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Una selección insular en madrid

Juntos por Canarias

Jugadores de Gran Canaria, Tenerife, La Palma y Lanzarote, que trabajan o estudian en la capital de España, forman parte del equipo Casa Canarias que defiende los colores amarillo, azul y blanco

Juntos por Canarias

concha de ganzo

El fútbol, a pesar de su aparente simplicidad, esconde valores y pasiones descomunales. Sólo hay que rebuscar en las palabras de algunos intelectuales para descubrir la grandeza de un deporte que puede llevar a provocar tal grado de locura. El escritor Eduardo Galeano se declaraba un mendigo de buen fútbol: "Yo voy por el mundo, sombrero en mano, y en los estadios suplico una linda jugadita por amor de Dios. Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me importe un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece".

Los secretos que esconde este deporte deben ser tan mágicos como la pócima de un alquimista. Una vez que los destellos de este brebaje calan en el interior de un individuo ya nadie podrá librarlo de su embrujo. Tal vez la respuesta más lógica a los efectos que provoca este juego habrá que buscarla en la variada gama de sentimientos que en apenas dos horas aparecen sobre el campo: pasión, odio, fidelidad, desencanto, felicidad, elementos viscerales que saltan como chispas y contagian casi por igual a jugadores, técnicos y sobre todo a los que miran, a los aficionados que vibran con sus colores.

Lejos de casa, lejos de las islas, un grupo de chicos de Gran Canaria, Tenerife, La Palma y Lanzarote han decidido unir sus fuerzas y formar parte de un equipo de fútbol el 'Casa Canarias' y lanzarse a la aventura de defender los colores de su tierra en la liga regional de la Comunidad de Madrid.

Como en USA

La idea de crear esta plantilla sólo contando con jugadores de las islas surgió de la Casa de Canarias en Madrid. Su nuevo presidente Roberto Miño, que había estado trabajando en Nueva York, conocía la idiosincrasia de las universidades norteamericanas en las que se potencia que sus mejores estudiantes puedan también triunfar en algún deporte.

Buscar a los posibles candidatos fue una tarea relativamente fácil, en Madrid hay muchos canarios que vienen para cursar estudios superiores o para realizar máster con los que ampliar su formación. También, cada vez son más los que lograr quedarse y se encuentran desempeñando una interesante actividad profesional, como el palmero Rafael Matos que trabaja en la empresa de fabricación de aviones Airbus.

Poco a poco la idea de formar una plantilla con garantías y además tener la oportunidad de jugar, no sólo partidillos de aficionados, sino competir contra otros clubes tomó forma. Roberto Miño reconoce que costó algún trabajo lograr que se aceptara su inscripción, pero al final se consiguió y de hecho ya han jugado sus dos primeros partidos. En el primero lograron un empate, y en el segundo ganaron por 3 a 0 al Villaverde B. Como proclama orgulloso su presidente se mantienen invitos.

La posibilidad de poder jugar, volver a participar en un equipo con otros compañeros y además defendiendo los colores de su tierra, ha sido un aliciente tan grande que se han presentado más voluntarios de los esperados. A las pruebas para formar parte de este club acudieron 34 chicos, y han tenido que hacer algunos descartes hasta que definitivamente se cerró la plantilla con 20.

Sin primas

Los entrenamientos los suelen hacer dos veces en semana en los campos de fútbol de Canal, un complejo deportivo amplio y en el que también se puede practicar golf, tenis, pádel y running. Sobre las nueve y media de la noche, van llegando con sus bolsas de deportes y con la ilusión que supone formar parte de un proyecto tan innovador y gratificante. La mayoría ya había jugado en algún equipo de su isla, después al tener que trasladarse a Madrid para estudiar sólo podían disfrutar de este juego como la mayoría, como animados espectadores.

Uno de los primeros en aparecer es Néstor Navas de Lanzarote. Lleva seis años en Madrid estudiando Ingeniería Industrial, ahora ya está con el Proyecto Fin de Carrera. Al igual que el resto de elegidos viene con mucha ilusión, "sobre todo se trata de divertirnos, además entre todos hay muy buen rollo, y eso que sólo conocía a un par de ellos, pero estamos encantados".

Antes de saltar al césped para empezar con las primeras carreras, la mayoría aprovecha para contarse alguna de las cosas que les ha pasado a lo largo de la semana. También es el momento para definir estrategias y alegrarse con el buen juego desplegado por la U.D, en esta plantilla hay varios seguidores. El empate de la primera jornada los llenó de esperanza, y después del triunfo aplastante contra el Villaverde B ya sueñan con hacer algo grande. Nunca antes habían jugado juntos y de momento las cosas no van nada mal. Y eso que estos chicos sólo juegan por amor al arte, en estas categorías lo importante es poder formar parte de un grupo, aunque sea sin primas ni regalos extras.

Octavio Barrera es de Gran Canaria y el portero del equipo. Además, fue el autor del único gol de la primera jornada. Fue de penalti y él fue el elegido para lanzar esta pena máxima. Barrera tiene un largo historial como integrante de varios equipos en Las Palmas de Gran Canaria. En Madrid está estudiando Podología pero no descarta seguir vinculado al fútbol, su auténtica pasión. Como gran seguidor de este deporte no duda en explicar con detalle lo que destaca de sus jugadores preferidos como De Gea también considera que Zidane se equivocó al poner tan pronto en la portería a Keylor Navas y no dejar a Casilla, "que estaba en forma, y lo estaba haciendo muy bien", sentencia este portero del nuevo equipo de la Tercera Regional de la liga madrileña.

Equipación

En esta plantilla de canarios, con edades entre los 19 y los 23 años, hay periodistas, abogados, ingenieros, la mayoría aun acabando sus carreras, y otros ya trabajando, pero todos encantados con este proyecto. Tal vez sólo lamentan que entre los jugadores no haya compañeros de Fuerteventura, El Hierro y La Gomera, islas que faltan por aportar sus fichajes a este equipo con grandes aspiraciones.

Una de las curiosidades del 'Casa Canarias' es su equipación. Para que nadie se sintiera ofendido ni postergado, se eligió el amarillo y el azul como clara aportación de la UD. Además, en la camiseta, en la parte superior, también lleva una franja con el color del Tenerife. Lo más llamativo de la indumentaria tiene que ver con las medias largas, único equipo admitido en esta liga al que se le ha permitido lleva una media blanca y otra azul, así los clubes principales del Archipiélago tienen su cuota de representación.

El lagunero Jorge González es uno de los afortunados que sigue en Madrid trabajando como ingeniero industrial. Casi como un profesional del fútbol asegura que en este equipo juega como media punta "o donde decida el míster". Al igual que el resto de compañeros se enteró por otros amigos de la idea lanzada desde la Casa de Canarias y no dudó en presentarse a las pruebas. En Tenerife ya había jugado como federado en equipos como el Laguna y el San José. Otro de los jugadores que ha logrado hacerse un hueco en el complicado mundo laboral es el palmero Rafael Matos, quien acabó su especialidad en Comercio y ya trabaja para la fábrica de los aviones Airbus.

Hay que destacar que en este club se toman las reglas en serio, y no sólo lucharon hasta conseguir inscribirse de forma oficial en la liga madrileña, sino que cuentan con un presidente, Roberto Miño y con un equipo técnico liderado por Guillermo Zulategui y el capitán Guillermo García Bello, que también imparte sus buenos consejos teóricos y prácticos.

Entre los máximos impulsores de esta propuesta futbolística se encuentra el licenciado en Comunicación Audiovisual y líder del grupo de música 'Solo Astra', Luis Sansó, natural del barrio de Vegueta en Las Palmas de Gran Canaria. Uno de los primeros en vincularse con este equipo y que confía en lograr algo importante ha sido Sansó. Para él el secreto de este grupo radica "en la ilusión, sólo nos movemos por eso, aquí no hay ni sueldos ni primas, pero nos apetece formar parte de este club".

A las diez de la noche pueden saltar al campo. Se reúnen for-mando un corro y reciben las in-dicaciones del entrenador. Escuchan con el interés de quien se toma este juego en serio. Después se lanzan a correr, a dar saltos y a confiar como los grandes jugadores en lograr un triunfo en el próximo encuentro.

Sólo hay que mirarlos a la cara para ver la definición de felicidad. Durante unas horas dejan sus estudios, el trabajo y pueden disfrutar con uno de sus juegos preferidos: el fútbol. Entrenar, jugar, y meter goles se convierte en esa pasión desatada, que recorre los campos de césped y que envuelve como una maraña a sus protagonistas. Tal vez habrá que creer en esas citas célebres del gran Galeano o en las locuras que cuentan de entrenadores tan apasionados que son capaces de pedirse un año sabático para poder seguir los entrenamientos de su técnico preferido. De momento, la realidad es que un equipo de canarios juega esta temporada en la Tercera Regional grupo 8 de la liga de la Comunidad de Madrid. Y de momento siguen invictos.

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