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Entrevista a Narciso Michavila

"Los partidos nuevos maduraron y envejecieron de forma acelerada"

"Muchos votantes del Partido Popular que en diciembre apoyaron a Ciudadanos por la corrupción volvieron a votar a Mariano Rajoy por el pacto de Rivera con los socialistas", afirma el sociólogo y especialista en análisis electoral, y líder de la consultora GAD3

"Los partidos nuevos maduraron y envejecieron de forma acelerada"

Narciso Michavila (Madrid, 1965), presidente de la consultora GAD3, sociólogo y especialista en análisis electoral y en opinión pública, analiza los resultados de los comicios generales del 26 de junio.

¿Pierden credibilidad las encuestas cuando se equivocan en sus previsiones electorales, como ocurrió el 26 de junio?

Siempre que se falla -y esta vez hemos fallado- no es bueno. Nosotros (GAD3) hemos pasado de ser la empresa que más acertaba con sus encuestas a ser la que menos se equivocó esta vez. Hemos errado bastante. Pero no debemos seguir atrapados en las encuestas. Ahora lo importante es analizar qué se votó y por qué, y, a partir de ahí, ver por qué nos hemos equivocado. Lo importante es el voto. Para saber por qué falló el termómetro (la encuesta), lo fundamental y previo es determinar por qué la temperatura ha sido más alta en unas zonas y más baja en otras. Y esto nos permitirá calibrar de nuevo el termómetro.

¿Ya tienen pistas sobre lo ocurrido?

El cambio de voto fue muy homogéneo en toda España. Aunque no se votó igual en todo el país (no es lo mismo, por ejemplo, Pontevedra que Tenerife), la evolución del voto fue muy similar en toda España, de modo que con que sólo hubiéramos sabido de antemano el voto final en cinco provincias hubiéramos sido capaces de anticipar el reparto exacto de los escaños en el conjunto de España porque las 52 circunscripciones se comportaron de forma homogénea. De los 350 escaños del Congreso, sólo cuatro se desviaron de esa pauta de comportamiento.

¿Por qué el desplazamiento del voto respecto a las elecciones de diciembre fue similar?

Porque obedeció más al cambio estratégico de los partidos políticos que a factores locales. La subida del PP fue homogénea en todo el territorio y la bajada de Podemos fue también análoga en el conjunto del país. Fue con el voto al PP y a Podemos con el que más nos equivocamos en los sondeos.

¿Por qué?

Podemos no logró fidelizar a sus electores como nos decían las encuestas. Al concurrir esta vez en confluencia con IU, creemos que una parte del electorado de IU no fue a votar o lo hizo a otras fuerzas. El giro de Podemos hacia la socialdemocracia al final de la campaña fue difícil de digerir para una parte del electorado de IU. En el caso del PP, los factores ligados a su gestión entre 2011 y 2015 (desigualdad, empleo, corrupción...) ya habían sido juzgados por los votantes en diciembre. Por lo tanto, lo que se dirimía ahora no era su gestión sino las posibilidades de gobernabilidad y de pactos posibles. El mensaje que primó esta vez fue que un Gobierno de izquierdas, alternativo al PP, no era posible porque esas fuerzas políticas no habían sido capaces de ponerse de acuerdo en los últimos meses tras las elecciones de diciembre. Y esto prevaleció más para muchos electores que la necesidad de cambiar de políticas, aunque estuviesen de acuerdo en la conveniencia del cambio y en ir hacia las llamadas políticas de progreso, derogar la reforma laboral, etcétera.

¿Por qué Podemos no logró, como dice, fidelizar a sus propios votantes?

En las elecciones de diciembre Podemos logró sacar de la abstención a gente que vio en esta organización un partido distinto a los tradicionales. Pero su comportamiento posterior fue muy político. Hubo mensajes contradictorios, las famosas comparecencia de prensa mientras el candidato socialista (Pedro Sánchez) estaba despachando con el Rey, la declaración de socialdemocracia... Podemos despistó a su electorado, que tiene un nivel muy cualitativo y exigente. Muchos de esos votantes de Podemos volvieron a la abstención. La gente pedía muchos cambios rápidos y estos partidos nuevos maduraron y envejecieron de forma acelerada.

¿Primó el pragmatismo?

Siempre hay. Cada uno vota lo que cree mejor para él y su entorno: las becas de los hijos, la desigualdad, la familia. Ahí no veo cambio. En Estados Unidos se dice que toda la política es local. Aunque se vote en clave general, se piensa en lo inmediato.

¿Funcionó el suelo en los grandes partidos? ¿Hay sectores de votantes forofos de una formación, haga ésta lo que haga?

Es un porcentaje grande, sobre todo entre las personas que llevan toda la vida votando a partidos tradicionales, como el PP y el PSOE. Son hinchas de esas formaciones, les perdonan más y le dan oportunidades para corregir errores. La motivación de estos votantes es que siempre han votado a esos partidos. Ciudadanos y Podemos tienen más difícil retener a sus electores porque son más jóvenes, tienen un nivel de estudios alto, son más críticos y más ambiciosos. Los partidos nuevos también lo tienen más difícil porque hacen propuestas más ambiciosas y por eso tienen más complicado cumplir con las expectativas.

¿La irrupción de partidos que aspiran a ser alternativas reales de Gobierno fue un fenómeno transitorio? ¿Hemos vuelto al bipartidismo, aunque en España siempre fue un bipartidismo imperfecto?

El año pasado el debate giró sobre si el bipartidismo había muerto. También se dijo en Alemania y luego se recompuso en la salida de la crisis. Lo previsible es que habrá un retorno a los grandes partidos en España, aunque no en el mismo grado de antes porque cada vez somos una sociedad más compleja, más fragmentada... y, por lo tanto, es una situación más difícil para los partidos 'atrapa todo'. Además, la mayoría social tiende a la moderación y esto da más posibilidades a los partidos moderados. Lo lógico es que quien peor lo pasa trate de cambiar las cosas. A los partidos nuevos los votan sobre todo los menores de los 45 años, que son los más machacados por la crisis. Pero muchos de ellos creyeron ver en estos meses que los partidos sólo se pelean entre ellos.

¿El desencuentro en la izquierda para formar Gobierno fue tan determinante?

Para mí sí. El PP subió en las encuestas en enero, pero bajó en cuanto Rajoy renunció a la propuesta del Rey para intentar ser investido. En ese momento el PSOE se disparó al alza cuando lo intentó y Podemos se hundió en los sondeos cuando no apoyó a Pedro Sánchez. El más castigado habría sido Pablo Iglesias, pero la unión con IU castigó a Alberto Garzón. De haber ido por separado, IU hubiese salido beneficiada. IU fue en diciembre la formación más castigada de la historia, obtuvo un millón de votos y sólo le dio derecho a dos escaños.

¿Fue por la ley D'Hondt?

Más bien por el tamaño de las circunscripciones. La ley D'Hondt es muy proporcional en circunscripciones como Madrid que elige ocho diputados, pero donde se eligen 3 o 4 diputados a los partidos pequeños los machaca.

¿La actitud de Rajoy, inhibiéndose de optar a la investidura, le fue útil?

La estrategia se valora por el resultado. ¿Tenía otra opción? No habría logrado la investidura y habría aparecido como fracasado. Le dio la vuelta y el fracasado fue Pedro Sánchez. Le salió bien. La opción nunca es elegir lo ideal, sino lo menos malo. En diciembre lo que hubo fue un plebiscito sobre Rajoy y su política y muchos de sus votantes quedaron en casa. Ahora el plebiscito era sobre Pablo Iglesias, y mucha gente salió a votar porque entre Iglesias y Rajoy prefirieron un Gobierno del PP. A Podemos le entró mal de altura. Su mensaje no es para seis millones de votantes.

¿Las turbulencias financieras y el miedo a la crisis que suscitó el viernes anterior el conocimiento de que Reino Unido había decidido irse de la UE pudieron influir?

Todo influye. Y es posible que algo haya influido el brexit. Las encuestas que hicimos justo después del brexit ya recogían una caída de Podemos y una subida del PSOE, pero no nos permiten saber de qué modo influyeron. Pero creer que el brexit determinó el resultado es un error. En España es mucha más la gente que no sabe que Reino Unido estaba en la Unión Europea y que decidió irse, y que no tiene interés en la Bolsa, que lo contrario. Hay más señoras ancianas en España que brokers e intermediarios financieros.

Pedro Sánchez (y el PSOE) llegó a estar en el centro de la política española mientras negoció y se debatió su investidura, pero, aunque logró derrotar a las encuestas e impidió ser rebasado por Podemos, empeoró aún más su resultado. ¿Fracasó?

Hay que elegir. Y a él le va a salvar que su alternativa interna, Susana Díaz, no puede exhibir un resultado mejor: de los cinco escaños que perdió el PSOE, dos los perdió en Andalucía. El resultado del PSOE fue malo, pero a largo plazo no lo es porque fue el partido más votado de la izquierda, no fue laminado -como sí le ocurrió a su homólogo, el Pasok, en Grecia-, y porque además bajó en escaños pero el PSOE subió en voto válido. Tanto el PSOE como Ciudadanos han salido esta vez muy castigados en escaños en relación a diciembre porque entonces todos habían sido primados porque se repartieron escaños que le hubiesen correspondido a IU de no ser por el efecto de las circunscripciones.

¿A Ciudadanos le perjudicó el acuerdo con el PSOE para formar Gobierno?

Yo creo que sí. Si se le viera con posibilidades de formar Gobierno recibiría más apoyo. Por eso salía mucho mejor en las encuestas antes de diciembre. Pero a la vista de que no pudo formar Gobierno por sí mismo y que además había apoyado al PSOE, muchos que llegaron a Ciudadanos desde el PP para que obligase al PP a depurar su corrupción volvieron a votar al PP.

¿En estos comicios se juzgaron sólo los últimos siete meses de gestión de unos y otros o también las legislaturas anteriores?

El voto estructural viene de lejos. La parte final del mandato de Zapatero hizo perder muchos votos al PSOE y la primera parte del de Rajoy, al PP. Pero el voto que ha cambiado ha sido por las alianzas y por el fracaso en la negociación del Gobierno en estos últimos meses pese a que estaban de acuerdo en echar a Rajoy y en hacer políticas de izquierdas. En estas elecciones se ha manifestado además que el Partido Animalista (Pacma) sigue creciendo. Tuvo 285.000 votos. Con una sola circunscripción, hubiese tenido cuatro diputados. Es la vía de escape de mucha gente que no está de acuerdo con los partidos tradicionales, expresan el deseo de cambio social y manifiestan su gran preocupación por los animales y la protección del medio ambiente. Si sigue así, en las próximas elecciones europeas Pacma logrará representación en el Europarlamento.

En el Reino Unido las encuestas estaban acertadas (daban ventaja al brexit en las semanas previas) pero se dieron la vuelta de forma errónea tras el asesinato de la diputada laborista y partidaria de la permanencia en la UE Jo Cox. ¿Influyó el crimen?

Algo influyó porque fue una campaña muy emocional. So-mos seres humanos. Yo creo que de no haber sido por el asesinato el brexit hubiese ganado aún con más holgura. Estuve allí y veías que iban ganando cada vez más, aun con argumentos sin fundamento o irrelevantes, como el coste de las traducciones.

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