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Samsung galaxy note 7

¿Por qué se queman sus baterías?

Las baterías del último smartphone del gigante coreano Samsung no solo han provocado que se queme el dispositivo, sino que han calcinado gran parte de los beneficios y la reputación de la compañía

¿Por qué se queman sus baterías?

El desastre que ha acompañado al lanzamiento del Samsung Galaxy Note 7 y sus incendiarias baterías ha provocado una crisis sin precedentes no solo en la compañía surcoreana, sino también en el sector de la telefonía. Nunca una empresa tecnológica de tal envergadura había tenido que retirar su producto estrella tras vender más de dos millones de unidades. Y es que Samsung es, ni más ni menos, que el mayor fabricante de teléfonos móviles del planeta.

El Samsung Galaxy Note 7 no es defectuoso, es tan solo imperfecto. Y decir eso de un dispositivo surgido de las entrañas del país en el que la perfección es la única meta a la que se debe aspirar es decir mucho. Pero esa imperfección tan habitual en occidente, tan normal en todas las cosas no es aceptable para muchos. Aunque lo peor ha sido que a esa asumible imperfección se le ha unido un imprevisto de última hora: las prisas. Prisas por estar antes en el mercado, prisas por aparecer en los escaparates unos días antes que el enemigo disfrazado de manzana mordida que siempre cabalga su impoluto embalaje de cartón blanco. Había que estar en las manos de todo el planeta antes que el iPhone 7. Y ahí estuvo el problema, pese a que el pasado año le salió bien la jugada...

Cuando a principios de agosto a este rotativo se le ofreció la posibilidad de asistir a la presentación adelantada de "un nuevo dispositivo móvil" por parte de Samsung lo primero que tuvimos claro fue que se trataba del nuevo Note. El pasado año fue el Note 5 -se han saltado el 6- que vino acompañado del Galaxy S6 Edge Plus. El estratégico movimiento de Samsung adelantándose al ya tradicional lanzamiento en los primeros compases de septiembre del iPhone le fue bien el pasado año, por lo que era lógico intentar repetir la jugada. Pero si bien el Note 5 de 2015 no era más que un teléfono continuista con pocas novedades respecto al Galaxy S6 -de ese mismo año-, la situación era opuesta este 2016. El Note 7 no solo implementaba algunas características del Galaxy S7 presentado a principios de año, sino que añadía novedades nunca vistas. Y por eso era necesario probarlo todo a conciencia. En su presentación, mientras se iban enumerando la gran cantidad de innovaciones que incluía el Note 7, te dabas cuenta de que estabas ante un producto muy distinto, y así lo contamos en esta misma página la primera semana de agosto al afirmar que "era uno de los mejores dispositivos móviles jamás creados". Y aunque aquí nadie afirmó nada de su fiabilidad, tal razonamiento estaba basada en las novedades tecnológicas que incluía, como el escáner de retina o la gran capacidad de su batería, una batería que al parecer nadie probó a fondo. Las prisas...

Causa, efecto y baterías

Pero entonces, ¿por qué ha explotado la batería de los Galaxy Note 7? Huelga decir que la causa real nadie la sabe. O casi nadie. Pero conviene saber que el Note 7 montaba dos procesadores distintos: el Snapdragon 821 de la norteamericana Qualcomm y el Exynos 8893, fabricado por la propia Samsung. Al igual que con el Galaxy S7, los Note 7 montan indistintamente cualquiera de los dos procesadores desde que se lanzó el día 19 agosto, y a priori en ambos casos se obtiene el mismo rendimiento. Pero no la misma temperatura.

El Galaxy S7 equipado con el procesador Exynos se calienta cuando juegas intensamente hasta el punto de que casi podrías planchar la ropa con él. Y la pregunta del millón es: ¿habrá pasado algo parecido con el Note 7? El sobrecalentamiento del procesador bien podría provocar que la generosa batería de 3.500 mAh con carga rápida e inalámbrica se fuera al garete, aunque eso no explicaría por qué algunos se incendiaron cuando se estaban cargando.

Mientras Apple marcaba estos días máximos históricos en el Nasdaq estadounidense, Samsung veía cómo se volatilizaba su prestigio y las ganancias de todo un trimestre. Y quién sabe si no será peor: la previsión de beneficios se ha visto recortada en un 29% solo este trimestre y las acciones han caído más de un 10% en pocos días.

El próximo disparo de Samsung debe ser atronador, y mejor que ahora tenga bien calibrados sus cañones: el año que viene el iPhone cumple 10 años y el modelo que presentará Apple será atómico.

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