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medicina y salud

Cáncer de mama: adelantarse es vivir

"La tasa de supervivencia a cinco años para las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama en estadios precoces es del 85-88 por ciento", señala la oncóloga Yolanda Fernández

Cáncer de mama: adelantarse es vivir

"Una de cada ocho o nueve mujeres padecerá un cáncer de mama a lo largo de su vida", destaca Yolanda Fernández, oncóloga especializada en este tipo de tumor, el más frecuente entre las mujeres españolas. La doctora Fernández subraya que, en los tumores detectados en fases tempranas, la tasa de supervivencia al cabo de cinco años oscila entre el 85 y el 88 por ciento. En las líneas que siguen, la experta desgrana las claves de una enfermedad a la que han sobrevivido dos millones de españolas.

¿Qué es?

El cáncer de mama consiste en una proliferación acelerada, desordenada y no controlada de células dañadas de la glándula mamaria.

Múltiples causas

El origen es multifactorial. Entre los factores de riesgo de padecerlo figuran la edad (es más frecuente entre 50-65 años), sexo femenino, raza blanca, historia personal o familiar de cáncer de mama, factores hormonales, obesidad y factores ambientales. Sin embargo, en la mitad de los casos no existe una clara relación. En el momento actual, entre un 5 y un 10 por ciento pueden considerarse hereditarios.

Una de cada nueve

En España se diagnostican unos 22.000 casos nuevos al año. Dicho de otra manera, una de cada ocho o nueve mujeres padeceremos un cáncer de mama a lo largo de nuestra vida. El número de casos nuevos ha aumentado en las últimas décadas, pero la mortalidad ha descendido debido a la mejor información a las mujeres, el diagnóstico precoz y los avances en los distintos tipos de tratamientos, así como a la asistencia dentro de equipos multidisciplinares.

Prevención

En el caso de personas con una o más familiares afectadas, lo más importante es el asesoramiento en una unidad de cáncer familiar (en la mayoría de los hospitales españoles existe una unidad de referencia). Con respecto a evitar la aparición de la enfermedad -lo que se denomina prevención primaria-, no existen actualmente medidas que hayan demostrado eficacia para la población general.

Intervenciones como la extirpación de la mama o los ovarios sólo deben considerarse en el momento actual para los tumores hereditarios y siempre bajo el asesoramiento adecuado en la unidad de cáncer familiar.

Factores de riesgo...

Los factores hormonales derivados de una exposición prolongada a estrógenos, tales como tener el primer embarazo cada vez más tarde o no tener hijos, no dar lactancia materna, la obesidad, el elevado consumo de alcohol y grasa y la exposición a tóxicos ambientales influyen, pero muchos de ellos son poco modificables en las actuales circunstancias.

... Y de protección

Podemos modificar el riesgo con cambios en el estilo de vida tales como limitar el consumo de alcohol y grasa, evitar la obesidad, disminuir la exposición a tratamientos hormonales en la menopausia y, por supuesto, realizar actividad física.

Ha demostrado utilidad la prevención secundaria mediante la participación en los programas de diagnóstico precoz. Existe evidencia científica de que la realización de una mamografía cada dos años a mujeres de 50 a 69 años disminuye el riesgo de muerte por cáncer de mama.

Médico y mamografía

La aparición de cualquier bulto, herida o úlcera en la mama o en la axila; cambio en la forma, color o tamaño de la mama; secreción por el pezón; y cambios en la piel o en el pezón, son señales que indican la conveniencia de acudir al médico. La mayoría de las guías clínicas (y los programas de cribado poblacionales) aconsejan una mamografía cada dos años a partir de los 50 años. No hay un consenso establecido sobre la conveniencia de realizar mamografías en edades más tempranas.

Las mujeres que hayan padecido un cáncer de mama deberán de realizar una mamografía anual, y en ocasiones más frecuentemente, siempre según criterio médico.

Avances terapéuticos

El tratamiento quirúrgico más frecuente es la cirugía conservadora de la mama asociada a radioterapia. Lo cual, con la implantación de la técnica de detección del ganglio centinela, ha permitido en la mayor parta de los casos evitar la mutilación que supone la amputación completa de la mama y la extirpación de los ganglios de la axila evitando complicaciones tan frecuentes, y en ocasiones invalidantes, como la hinchazón del brazo.

En cuanto al tratamiento radioterápico, las técnicas de administración han mejorado mucho en los últimos años: son más precisas, con menos toxicidad y permiten en ocasiones administrar tratamientos más cortos. Con respecto a los tratamientos médicos, se han producido grandes avances en el tratamiento de un tipo de tumor, el denominado HER2 positivo, y en la aplicación de fármacos que reviertan las resistencias al tratamiento hormonal. En otro orden de cosas, la nueva clasificación biológico-molecular del cáncer y el uso de nuevas herramientas diagnósticas constituyen un paso adelante hacia la tan invocada medicina individualizada; nos permiten, ya en el momento actual, evitar el sobretratamiento de algunas pacientes con quimioterapia. El modelo de asistencia multidisciplinar a través de unidades de cáncer de mama es la mejor opción para garantizar que todos los avances se implementen de forma eficaz.

¿Progresos a la vista?

Creo y espero que sí, pero no con la inmediatez que nos gustaría y que en muchas ocasiones se preconiza. Cuando hablamos de cáncer, toda investigación básica constituye un avance, incluso aquella que fracasa. Pero no podemos olvidar que no todos los hallazgos de la investigación básica se traducen en una aplicación inmediata para los pacientes; y que, en ocasiones, la transmisión poco rigurosa de la información les genera angustia y falsas expectativas.

Tasa de supervivencia

Actualmente, en nuestro medio, la tasa de supervivencia a cinco años para las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama en estadios precoces es del 85-88 por ciento. En lo que respecta a la calidad de vida, no podemos olvi- dar que el objetivo actual del tra-tamiento del cáncer de mama no es solamente la curación de la enfermedad.

Deben evitarse las secuelas del tratamiento en lo posible. La mujer curada de un cáncer de mama tiene problemas específicos que deben ser controlados, tales como cuestiones relativas a fertilidad y trastornos sexuales, menopausia precoz, alteraciones metabólicas y obesidad.

En resumen

La mujer debe tomar parte en la decisión inicial y debe recibir información continuada a lo largo del proceso terapéutico y continuar tomando parte activa en todas las decisiones. En España hay dos millones de mujeres que han sobrevivido a la enfermedad. Se ha hecho del cáncer de mama una enfermedad en ocasiones demasiado mediática, y esto no es bueno para todas las pacientes.

Mi consejo es que todas las dudas sobre la enfermedad se planteen abiertamente al médico responsable de cada etapa del proceso, a la enfermera gestora de casos, o a otros profesionales del equipo tales como psicólogos , trabajadores sociales. La parte más real de la medicina personalizada es, muchas veces, la interacción que tiene lugar entre el médico y la paciente.

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