La Provincia - Diario de Las Palmas

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vi festival internacional de cine de dakhla

Un paraíso entre el mar y el desierto

La ciudad de Dakhla celebró el pasado fin de semana la sexta edición de su festival de cine con invitados de todo el mundo que pudieron descubrir las maravillas de este enclave poco conocido

El empresario grancanario Manolo García con su fábrica de navajas. LP/DLP

Dakhla es una pequeña joya situada en la costa oeste del continente africano. A una hora y veinte minutos en avión desde Canarias, la antigua colonia española que llevara el nombre de Villa Cisneros es un paisaje que desconcierta dentro de la geografía de Marruecos, no sólo por estar ubicado en una bahía en el Atlántico al borde del desierto del Sáhara, sino por su clima templado y suave y por su población hospitalaria. Estas fantásticas características convierten al Festival Internacional de Cine de esta ciudad en un evento de lo más atractivo para el aficionado.

El ejemplo más claro ha sido su última y sexta edición, que tuvo lugar entre el 20 y 23 de noviembre pasados, y a la que acudieron numerosas estrellas procedentes de países de todo el mundo, entre las que se encontraban la actriz grancanaria y directora del Festival de Cine de Gáldar, Ruth Armas, que recibió un homenaje a su carrera.

Pero este festival, situado en una ciudad que, paradójicamente, no tiene salas de cine, es una oportunidad para juntar distintas culturas de todas las partes del mundo, un desfile de invitados de todos lados que estuvieron ubicados en hoteles de la zona como el Sahara Regency, Doumss y Bab Al Bahar.

Este año participaban un total de 30 cintas de 14 países como Suecia, Irak y Palestina. Nada más bajar del avión, el visitante queda atrapado por la tranquilidad y seguridad que reina en todo momento en la zona, por la arquitectura austera, mestiza y ordenada, y por su singular situación entre el desierto y el mar en una franja de 30 kilómetros. Con la impagable labor del responsable de organización, Hamanna Maalainine para resolver cualquier problema, los representantes de los medios canarios acudimos al imponente Palacio de Congresos de la ciudad el día de la inauguración. Una estruendosa batucada y la actuación del grupo Sgailina con sus cánticos autóctonos, bailes exóticos y luchas dramatizadas, recibieron a los entusiasmados visitantes. La formación saharaui unió al retumbar de percusiones, el sonido de un singular instrumento llamado tidinit, mezcla entre guitarra y sitar.

Actores como el sirio Jamal Solaimane, recibido como un auténtico fenómeno social por las féminas, la veterana actriz marroquí Chairia Adraoui, muy querida en este enclave, o la mismísima Ruth Armas, fueron los primeros en llegar al evento. La estrella siria no tuvo reparos en atender a los medios y asegurar que le gustaba mucho ir a Marruecos. "He rodado en algunos lugares en España", dijo a los presentes. "Fueron un total de noventa episodios para la televisión siria sobre la vida del rey árabe Abderramán. Estuvimos en Granada y utilizamos como plató los fantástico palacios que tiene", añadió.

Por su parte, la actriz gran canaria reconocía que asistir a un festival de esta categoría "es lo que nos empuja a los actores a seguir en nuestro trabajo", y aseguraba sentirse halagada por la hospitalidad de los habitantes. También estuvieron el joven Hatim Abdelghafour, conocido por su participación en la serie Un burka por amor, la actriz madrileña María Cantuel, que ha trabajado en Águila Roja, El barco o Isabel o la saharahui Nabiha Brny. El director marroquí Mohamed Fadel Jumuni y el actor Hicham Buzidi Hussein emplearon bastante tiempo en explicar a los periodistas los entresijos de su película La sombra en la que denuncia el tráfico de personas desde África hacia las Islas.

El primero reconocía que se le había ocurrido el filme viendo algunos reportajes. "He grabado la película en lengua hassanía", aclaró, "un dialecto del árabe de la región desértica del Magreb, entre el sur de Marruecos, suroeste de Argelia, Sáhara Occidental y Mauritania, y en zonas de Malí, Níger y Senegal, para que lo entiendan el mayor número de personas". Jumuhi quiso mostrar que no todo es tan bonito como parece y que "es mejor trabajar en tu tierra que morir en el intento de lograr una vida más digna".

Por su parte, el actor Hicham Buzidi, que interpreta el papel protagonista de Josein, el cual viaja en patera desde Marruecos, reconoció que él era de los que hasta hace más bien poco animaban a los jóvenes a dar el salto a las Islas para ganar dinero, pero que tuvo la ocasión de emigrar a Canarias y supo que lo que hizo "fue un error".

Con el fondo de una música moderna arabeizada, la gala estuvo animada por la carismática presentadora de los informativos de la televisión del país, Zoubaida el Fathir, y contó con la presencia de numerosos representantes políticos como el Waly de la región, Oued Eddhab; el ministro de Turismo, Lahsen Haddad; el ministro de comunicación, Mustsfa Ihalfi, o la directora artística del festival Asma Graimichela. Uno de los momentos más emocionantes tuvo lugar cuando Chaibia Adraoui, un auténtico mito en el país, dio su discurso y todo terminó con la proyección del filme inaugural And one way to Antibes del singular realizador sueco Richard Hubert.

La representación canaria, formada por redactores de los principales periódicos de Las Palmas, y presentadora y cámara de la Televisión Canaria, acudimos previamente a visitar la zona más turística del lugar, Dahkar Attitude, un sitio extremadamente paradisiaco al que acude turistas del norte de Europa para descansar y disfrutar de todas las modalidades del surf, muy especialmente del kite-surf.

El segundo día comenzó con un debate en el salón de actos sobre los derechos de autor con la presencia del presidente del Sindicato de Músicos Marroquíes, Mohamed Al Ami, y el vicepresidente de los Derechos de Autor de Marruecos, Hossein Radi, en laque establecieron similitudes con la legislación española. En la programación del día destacó una de las películas suecas, Hotell, de la realizadora Lisa Langseth, en la que destacaba la fenomenal actuación de Alicia Vikander, que interpreta a un personaje que intenta rehacer su vida después de que todos los soportes vitales que sujetan a la misma se desmoronen. Jamal Solamaine ofreció un coloquio sobre Siria y el cine de su país.

Otro momento inolvidable fue el viaje a Boutalha, una zona importante de la bahía donde se sirven quizás las mejores ostras del mundo. Tras el almuerzo, resultó ser el lugar ideal para entrevistar al director del Festival. ChaRaffedine Zinelabidine sostiene que "en el marco de los trabajos del centro de turismo de Dakhla quisimos mantener un evento que tuviera que ver con Canarias y Dakhla para intentar mover más el turismo y promocionarlo en un alto nivel". Según el director, existe una estrategia de aquí a 2020 para promocionar lo que es el turismo en la ciudad, con el objetivo de firmar un acuerdo entre las agencias de viaje canarias y las de Dakhla, porque saben que en las Islas se recibe sólo turismo europeo, alemán principalmente.

"Queremos que los habitantes de Las Palmas vengan a disfrutar de nuestra ciudad. El 90% de la población de Dakhla pasan sus vacaciones siempre en Las Palmas. Los aviones van llenos. Pero de aquí al año 2020 queremos que el turismo sea el primer sector de la ciudad por encima de la pesca. El New York Times ha reconocido que Dakhla es uno de los 25 destinos turísticos más importantes", dijo.

La segunda jornada deparó una impactante película de la sección a competición. In the Sands of Babylon, dirigido por Mohamed Al-Daradji, es un reflexivo filme, rodado sin concesiones, que aborda la guerra del Golfo y que está protagonizada por un soldado que huye de Kuwait teniendo que cruzar el desierto del sur deslizándose entre el régimen de Saddam y las balas americana. Este mismo día pudimos visitar Casa Lola, un restaurante regentado por una pareja de maños que llevan cuatro años en Marruecos, y comprobar cómo la ciudad se paraliza para ver el derbi entre el Barça y el Real Madrid.

El tercer día fue el más intenso. La mañana comenzó con una visita al café restaurante Samarcanda donde nos encontramos con el empresario grancanario Manolo García, que lleva 40 años dedicado al mundo de la pesca en Dakhlar. "En Canarias tenemos la pesca de bajura, pero luego se desploma a dos o tres kilómetros de profundidad. Pero aquí el banco canario-sahariano tiene entre 20 o 30 metros, y luego llega a 300, por lo que no llega a las cantidades de Canarias, y es más fácil para la pesca", aseguró. La ciudad está a unos 600 km de las Islas. Tiene 150.000 habitantes situados en una estrecha península que se adentra en el mar y este rico banco de pesca hace que tenga uno de los puertos más importantes de la costa noroccidental africana. "Los barcos traen chicharro, caballa, sardina, y casi toda para la fábrica de conserva local", afirma el empresario. "Aquí entran dos mil toneladas de sardina diarias. Entre las de aquí y las de fuera hay más de cien empresas y miles de personas trabajando en el sector", añadió.

Efectivamente, el principal motor económico de Dkhla viene del mar, aunque la agricultura va aumentado "y pronto será tan importante como la pesca", augura el propio Manolo García. Poco después llegamos al muelle donde pudimos ver cómo se trabaja en el sector pesquero y donde desembarcan unos 70 barcos diarios. "Faenan todos los días excepto los viernes porque es el día sagrado del Islam. Cada barco lleva entre 35 y 40 personas y pescan a 15 o 20 millas. Hay días que hay que salir a 30 millas porque la sardina se aleja".

Tras almorzar en el restaurante L' Hacienda, pude entrevistar a Abdesslam Boutayeb, director del Festival de Cine de Nador, uno de los más importantes de un país que tiene un total de 59 festivales. "Cada año trabajamos sobre un tema concreto y el próximo será sobre el Mediterráneo como memoria del mundo", afirmó. El festival contará con numerosas personalidades invitadas entre las que se incluye la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero. "Este año va a ser importante la Declaración de Nador sobre qué puede aportar la democracia española a este Mediterráneo que está en uno de sus momentos más difíciles. Somos un festival de memoria común. Hacemos un cine muy cultural y político con historiadores, políticos y directores de cine". La intención de Boutayeb es, en un futuro, celebrar el festival de Nador junto con el de Dahklar y también el de Gáldar. "Gracias al festival de Dakhlar cada vez hay más gente que conoce esta ciudad en el mundo, y puede ser un medio para que muchos vengan a invertir. Pero si se abre el festival Canarias va a haber un intercambio cultural".

Por la tarde, se proyectó en la sala de cine otro filme de la sección oficial a competición, la jordana Theeb, de Naji Abu Nowar, cuya acción transcurre en 1916 en Arabia. La historia, contada a través de bellos paisajes arábicos, aborda la historia de Theeb -lobo en árabe- y su hermano Hussein en una tribu beduina del Imperio Otomano, cuyas vidas son interrumpidas con la llegada de un oficial del ejército británico. Este sensible e inteligente filme obtendría al día siguiente el Gran Premio de Dakhla como ganadora de la sección en competición. El resto de la jornada transcurrió entre la visita al mercadillo, con una zona de artesanía impresionante de arquitectura árabe, la fábrica de navajas de Manolo García y un te en la playa ya de madrugada con todos los invitados.

En la clausura, el lunes 23, se repitió una jornada tan curiosa como la inaugural. Tras la entrega del premio a la mejor película a Naji Abu Nowar, también se repartieron los galardones a la mejor actriz para Noufissa Benchahida de Marruecos y el premio al mejor actor al irakí Samar Mohamed. En fin, tres días intensos e irrepetibles. Un cóctel de playa, gastronomía y cultura de lo más recomendables.

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