Equivocar es tener o tomar algo por otra cosa, juzgando u obrando desacertadamente. Desacertar es errar, acertar es dar en el punto a que se dirige algo y hallarse presente en algo.
Los seres humanos vivimos en la equivocación sobre quién somos, cuando de alguna forma escindimos las partes de nosotros, que consideramos equivocadas o no acertadas para sobrevivir en el mundo y paradójicamente,esta evitación de partes de lo que consideramos equivocado o fuera del modelo deseado;nos hace vivir equivocados.
Darnos cuenta del modelo equivocado que hemos elegido; para decir quién somos y atrevernos a traspasar la equivocación sobre nosotros mismos; basada en lo ideal de lo que nos esforzamos a ser, con negación de las partes más oscuras que consideramos rechazables; es lo que nos va a permitir acertar y dar en el blanco de nuestra realidad personal.
Darse cuenta de nuestra equivocación; al identificarnos con un ego para sobrevivir, alejándonos de quien somos realmente ,es lo que nos va a permitir rescatar el ser auténtico que somos.
El traspasar la propia equivocación personal es con todo responsabilizarse de lo que uno es. No identificarse con lo que me gustaría ser o me gustaría haber sido, así creamos un carácter con poca conciencia de sí mismo, con poca o nada capacidad para soportar la frustración, los límites y las necesidades.
Si crecemos sin conciencia de límites personales, estamos equivocando la conciencia de sí mismo. Por otro lado si no aprendemos a soportar las frustraciones de nuestro ser, habrá cada vez mayor tendencia a la violencia, cada vez que la frustración aparezca.
Así pues equivocarse uno mismo es confundir el Ser con las partes más deseables, rechazando lo que hemos relegado a la oscuridad sin atrevernos a mirarlo, cuestionando el autoconcepto deseable que hemos formado de nosotros mismos. De esta equivocación sobre uno mismo se sale experimentando los errores o equivocaciones del auto concepto.
Por lo tanto el gran error es el auto concepto, cuando está construido sobre las apariencias o como dice Claudio Naranjo "La personalidad es el programa que desarrollamos para no sufrir ante nuestras dificultades". El gran error es confundir el Ser con la forma de ser. El pequeño error es la caída del auto concepto y de esta forma se sale del gran error.
Aceptar la equivocación narcisista, consistente en no negar o escindir partes de nosotros que nos hacen sentir vulnerables, buscando el ideal que en realidad no hace otra cosa que castigarnos y torturarnos a nosotros mismos y a los otros con una meta imposible. Así la equivocación es una buena herramienta para desvanecer la auto-imagen y humanizarse.
Aceptar la equivocación sobre sí mismo; es a menudo un ejercicio de aceptación de que no todo está bajo control. Que la máquina creada, bajo la cual el narcisista maneja al mundo y a sí mismo, no es perfecta. Saltar el control es al fin y al cabo descansar en lo obvio, en lo que hay en lo que es. Aceptar las heridas propias y las que uno provoca. Aceptar el rostro "feo" o menos bonito de uno mismo y del entorno.
Es decir poner conciencia en la equivocación, es poner conciencia en los recursos y en las limitaciones propias. Aprender a estar en contacto con uno mismo, con el otro y con el mundo.Asi desarrollamos la capacidad del propio juicio o conocimiento de sí. Con el conocimiento de que éste juicio no es completo si no que se va construyendo a medida que uno crece y se pone en contacto con el mundo, auto actualizandose y desvaneciendo equivocaciones.
(*)Psicólogo Clínico- Psicoterapeuta
