La Provincia - Diario de Las Palmas

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Feria Internacional de Turismo (Fitur 2016)

El sueño de viajar

Sin necesidad de comprar pasajes ni hacer reservas de hotel, Fitur permite viajar a lugares tan lejanos y caros como se quiera. Y en este escaparate mundial del turismo, Canarias ofrece su mejor perfil

Graciliano Díaz, 'el rey de los zumos', lleva 22 años acudiendo a las ferias de Turismo.

Nadie logró un éxito tan unánime en este escaparate mundial de viajes alucinantes y souvenirs diversos. Ni el quebrantahuesos de Castilla y León, una gigantesca ave que se pavoneaba por unos de los pabellones, perseguida por un tropel de teléfonos móviles que trataban de inmortalizar su hermoso plumaje, ni siquiera la sonrisa enigmática de dos pálidas geishas, que además regalaban cerveza japonesa y sopa de tofu. El gran triunfador de la Feria Internacional de Turismo fue un canario: Graciliano Díaz Rivero y su maestría para preparar los jugos más deliciosos que se hayan podido probar en una cita como esta. La cola resultó inmensa, superando las expectativas. Nada mejor que un rico y sano jugo o zumo de papaya, piña, mango y aloe vera para alejar el cansancio y desatar el buen ánimo.

Graciliano, un canario por los cuatro costados, la madre de Gran Canaria, el padre gomero y él de Tenerife, lleva ya 22 años acudiendo a Fitur, "también voy a Berlín y a Londres, a los extranjeros les chifla nuestra fruta".

Al principio, reconoce que a los peninsulares les costaba probar otros sabores frutales, "ellos sólo querían naranja, manzana, ya sabes, sota, caballo y rey, pero ahora no, como a todos les encanta lo que hacemos".

Sólo hay que quedarse un rato, unos minutos, delante de este puesto de jugos que ofrece como reclamo para visitantes la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias y no dejan de aparecer profesionales de otras comunidades autónomas, y de otros países que llegan hablando de lo bueno que están las combinaciones que hace Graciliano, "todo natural", repite con la mejor de sus sonrisas, mientras sigue llenando los vasos de plástico a un ritmo vertiginoso.

Medio estresado ante tal riada de peticiones, Graciliano tiene que poner el cartel de pausa, para poder coger aire, "es que no me dejan ni un minuto", y de inmediato aparecen dos señoras con las bolsas llenas de folletos, qué quieren saber cuándo vuelve a abrir este quiosco de las frutas exóticas.

Entre personajes y souvenirs

Fitur lleva tiempo consolidada como una de las ferias más importantes del turismo, nada menos que 165 países y regiones se dan cita en estos ocho pabellones de Ifema en Madrid. Y cada uno de estos territorios llega dispuesto a sacar lo mejor que tiene, sus imágenes más llamativas, los personajes más curiosos, que puedan servir como atracción fatal o simple reclamo, y los souvenirs más buscados y extraños con los que obsequiar a la variada asistencia, desde navajas de Albacete a pastilleros de Valencia, esta diversidad resulta sobrecogedora.

Pasear por la feria supone sobre todo un viaje diverso desde Europa al más lejano confín. Los largos pabellones se transforman en escaparates multicolores poblado por seres que no son de este mundo.

Junto a la provincia de Cuenca podía verse un gran dinosaurio que competía en interés con un grupo de actores, tal vez extraviados de la máquina del tiempo, porque venían liderados por una simpática Santa Teresa de Jesús. Junto a ellos y para gran entusiasmo de la santa se paraba el cocinero del programa de televisión MasterChef, Pepe Rodríguez. Si algo distingue y caracteriza a Fitur, a lo largo de su historia, es que además de poder ver y disfrutar con la oferta que presentan las distintas comunidades siempre acaban por hacer acto de presencia famosos de la tele. Cada vez que se ve a un grupo de cámaras y fotógrafos correr como posesos habrá que esperar que detrás de esa nube aparezca uno de esos personajes o también el presidente de alguna comunidad autónoma. En Fitur hay sitio y tiempo para que pueda darse cualquier suceso que merezca salir en la galería de imágenes. Como la ocurrencia de un azafato del Puerto de La Cruz, Sergio Hernández, quien no dudó en regalarle al ministro en funciones, José Manuel Soria, un folleto sobre las excelencias de la ciudad turística y que además le permitía participar en el sorteo de un viaje con destino a esta localidad del norte de Tenerife. Ante tal atrevimiento, el resto de sus compañeros acudieron en tropel a darle la enhorabuena ante su divertida puesta en escena.

Al final, detrás de tanta algarabía, también habrá que detenerse en el trabajo de los profesionales que tratan de conseguir nuevos clientes o convencer a las compañías áreas para que abran nuevas rutas con las que ampliar la oferta de vuelos.

Los chicos del San Cristóbal

Canarias es una habitual a esta cita, como al resto de ferias turísticas. Las Islas, acostumbradas a estos eventos, se acomodan con facilidad tratando de ofrecer su mejor perfil. Un año más promueven la variedad de su territorio: La Palma y su red de senderos, El Hierro, pura magia, La Gomera verde, tal vez menos conocida, aunque siempre llamando la atención con ese silbo que estremece, y los destinos más consolidados, Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura, sin olvidar a La Graciosa, que se abre paso con gran solvencia.

Precisamente, en esta edición hay que resaltar que será la última vez que Tony Orosa hable de las bellezas de Timanfaya y los Centros de Arte y Cultura. Después de 38 años cuelga el uniforme y se retira. Eso sí, como no está acostumbrado a la indolencia, ya anuncia que se dedicará a la floristería que acaba de abrir en Arrecife.

En el stand de Gran Canaria llama la atención la presencia de un grupo amplio de chicos jóvenes, alumnos del ciclo de Turismo del Instituto de San Cristóbal, encantados con hacer este tipo de prácticas remuneradas en un lugar como Fitur. Y no es la primera vez que el Patronato opta por contar con estudiantes para que se encarguen de informar sobre lo que ofrece la isla.

Idaira Herrera ofrece su mejor sonrisa. Sin el menor atisbo de cansancio hace un resumen pormenorizado de todas las peticiones que ha recibido por parte de los profesionales que desean vender como producto la isla al completo, "quieren que les demos mapas de rutas de senderos, pero no separados por municipios, sino generales, de toda Gran Canaria. También preguntan mucho por ofertas de alojamientos y lugares dónde comer".

Para este grupo de alumnos esta estancia en la Feria resulta muy atractiva, es la primera vez que vienen y les encanta poder desarrollar su trabajo en un lugar como éste.

Este domingo termina Fitur, el broche que cierra las posibilidades del público en general que quiera darse una vuelta por este mundo diverso. Si la presencia de políticos, famosos y personajes extraños es una de las constantes en estos pabellones de Ifema, también hay que resaltar la asistencia reiterada de los buscadores compulsivos de tesoros. Señores que con bolsos de grandes dimensiones salen en busca de pequeños recuerdos que llevarse a casa. Tampoco son muy exigentes y siempre aceptan de buen grado poder llevarse lo que caiga, ya sea un pin de Tanzania, carteles de Singapur o esa extraña cajita para guardar pastillas que regalaban en el stand de la Comunidad de Murcia.

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