las voces vecinales serán vinculantes.

Al proyecto, que comenzó con la financiación de la Unidad de Participación del Cabildo de Gran Canaria y el apoyo de Obra Social La Caixa, se han sumado ahora la Concejalía de Participación Ciudadana y el compromiso de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. El proyecto no ha hecho más que empezar.

Arte, arquitectura y participación ciudadana puestas al servicio de una vida digna en los barrios, esa es la idea.

La exposición: la doble función del arte crítico

A la hora de pensar en los diferentes elementos que se propondrían a los vecinos y vecinas para realizar la acción participativa, siempre se tuvo en consideración que estos objetos estéticos pudieran funcionar como herramienta activa de transformación social, pero también como piezas museables, esto es, que pudieran tener una presencia autónoma en la sala de exposiciones como obras de arte que se inscriben en la tradición y el discurso actual del arte contemporáneo.

La instalación 300 postales al alcalde, que consta de una gran pieza de pared de cinco metros flanqueada por dos peanas que soportan un postalero y un buzón, puede interpretarse como un recorrido de referencias a la historia del arte conceptual. El tipo de postalero presentado fue seleccionado por su parecido evidente con el Escurridor de botellas (1914) de Marcel Duchamp, un objeto funcional al que Duchamp despojó de su utilidad para dotarlo de un nuevo significado y, por tanto, de otra función, la función estética. En nuestra propuesta, interesadas como estamos en la relación entre arte y función, y especialmente en destacar las múltiples funciones de los objetos estéticos, el postalero aparece con una doble función: porta las postales y se presenta como escultura. Por otro lado, la pieza de pared, el registro fotográfico de las 300 postales, se vincula muy claramente al mail-art, a Fluxus y, por supuesto, al arte de la información, etiqueta con la que también se identificó en sus inicios al arte conceptual neoyorquino. Es obvio que la participación vecinal en la redacción de estas postales inscribe esta obra en la línea del arte relacional y participativo que toma especial impulso a partir de los años 90 del pasado siglo. Cierra esta instalación el buzón A la institución: una referencia directa a la llamada "crítica institucional" de autores como Hans Haacke, Daniel Buren o, en su segunda generación, la teórica y artista Andrea Fraser. Nuestro equipo siempre ha estado comprometido con esta deriva del arte conceptual. A la institución toma significados distintos dependiendo del lugar en el que esté emplazado (en el barrio o en el centro de arte) y ambos sentidos de institución (la política y la artística) son objeto de reflexión y acción por parte de nuestro equipo.

Una exposición es un medio de comunicación y también un medio legitimador dentro del arte contemporáneo. El espacio del Gabinete Literario, que por su arquitectura e historia se vincula a la cultura burguesa, nos proporciona un medio excelente para crear sugerentes contrastes. La muestra de La Hoya Horizontal se ubica en el hall y una de las salas de exposiciones. El hall del Gabinete se ocupa con tres carteles de gran formato que muestran la imágenes de las postales, llevando así el problema comunitario, en su forma irónico-poética, a los ámbitos de decisión político-culturales.

En la sala, una proyección muestra dos vídeos en monocanal: el primer vídeo de la campaña, irónica y poéticamente realizado en código de comunicación publicitaria turística, y un vídeo documental en el que se explica el proceso. Por un lado, la introducción de la retórica publicitaria como licencia artística dentro del mundo del arte es uno de nuestros sellos de identidad. Por otro, el documento de las piezas de acción como obra de museo ya tiene una larga tradición como objeto estético museable, incluso comercializable, aunque aquí la relación con el mercado queda fuera de la ecuación.

Por último, en la sala un marco digital que muestra una sucesión de fotografías tomadas por vecinas y vecinos nos recuerda que es la ciudadanía quien debe expresarse cultural y políticamente.

Arte y procesos democráticos

Coincidiendo con el desarrollo de este proceso participativo presentamos nuestro último libro teórico Arte y procesos democráticos. Hacia una estética horizontal (TEA, Tenerife, 2018). Viene al caso referirse a esta publicación ya que nuestro proceso productivo consiste en teorizar la practica y guiar ésta con la teoría para, luego, volver a reflexionar sobre la práctica en el medio escrito y así, en un circuito de retroalimentación, intentar ir corrigiendo la teoría con la práctica y la práctica con la teoría.

En este libro vertebrávamos el estudio filosófico-práctico de la participación en el arte y la arquitectura a partir de las categorías de socialización del primer Habermas (trabajo, lenguaje y poder) para encontrar en ellas una serie de tensiones entre formas ideales e inercias culturales que habrían de ser resueltas de modo satisfactorio si se desea una evaluación positiva de estas prácticas: la tensión entre poder vertical y poder horizontal (y las subsiguientes tensiones entre argumento y autoridad), la tensión entre competencia y cooperación en el ámbito del trabajo, y la tensión entre negociación y deliberación en la interacción comunicativa o lenguaje. Pues bien, en las asambleas y talleres con vecinas y vecinos de Hoya de la Plata estas tensiones se han ido resolviendo para acercarse, con menos fricciones de las esperadas, a las formas ideales que proponíamos como guía en nuestra teoría: relaciones horizontales de poder, deliberación generalizada y cooperación en busca de un trabajo bien hecho.

En el capítulo dedicado a la interacción comunicativa, prestábamos especial atención a la retórica, por ser la anhelada deliberación uno de sus géneros clásicos y también por el convencimiento de que se puede ejercitar una buena retórica libre de falacias en la comunicación visual, esto es, una propaganda clara, que trate al auditorio como un conjunto de personas activas, libres y autónomas. Con la primera fase reivindicativa de La Hoya Horizontal hemos querido realizar este tipo de propaganda para ponerla al servicio de una vida digna en los barrios.

Ahora bien, la consecución exitosa de dichos presupuestos teóricos no hubiera sido posible sin el entusiasmo, el compromiso y el afecto mostrado por las vecinas y vecinos de Hoya de la Plata, un barrio que ahora despierta para afrontar un futuro de luchas y alegrías, de unión e ilusión. Con ellas y con ellos, seguimos.

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