A partir de los treinta años se empieza a perder audición. No es mucha, y normalmente nunca llega a ser un problema. Pero en ocasiones puede llegar a serlo. Para comprobar nuestro nivel de audición, esta aplicación nos realiza un sencillo test -ojo, sin valor médico- que nos servirá de orientación para saber si tenemos el oído fino o estamos sordos como una tapia.