Una vez cada quince días, los soldados del Regimiento 'Príncipe' llevan a cabo una jornada continuada de adiestramiento que dura entre día y medio y dos días. Se trata de una cadena extenuante de ejercicios físicos y tácticos que ponen a prueba el temple de los soldados.

8.00 horas. Izada de bandera. Todo el regimiento se reúne en el patio de armas del cuartel. El coronel Raimundo Roca, junto al suboficial mayor Rey, recibe las novedades de los batallones. Se da lectura a la orden del día y se leen las efemérides del regimiento. El acto continúa con el recitado del decálogo y el himno de la brigada.

9.00 horas. La segunda sección de la primera compañía del batallón San Quintín realiza ejercicios de fuerza en la pista portuguesa del cuartel. En la pista puede ejercitarse hasta una compañía al completo, unos cien soldados. En la pista se realizan pesas, planchas, abdominales... A poca distancia, cuatro soldados se preparan para participar en la Patrulla Tuy-Santiago, una carrera de 120 kilómetros -con el fusil reglamentario y una mochila de diez kilos encima- que debe realizarse en día y medio. Las patrullas tienen que rapelar, cruzar ríos y enfrentarse a todo tipo de obstáculos naturales. Tendrá lugar entre el 7 y el 9 de septiembre y a la misma envían equipos varias unidades del Ejército y otras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En otras ocasiones, se organizan marchas a través Noreña y Siero, de largo recorrido. Una vez al año, todo el regimiento se somete a la llamada prueba de unidad, consistente en correr diez kilómetros con una impedimenta de veinte kilos, incluida el arma reglamentaria. Debe realizarse en hora y media como máximo y el recorrido incluye todo tipo de terrenos. ¿Qué ocurre si la unidad no consigue realizar la prueba en el tiempo correspondiente? El coronel Roca contesta: "Se repite hasta que salga".

9.30 horas. La sección del teniente Martínez realiza ejercicios en la pista de pentatlón militar. Armados con fusiles CETME 762 -ya fuera de servicio, antecesor de la actual arma del Ejército, la HK G36-, saltan zanjas llenas de agua, pasan todo tipo de obstáculos, como muros que semejan antiguas barreras contracarro o túneles, rapelan o llevan a cabo un fast rope para recrear situaciones de combate.

10.30 horas. Mientras un grupo de soldados se ejercita en un simulador Virtual Battle System, donde se reproducen movimientos sobre el terreno y la conducción de vehículos, otros se ejercitan con el Victrix. En este simulador, de la casa Indra, se trabaja la postura y hábito de tiro, de forma que el soldado alcance un grado de automatismo que le permita actuar casi sin pensar. Los soldados pueden ejercitar el tiro a distancia o progresar por una calle de una abigarrada ciudad de Oriente Medio, en la que deben discriminar entre amigo y enemigo en cada esquina. En otra sala, otros soldados se ejercitan en el lanzamiento de misiles. Deben pasar unas 40 horas de simulador -alrededor de un año- antes de poder lanzar un misil guiado Spike, de fabricación israelí, o un TOW norteamericano, que cuestan unos 100.000 euros cada uno.

11.30 horas. En el aula de iniciación al combate urbano, en la que también entrenan agentes de la Policía y la Guardia Civil, un pelotón a las órdenes del teniente Martínez se adiestra en las tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) para entrar en viviendas y progresar a través de un laberinto de estancias, donde se multiplican las amenazas.

12.30 horas. La sección del teniente Mera, también de la primera compañía, se desplaza al polígono de tiro para ensayar con fuego real el asalto a una posi-ción del enemigo. De cada vez, cinco soldados realizan una carga frontal, apoyados por una ametralladora ligera. Un equipo médico, encabezado por el teniente reservista Andrés Llavona, supervisa la acción con una uvi móvil todoterreno.

14.00 horas. Los soldados de la primera compañía se reúnen para comer bajo varias tiendas de campaña. La comida la ha preparado la cabo Beatriz Suco con el ranchero Salvador Blanco en una cocina de campaña Arpa 2000. El menú está compuesto de ensalada de pasta, pollo empanado, patatas fritas y un plátano. Para beber, agua. El coste, 8,05 euros.

16.00 horas. El sargento Canseco adiestra a un grupo de soldados bisoños en la entrada en habitaciones, en el polígono de combate en población, en un lugar del complejo denominado La Torina. El conjunto, construido por los zapadores, simula una avenida de casas bajas y hay un check-point donde los vehículos tienen que entrar en zigzag.

16.30 horas. En el foso de tiro, los soldados ensayan el doble tap o par controlado, una técnica que consiste en realizar dos disparos bien apuntados, todo con fuego real.

17.30 horas. En la llamada vaguada de la sección, una zona que ha sido limpiada de árboles por los zapadores, los diecisiete soldados del pelotón del teniente Mera realizan un asalto contra cuatro enemigos bien escondidos. Los soldados van provistos de un sistema de duelo. Los fusiles disparan balas de fogueo y disponen de un puntero láser. Cada soldado lleva incorporados sensores en el casco y el pecho, que se activan en caso de ser alcanzados por el láser. Las escuadras van cercando a los soldados enemigos -vestidos con el uniforme para climas cálidos- hasta eliminarlos. El ejercicio permite saber cuántas bajas tendría el asalto y afinar los procedimientos.

18.00 horas. El pelotón del teniente Martínez realiza un ejercicio de movimiento, despliegue y reacción ante un ataque que tiene lugar en una zona boscosa. Dos escuadras ensayan cómo deben comportarse en caso de que se produzca un encuentro fortuito en una densa zona forestal y cómo romper el contacto, siempre apoyándose.

19.00 horas. En un escenario cuasi selvático -las orillas del río Noreña-, un pelotón al mando del teniente Martínez ensaya una progresión a través de un cauce de agua, una de las vías de infiltración en las líneas enemigas más seguras, aunque de tremendo desgaste.

20.00 horas. Un grupo de soldados, la mayoría bisoños, se instala en una zona boscosa para realizar prácticas de adaptación a recursos limitados o supervivencia. Aprenden a hacer un horno cherokee, filtrar agua de río con botellas, servilletas, piedras y arena, elaborar esterillas o edredones con bolsas de basura y hojarasca, cazar conejos o preparar un refugio.

21.00 horas. Hora de la cena.

22.30 horas. Tras ponerse el sol, se realizan prácticas en la pista de combate, con sistemas de visión nocturna y completo silencio.

2.00 horas. Fin de jornada.