La Provincia - Diario de Las Palmas

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Desnudos bajo el sol

Las Islas presumen de tener el mayor número de playas nudistas del país. Entre las preferidas por los bañistas: Cofete, Famara, Las Conchas o Maspalomas; sin olvidar El Charco del Palo, en Lanzarote

(L)

Pocos lugares en el mundo pueden presumir de contar con un personaje tan ilustre como primer nudista oficial, y además que hacía gala de esta costumbre en las cartas que remitía a sus amigos desde su 'dulce' destierro en Fuerteventura. El insigne profesor de griego y rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, solía tumbarse desnudo en la azotea de su residencia de Puerto Cabras a coger baños de sol.

Una de las muchas anécdotas que se cuentan sobre el singular comportamiento del escritor tiene que ver con esta 'extraña y también indecorosa costumbre' sobre todo si se tiene en cuenta que Unamuno lo hacía, sin ningún tipo de rubor, a comienzos del siglo XX, concretamente durante los cuatro meses menos tres días que pasó desterrado en Fuerteventura en 1924.

En una ocasión, Francisco Medina, el dueño del hotel en el que residió en la isla, le llamó la atención sobre las quejas que estaba recibiendo por parte de vecinos, que al salir a sus azoteas se encontraban con el espectáculo "indecente" de ver al escritor totalmente en "cueros". Ante esta regañida, Unamuno le contesto: "Yo no los miro. Que no me miren ellos a mí".

Con estos antecedentes, no resulta extraño, que en la mayor parte de la costa de Fuerteventura, se pueda coger sol o bañarse sin ropa, sin el menor problema. En realidad sólo hay que tener en cuenta unas reglas mínimas, no se puede practicar nudismo en zonas cercanas a complejos turísticos o en playas urbanas. Esto permite que la oferta sea amplia y variada, desde las famosas y extensas playas de Jandía, los lagos de Cotillo, Cofete, las Dunas de Corralejo. Además, entre los naturistas se suelen aprovechar los corralitos que se hacen con pequeñas piedras y que proporciona a los bañistas una mayor intimidad. También hay que reconocer que cuando sopla el viento refugiarse en uno de estos 'goros' es una de las mejores soluciones para evitar la arena.

Fuerteventura y Lobos son un auténtico regalo para los amantes del sol y del mar. Y aunque a muchos majoreros no les entusiasme que se mencionen estas calas más escondidas existe una serie de pequeñas joyas dispersas por municipios como La Oliva o Puerto del Rosario que merecen la pena. Ya sea para disfrutar de un día sin ropa, y sin compañía, o simplemente para quedar enamorados con el paisaje que se ve. Y entre estos tesoros ocultos hay que mencionar a las playas de Jarugo, Tindaya, que no sólo es una montaña sagrada, Garcey en el sur o La Solapa. Y en Lobos, cualquier recodo sirve para querer perderse y no encontrarse, por lo menos durante un tiempo.

Manrique, otro adelantado

En Lanzarote también cuentan con un personaje que puede considerarse un adelantado en casi todo. En el arte, en la forma de ser, y de vivir. Hay una imagen, que ahora con las nuevas tecnologías sería viral, de un César Manrique en la playa de Famara, a finales de los años cuarenta, en el que aparece junto a varios familiares, todos con los largos bañadores de la época, y él con un pequeño tanga blanco. César fue sin duda uno de los pioneros en atreverse a coger el sol completamente desnudo.

Al final de la playa de Famara, debajo del Risco, hay una zona de uso habitual para aquellos que quieran practicar el naturismo. Es algo que se viene haciendo desde hace más de cuarenta años. Aunque ahora, tal y como confirma Eduardo Manrique, suelen aparecer por esta zona familias enteras dispuestas a pasar el día de la forma más tradicional, ésa en la que parece que trasladan el comedor de casa a la arena.

Como anécdota, el sobrino de César cuenta que en una ocasión llegó como siempre preparado para coger uno de esos baños de sol, como hacía su tío, "pero reconozco que me dio un cierto reparo, con los niños por allí, y entonces me metí en el agua, y ya dentro me quité el bañador. La verdad es que pensé, después de tantos años practicando nudismo, y ahora que tenga que hacer esto". En realidad, los lanzaroteños que suelen acudir de forma regular a Famara saben perfectamente que zona de esta playa suele ser utilizada por los amantes del naturismo, y la convivencia ha sido casi perfecta.

En la isla de los Volcanes existen muchas playas y calas en las que la gente se baña desnuda. En el sur, Papagayo, la preferida de los extranjeros. Entre Puerto del Carmen y Puerto Calero hay un lugar emblemático para los naturistas, el barranco del Quíquere. Y en el norte existe una zona costera que llega hasta Órzola y que resulta especialmente agradable. Toda esta área está salpicada de pequeños lagos de agua azul turquesa, en la que se produce una sana convivencia. Bañistas que hacen topless y otros que prefieren 'pasar de lo textil".

Caletón Blanco es uno de esos paraísos menos conocidos de arena blanca y pequeñas dunas, que sirven para esconder a los asiduos a este rincón. Un lugar al que acuden sobre todo lanzaroteños, que saben del tesoro que esconde esta parte de la costa.

Cerca de Caletón sólo es preciso coger uno de los ferris que salen desde el muelle de Órzola y se llega a La Graciosa. Prácticamente en toda la isla, salvo en la playa de Caleta de Sebo, la capital graciosera, se puede coger sol como se quiera.

Las Conchas, desde la que puede verse la silueta de Montaña Clara, es todo un espectáculo que vale la pena visitar. Aquí la libertad y el respeto son algo que no hace falta enseñar. Los gracioseros saben cómo acoger a todos los que llegan con el único fin de pasar un buen día tumbado el sol.

En las listas oficiales que elabora el Ministerio de Medio Ambiente y también la Federación española de Naturismo, Canarias aparece en el primer lugar, como la Comunidad con más playas aptas para el nudismo. Nada menos que un 30% de la costa canaria ofrece esta posibilidad. Además de otras tantas calas en las que los bañistas no tienen problemas en compartir el espacio con usuarios que optan por dejar en el suelo toda la ropa.

Cuando en esta guía se menciona las principales zonas naturistas de Gran Canaria, destacan dos nombres: Maspalomas y Playa del Inglés. Para los turistas que quieran pasar unos días en esta parte del sur de Gran Canaria la información resulta tan precisa que hasta se delimita el punto exacto de la playa en el que no habrá problemas si se coge sol desnudo.

En la página web del Patronato de Turismo se especifica que parte de este litoral "cuenta con tramos solitarios y aislados, en los que practicar nudismo. Del Faro de Maspalomas a Playa del Inglés la zona nudista comienza entre el chiringuito 3 y 4. De Playa del Inglés al Faro de Maspalomas la zona nudista se localiza entre el 5 y 6."

Lo que está claro es que cada vez hay más turistas que vienen en busca de espacios libres, en los que puedan disfrutar del sol sin ningún tipo de impedimento textil o de miradas extrañas.

Gran Canaria

Esta isla también mantiene una oferta amplia y variada en cuanto a las posibilidades que tienen los amantes del naturismo. La primera de las grandes playas es Veneguera, además un gran símbolo de la lucha contra la especulación urbanística. Entre esta zona y Güi Güi, todo este espacio costero es apto para el nudismo.

Un famoso bloguero de la cadena Ser publicaba a comienzos del verano la lista de las 12 playas más espectaculares de Canarias, y una de ellas era precisamente Güi-Güi. Carlos de Alba, reconocido viajero que ha recorrido 100 países, decía sobre este espacio que en Gran Canaria se tiene la suerte de "conservar un reducto virgen entre sus más de 60 kilómetros de litoral playero.

La playa de Güi-Güi, enmarcada en la reserva natural del mismo nombre, se localiza en el municipio de la Aldea de San Nicolás, al oeste de la isla. Sus más de 800 metros de extensión han quedado ajenos a todo tipo de civilización debido a su difícil acceso, ya que el sendero más corto desde el que se llega supone entre hora y media y dos horas desde la localidad de Tasartico. No obstante, los menos aventureros pueden llegar hasta este paraíso en barco, vía Mogán o La Aldea".

Por cierto la lista de las playas más espectaculares de Canarias, según este bloguero, la encabezaría Las Conchas en La Graciosa.

La Tejita, un símbolo

En los últimos años, los asiduos al baño sin ropa en Tenerife suelen decantarse por acudir a las playas del norte, como Los Patos o Benijos. Calas de arena negra, recovecos que casi invitan a poder tomar el sol con la mayor libertad. Sin embargo, a finales de los setenta uno de los lugares que simbolizó el comienzo de unos cuantos por disfrutar de una forma más natural de coger sol fue sin duda la playa de La Tejita, en el sur de la isla.

Al principio, los vecinos del Médano en Granadilla de Abona hablaban de unos hippies que se bañaban desnudos, casi escondidos en la parte más alejada de esta playa. Se veía como la acción de unos locos, indecentes.

Poco a poco, los propios tinerfeños se suman a esta nueva moda, "al placer de disfrutar del mar sin ropa, es una sensación de libertad total", eso cuenta Mónica Díaz, una vecina de la zona, que un buen día decidió que aquello que hacían unos cuantos tenía pinta de sentar bien. Y lo probó.

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