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medicina y Salud

Hernia discal, el precio de la obesidad y el sedentarismo

"La no resolución de los síntomas en un plazo de entre seis y ocho semanas nos lleva a la cirugía", sostiene el traumatólogo Gonzalo Acebal

Se estima que el tres por ciento de los dolores de espalda tienen su origen en una hernia discal. Se trata de una patología que, contrariamente a lo que pueda parecer a priori, aparece más frecuentemente en personas con hábitos o trabajos sedentarios. El traumatólogo Gonzalo Acebal Cortina expone las claves de la hernia discal. A su juicio, "la no resolución de los síntomas del paciente en un plazo de entre seis y ocho semanas nos lleva de la mano a la cirugía".

¿Qué es?

El disco intervertebral es una estructura anatómica que se sitúa entre dos vértebras y cuya principal característica es su viscoelasticidad. En otras palabras, es capaz de deformarse y recuperarse como hace una buena almohada. Absorbe impactos y distribuye cargas. Para que esto suceda tiene una anatomía consistente en una parte central llamada núcleo y una parte periférica llamada anulus. A modo de resumen, se asemeja a un huevo frito: el anulus es la clara, y el núcleo, la yema. Una hernia discal es una rotura del anulus con la correspondiente fuga del núcleo a su través. Se rompe la clara y se cuela la yema.

Tipos

Podemos distinguir dos clasificaciones: por su localización o por las características anatómicas. Haciendo hincapié en la segunda, definiremos hernia contenida, emigrada, extruida o secuestrada. Cada uno de estos tipos se refiere a la situación anatómica del fragmento de núcleo que se "ha colado" a través del anulus.

Síntomas

Varían en función de su localización. Las hernias centrales se manifiestan a modo de lumbalgia más/menos aguda dependiendo de la brusquedad o no de la aparición de la hernia. Las hernias laterales comprimen la raíz nerviosa y ello conlleva la aparición de un dolor irradiado a lo largo de la pierna (o del brazo si la hernia es cervical). Este tipo de dolor es conocido como "ciática".

El mayor problema pueden causarlo las hernias de localización en la columna torácica y las centrales cervicales, puesto que pueden comprometer la médula. Afortunadamente, son más infrecuentes.

Prevalencia

Se considera que el tres por ciento de los dolores de espalda son debido a la existencia de una hernia discal. Sin embargo, ante la presencia de una ciática, la posibilidad de que sea debida a una hernia supera el 50 por ciento. No podemos afirmar si la incidencia de casos ha aumentado en los últimos tiempos, aunque sí lo parece. No obstante, esta afirmación está sesgada, en parte porque las pruebas diagnósticas están más accesibles y en parte porque desconocemos el número de hernias asintomáticas.

Varones y mujeres

La mayor incidencia de hernia discal es en varones entre 30 y 50 años. El 65 por ciento son hombres y el 35 por ciento mujeres

¿Origen laboral?

Contrariamente a lo que se piensa, la presencia de una hernia discal es mas frecuente en profesiones sedentarias. Trabajos en posturas mantenidas y de tipo repetitivo son también fuente de problemas discales.

Factores de riesgo

Los que más inciden en su presentación son: obesidad, trabajo sedentario, inactividad física y factores genéticos aún no bien tipificados.

Prevención

En muchas empresas, los servicios de prevención inciden en estos aspectos, sobre todo en cadenas de montaje, colocadores en grandes superficies... Hay factores que son responsabilidad individual: mantener el peso en límites correctos, hacer ejercicio físico siempre aeróbico (sin fatiga), evitar tóxicos... Los factores genéticos no influyen directamente en la aparición de hernia discal pero sí lo hacen en la degeneración precoz del disco (equivalente a un huevo frito en exceso, "con puntilla"). En esta situación, el disco pierde parte de su viscoelasticidad y, por ende, el anulus puede fisurarse mas fácil y facilitar la salida del núcleo.

Ir al médico

El primer episodio de lumbalgia aguda cede sólo con un analgésico y un reposo relativo de tres o cuatro días. Si la lumbalgia reincide, debe acudir a su médico de familia. La presencia de irradiación (ciática) suele necesitar desde el principio la ayuda de su médico. En ambos casos, éste tiene criterio suficiente para decidir cuando solicitar una prueba o el momento de remitir a un especialista.

Atención en centros de salud

No puedo definirlo con rotundidad, pero el nivel medio actual, al menos en nuestra área sanitaria, es excelente. Debe remitirse al especialista cualquier lumbalgia acompañada de fiebre, dolor intenso nocturno, pérdida de peso, antecedentes tumorales... Son las llamadas "banderas rojas". Todos los médicos de atención primaria las conocen. Respecto al dolor ciático, se considera que si en el plazo de seis semanas no remite con el tratamiento de su médico, debe enviarse a consulta especializada. Tanto en la lumbalgia como en la ciática, la pérdida de esfínteres o la aparición de parálisis parcial o total es indicación de acudir a un servicio de urgencias hospitalario.

¿Qué especialista?

El problema no es la especialidad , cirugía ortopédica o neurocirugía. La solución es que el médico controle el proceso y sepa resolverlo de manera conservadora o quirúrgica. A día de hoy, ambos empleamos las mismas técnicas.

Tratamientos

Sólo existen dos: conservador o quirúrgico. La confusión radica en que el conservador incluye no sólo tratamiento medicamentoso y rehabilitador, sino técnicas paralelas: ozonoterapia, quiropraxia, acupuntura, infiltraciones... La finalidad es conseguir que los síntomas cedan y no sea preciso operar. Por un medio o por otro, el 80 por ciento de los pacientes resuelven su problema sin precisar cirugía. El 20 por ciento restante intenta también el tratamiento conservador, pero fracasa y precisa ser intervenido.

¿Cuándo operar?

La no resolución de los síntomas del paciente en un plazo de entre seis y ocho semanas nos lleva de la mano a la cirugía. El cirujano, en estas circunstancias, debe sopesar cuidadosamente la correlación entre lo que cuenta el paciente (síntomas), lo que objetiva en la exploración (signos) y las imágenes de escaner o resonancia. Si no hay una correlación clara, se sopesará continuar un tiempo más con el tratamiento conservador.

Resultados de la cirugía

Ciertamente, son controvertidos. El problema, en mi opinión, radica en la indicación: ¿qué paciente operar y cuando? Aunque parezcan dos preguntas sencillas no son de fácil respuesta, pues hay multitud de variables que intervienen en la decisión y en el resultado final. El momento clave es cuando el paciente y el médico deciden que precisa cirugía. Debe quedar meridianamente claro qué técnica se empleará, cuáles son las expectativas del paciente, cuál es el futuro esperado...

Técnicas quirúrgicas

Aunque parezca increíble, la técnica no ha variado esencialmente desde hace 80 años. En pocas palabras, se trata de descomprimir lo que está comprimiendo. A día de hoy, la técnica, avalada a nivel mundial, es la discectomía microquirúrgica, la habitual en todos los hospitales del mundo. Las variantes actuales consisten en incisiones muy pequeñas para minimizar la agresión, estancias más cortas, recuperación mas rápida...

Dudas habituales

Una gran mayoría de los pacientes igualan hernia disca a cirugía obligatoria. Por supuesto, es falso. Recuerdo una frase del Dr. Cabot, quien hace 30 años decía: "Aquel cirujano que opera mas del 20 % de la hernias que diagnostica debe revisar sus conocimientos". Un error habitual es considerar la cirugía como algo banal. Si bien es una cirugía que en manos expertas no resulta muy compleja, el hecho de extirpar un fragmento de disco significa que para el resto de nuestra vida ese disco ya nunca será normal.

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