El internet de las cosas va a suponer una proliferación exponencial de objetos conectados, lo que significa que harán falta redes más rápidas, de mayor alcance, y con capacidad para muchos más dispositivos. Será la telefonía 5G, y los cimientos para ese gran avance tecnológico se han puesto en el Mobile World Congress de este año. En 2020 estará operativa y supondrá un cambio en todos los sentidos.