El origen del Estado Islámico (EI) se encuentra en la guerra de Irak, desencadenada en 2003 por la invasión de Estados Unidos.
Su inspiración es el wahabismo salafista, corriente del sunismo (rama mayoritaria del Islam) que interpreta con rigor extremo la ley islámica o Sharia.
El wahabismo, minoritario en el conjunto del sunismo, es sin embargo mayoritario en Arabia Saudí, que financia su expansión mundial gracias a sus ingresos petroleros.
El Estado Islámico nace en 2004 como grupo yihadista (de Yihad, guerra santa), consagrado a la lucha contra los soldados de EE UU y contra sus aliados chiíes (rama minoritaria del Islam) del Gobierno iraquí.
Dirigido por el jordano Abu Musab al Zarqaui, en octubre de 2004 se une a Al Qaeda, autora de los atentados del 11-S, y pasa a ser su filial en Irak.
En junio de 2006 Al Zarqaui muere en un ataque aéreo de Estados Unidos. Su sucesor, Rashid al Baghdadi, emprende una expansión territorial y rebautiza al grupo como Estado Islámico de Irak.
En el año 2011, tras el estallido de la guerra civil en Siria, el grupo, dirigido ahora por Abu Bakr al Baghdadi, amplía su campo de acción, pasando a llamarse Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, en inglés; Daesh, en árabe).
En la primavera de 2014, el Estado Islámico salta al primer plano mundial tras conquistar Mosul -la segunda ciudad de Irak- y amenazar Bagdad en alianza con tribus locales y antiguos soldados del depuesto Saddam Hussein.
Tras romper todo lazo con Al Qaeda, en junio de 2014 el ISIS proclama el Califato en sus territorios sirios e iraquíes y pasa a llamarse Estado Islámico, con la voluntad de dominar el orbe musulmán. EE UU empieza a combatirlo con ataques aéreos en Irak y Siria.
Conocido por su extrema violencia, el grupo, que cuenta con decenas de miles de milicianos, domina la ciberpropaganda y las tácticas del terror (decapitaciones, destrucción de restos arqueológicos). Atrae a miles de voluntarios de casi cien países, tomando el relevo de Al Qaeda como máximo referente yihadista.
Sus finanzas, varios millones de euros diarios, se alimentan con donaciones de las petromonarquías del Golfo y todo tipo de tráficos ilegales, empezando por el petróleo. Los atentados de París y el derribo de un avión ruso sobre Egipto, el 31 de octubre, marcan el inicio de sus ataques a Occidente.
