La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los ramos para la 'Burrita'

Los ramos para la 'Burrita'

Con manos ágiles, diestras, acostumbradas a entrelazar ramas finas de palmera, un grupo de mujeres y hombres se afanaban estos días atrás para tener listos los tradicionales ramos que llevaran hoy en la popular procesión de la 'Burrita'. Este taller de ramos de palma se ha llevado a cabo en el Museo de la loza Adelfina Cubas en La Aldea de San Nicolás.

De lunes a jueves, este grupo daba los últimos retoques a esta pequeña obra de orfebrería. Los encargados de organizar este trabajo vuelven a ser Juanito y Nievitas. Lo llevan haciendo algunos años. Se trata de localizar las ramas de palmeras, la materia prima con la que hacer los ramos, después el objetivo es entregar a la Iglesia toda la producción para que pueda venderse el día de la procesión y con el dinero que se recaude poder hacer frente a algunos proyectos solidarios.

En un documental que grabó la Asociación Proyecto Comunitario La Aldea puede verse el trabajo que supone recoger las ramas finas de lo alto de las palmeras. Tienen que ser hojas blancas, explica el atrevido que se encarga de escalar tan arriba. Lo demás, el entrelazado, es una pequeña obra de arte.

Mientras tejen las ramas blancas, Nievitas, Yolanda, Maribel o Carmencita no dejan de contar historias. De lo último que ha pasado en el pueblo, de la carretera, y de aquellos tiempos, cuando todas tenían que trabajar en las fincas y después les tocaba empaquetar los tomates hasta que se hacía de noche. Y las perras que le pagaban, "diez pesetas y media el día". Otra apunta: "Me acuerdo que salía de misa y me compraba un pan que valía medio duro". La risa de alguna ocurrencia interrumpe el trabajo, pero sólo durante el tiempo el que se secan las lágrimas y vuelven a entrelazar los hilos de rama.

Estos días se han acordado mucho de Finita, tal vez la vecina con más años de la Aldea. Una de esas mujeres fuertes acostumbradas a bregar con todo, y con una cabeza bien puesta, llena de historias, de esas que embelesan, que dejan al otro aturdido y feliz.

Sólo las piernas cansadas le impiden a veces acercarse hasta este Museo y seguir con la charla distendida mientras los días pasan y llega por fin Semana Santa, y las procesiones, esas a las que todas ellas van, porque les gusta.

Compartir el artículo

stats