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Alteración tiroidea durante la gestación

"El déficit de hormonas tiroideas en las primeras semanas de embarazo se ha relacionado con un retraso neurológico y psicomotor en los recién nacidos", asegura la especialista Marta Diéguez

Alteración tiroidea durante la gestación

A una de cada seis embarazadas se le suele alterar la función tiroidea durante el primer trimestre del embarazo. Así lo demuestran los resultados de la tesis doctoral Prevalencia de disfunción tiroidea en gestantes, de Marta Diéguez Felechosa.

El trabajo, codirigido por Elías Delgado Álvarez y Edelmiro Luis Menéndez Torre, fue realizado sobre más de 2.500 mujeres gestantes y estudia los tres subtipos de alteraciones de la función tiroidea: hipotiroidismo, hipertiroidismo e hipotiroxinemia materna aislada.

Diéguez Felechosa, médica especialista en endocrinología y nutrición explica los principales factores de esta disfunción, que puede manifestarse también tras el parto y para la que la falta de yodo y la presencia de anticuerpos antitiroideos son sus principales factores desencadenantes.

Prevalencia

Las alteraciones de la función tiroidea son la segunda patología endocrinológica más frecuente en el embarazo, después de la diabetes gestacional. Los datos sobre la prevalencia de disfunción tiroidea en distintos países del mundo y en España son muy variables.

En nuestro trabajo encontramos por ejemplo que una cada seis gestantes presenta alteraciones de la función tiroidea en el primer trimestre de su embarazo.

Comparar globalmente este dato con los de otros estudios realizados en nuestro país es difícil, ya que en ninguno se ha aplicado una metodología similar, estudiando los tres subtipos de alteraciones de la función tiroidea que ocurren en el embarazo: hipotiroidismo (hipofunción tiroidea), hipertiroidismo (hiperfunción tiroidea) e hipotiroxinemia aislada (trastorno tiroideo propio del embarazo).

Este último es el trastorno tiroideo más frecuente entre nuestras gestantes, que, sin embargo, no se analiza en otros trabajos. La prevalencia de hipotiroidismo e hipertiroidismo se situaría dentro de la media, tanto a nivel nacional como internacional.

Principales síntomas

Los síntomas de la disfunción tiroidea en el embarazo son los mismos que fuera del mismo. Son habituales las formas subclínicas, que no se asocian a síntomas evidentes. Por lo tanto, la realización de programas de cribado (estrategia aplicada a una población para detectar una enfermedad en individuos sin síntomas de esa enfermedad) es fundamental para establecer un diagnóstico precoz. Las alteraciones tiroideas pueden tener un impacto en el desarrollo del embarazo y la maduración fetal en el primer periodo.

Causas más frecuentes

1) La presencia de anticuerpos antitiroideos. Se mide fácilmente en una analítica de rutina. Afecta a una de cada diez mujeres gestantes. Este porcentaje aumenta en mujeres con antecedentes familiares de patología tiroidea o con historia de abortos. Es el principal factor de riesgo para desarrollar hipotiroidismo.

2) El déficit de yodo. Es un problema de salud pública en muchos países y la primera causa de retraso mental prevenible. Varias comunidades son pioneras en la lucha contra los trastornos por déficit de yodo. Se han realizado varios estudios que muestran que las gestantes en algunas regiones presentan una adecuada nutrición de yodo durante el embarazo, periodo en el que los requerimientos son más elevados.

Alimentación y clima

El principal factor dietético que afecta a la función tiroidea es el consumo de yodo, ya que es la base para la síntesis de hormonas tiroideas. El yodo es un oligoelemento que se encuentra principalmente en los productos lácteos, el pescado y el marisco, además de en la sal yodada.

Se ha descrito el papel de factores ambientales, sobre todo sustancias químicas denominadas disruptores endocrinos, que pueden alterar la función tiroidea, pero los datos disponibles son preliminares.

Prevención

En las mujeres que planifiquen su embarazo se recomienda aumentar el consumo de yodo en la dieta para que cuando se produzca el embarazo haya una adecuada reserva tiroidea de yodo. También es aconsejable realizar una valoración tiroidea (exploración física para descartar bocio y analítica de función tiroidea con determinación de tirotropina) que identifique a las mujeres con disfunción tiroidea o con más riesgo de sufrirla en el embarazo, para iniciar un tratamiento antes. Estos estudios se realizan en los centros de salud; están accesibles para todas las mujeres.

Perfil de las gestantes

Las gestantes con mayor riesgo de desarrollar disfunción tiroidea son las que presentan patología tiroidea previa, tienen historia familiar de disfunción tiroidea u otras enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1 o la enfermedad celíaca. También aquéllas con historia de infertilidad y abortos. En nuestro estudio se demuestra que la edad no influye en un mayor riesgo de alteraciones tiroideas. En las mujeres con embarazos múltiples y con hiperémesis gestacional es frecuente la aparición de hipertiroidismo gestacional.

Dificultades

A) La disfunción tiroidea en el embarazo se asocia a la aparición de complicaciones como los estados hipertensivos del embarazo, el parto prematuro y el aborto.

B) La existencia de hipotiroidismo y la presencia de anticuerpos antitiroideos se asocia a problemas de fertilidad que pueden dificultar quedarse embarazada. Las hormonas tiroideas son fundamentales para el adecuado desarrollo del sistema nervioso del feto, que depende del aporte materno a través de la placenta hasta que se completa el desarrollo del tiroides fetal.

C) El déficit de hormonas tiroideas, sobre todo en las primeras semanas de embarazo, puede producir retraso neurológico y psicomotor en los recién nacidos, sobre todo en los casos de hipotiroidismo e hipertiroidismo clínicos.

Diagnóstico

El diagnóstico es sencillo. Se basa en la determinación de las hormonas tiroideas en un análisis de sangre. La dificultad radica en la interpretación en la mujer gestante, ya que los valores normales de las hormonas tiroideas cambian en el embarazo. Lo ideal es disponer de valores de referencia de hormonas tiroideas propios para cada población, como ocurre en algunas ciudades españolas. Ello permite realizar un diagnóstico mucho más preciso.

Actualmente existe una gran controversia entre la clase médica en cuanto a la recomendación de realizar detección precoz de disfunción tiroidea en el embarazo de la mujer. Por ejemplo, en países de Europa y en España, en particular, distintas sociedades científicas, entre las que se encuentran la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, defienden la realización de cribado de patología funcional tiroidea de forma precoz en todas las mujeres gestantes.

Tratamiento

A) Hipotiroidismo. La sustitución con hormona tiroidea (levotiroxina) es un tratamiento eficaz, sencillo, accesible, de bajo coste y seguro en el embarazo. La dosis se ajusta en cada caso, según las características de cada paciente y su evolución analítica durante el embarazo. Hacen falta dosis más altas que las que se usan fuera de la época de embarazo.

B) Hipertiroidismo. En el embarazo es habitualmente un trastorno funcional relacionado con el efecto de la hormona gonadotropina coriónica (HCG) sobre el tiroides, que no suele requerir tratamiento. En los casos en que el hipertiroidismo esté causado por una enfermedad tiroidea se usan fármacos con acción antitiroidea.

C) Hipotiroxinemia aislada. Se trata con un suplemento de yodo o con levotiroxina en casos seleccionados.

Principales dudas

1) El impacto sobre el embarazo y el desarrollo fetal. El diagnóstico y el inicio del tratamiento, al realizarse en estadíos precoces de la enfermedad, evitan posibles efectos negativos derivados de la alteración.

2) Evolución de la disfunción tras el parto. Es aconsejable realizar una valoración de la función tiroidea a lo largo del año siguiente al alumbramiento.

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