Antonio Silva Gil (Las Palmas de Gran Canaria, 1937) es un maestro nacional jubilado y profesor de Educación Física que ha dedicado toda su vida a la enseñanza. Fue premiado por el Cabildo de Gran Canaria y el Ministerio de Educación y Ciencia por haber alfabetizado a casi cuatrocientas personas de la isla que no sabían leer ni escribir.
Nació el 12 de julio de 1937, en plena guerra civil. Fue el tercer hijo de los cinco del matrimonio formado por Federico Silva y Josefa Gil. Obtuvo el título de maestro nacional de primera enseñanza en 1963, aunque su promoción culminó sus estudios en la Escuela de Magisterio de Las Palmas (actualmente Facultad de Formación del Profesorado) en 1960.
Como a él le gusta decir, "he dedicado casi toda mi vida a fortalecer dos de los valores más importantes de una sociedad: la educación y el deporte". Ejerció la profesión de docente durante casi 40 años. Culminó su trayectoria profesional en el colegio público Galicia, donde trabajó durante 28 años consecutivos, aunque antes pasó por Mogán, Arucas, Jinámar, Valsequillo y otros colegios de la capital grancanaria. Ha sido uno de los maestros más galardonados de Canarias por su trabajo en la enseñanza con niños y adultos. Luchó contra el analfabetismo de la sociedad canaria en la década de los sesenta, por lo que obtuvo varios reconocimientos en las islas y en toda España. En la actualidad cursa la carrera de Geografía e Historia en la Universidad de Mayores de la ULPGC.
Alfabetización
Durante seis años formó parte de la Campaña Nacional de Alfabetización. El primer reconocimiento le vino en 1964 por parte de la Junta Provincial de la Lucha contra el Analfabetismo. En 1967 obtuvo tres de los principales galardones. El Cabildo de Gran Canaria le otorgó un premio de 100.000 pesetas en el Día del Maestro y la Agrupación Infantería de Marina lo distinguió por su "rendimiento y celo".
Sin embargo, el galardón más importante de su carrera se lo otorgó el Ministerio de Educación y Ciencia por liberar a 396 analfabetos. Fue el tercero de toda España y por ello le dieron 25.000 pesetas de la época que concedía la Confederación Española de Cajas de Ahorro. El último galardón se lo entregaron en 1971 al obtener el Premio Nacional de Educación Física y el Diploma de Honor de la Junta Nacional de Educación Física por su trabajo en los colegios en los que impartió esta disciplina.
Jefe de contramaestres
Su padre fue jefe de contramaestres en el Puerto de la Luz y de Las Palmas y árbitro. Su abuelo paterno fue cofundador de la primera Federación de Fútbol de Las Palmas y del Colegio de Árbitros, al que perteneció su padre. De ahí le viene su pasión por el deporte.
"Soy maestro nacional, profesor de educación física y exmilitar de la escala regimental, del Canarias 50. Estuve allí un tiempo, me encontré con grandes personas y compañeros. Salí muy satisfecho de mi vida militar como lo estoy de la enseñanza", relata.
Primer cronista deportivo
Su padre, Federico Silva Caballero, llegó a ser contramaestre jefe de los guardamuelles en el Puerto de la Luz y de Las Palmas. "Publicó las memorias de su vida durante 45 años de trabajo, de sacrificio, de lucha, de abnegación". Su abuelo fue el primer cronista deportivo que tuvo Las Palmas de Gran Canaria y viajó con el Real Club Victoria a la Península en 1925, donde más tarde escribiría un pequeño libro. Su abuelo fue inspector de Hacienda y escribió varios libros sobre el fútbol canario, entre ellos '25 años de fútbol'.
"Recuerdo una infancia feliz. Yo practiqué muchos deportes, entre ellos el montañismo, en el grupo San Bernardo. En aquella época existían tres grupos: el Gran Canaria, donde había señores y señoritas bien preparados; otro grupo y el nuestro, el San Bernardo, el más reciente, que se fundó en el Hogar Hispanidad, y de ahí a la zona alta, a Schamann, donde unos jóvenes lograron unas hazañas maravillosas".
Cerca de Las Canteras
"Yo nací en la calle Gordillo, en las inmediaciones de La Naval, y mi parroquia fue Nuestra Señora de la Luz. Siempre viví cerca de Las Canteras. Inicié mis estudios en el colegio público Generalísimo Franco, hoy llamado Las Canteras. Mi primera maestra fue doña Mercedes Espinosa, a la que recuerdo perfectamente. Fue una gran profesional. De ahí pasé a estudiar al colegio privado Ramiro de Maeztu, donde inicié el bachiller. Del bachiller me pasé a estudiar Magisterio, pero lo estudiaba junto con practicante. Estuve un año de prácticas en el hospital San Martín bajo la dirección del doctor don Juan Bosch Millares, que fue un ilustre profesor mío en la Escuela de Magisterio. Algo maravilloso".
Cambio de estudios
Cambió el plan de estudios y entonces tuvo que ir a estudiar a Cádiz. "Pero como no había medios económicos en la familia, mi padre me dijo: mira hijo, si yo pudiera, más que practicante estudiarías medicina, pero no podemos. Entonces, como estás estudiando Magisterio, termina la carrera".
"La carrera de Magisterio era en aquella época un poco fuerte y dura, comparada con hoy. Había que amarla, había que tener vocación. Mi padre me orientó por Magisterio porque un tío mío, Francisco Silva Caballero, hizo esa carrera y cuando aprobó las oposiciones, al poco falleció".
"Yo fui el único de los hermanos que estudió Magisterio. Tengo un hermano, Federico Silva Gil, que es practicante. Es muy querido, le han hecho muchos homenajes. Los Silva nos caracterizamos así. Mi abuelo, Federico Silva Rojo, que publicó sus memorias, fue cofundador de la primera Federación de Fútbol de la provincia y del Colegio de Árbitros".
Los salesianos
"Cuando terminé la carrera inmediatamente empecé a trabajar en los Salesianos. Un año. Trabajaba y preparaba las oposiciones. Para mí trabajar en los salesianos fue disfrutar. Trabajé mucho pero disfrutaba. Tenía 55 alumnos por clase en aquella época y no había problemas. No cabe la menor duda de que era otra época porque hoy prolifera en las aulas un número excesivo para el trabajo de los docentes. Antes había mucha más vocación docente. Hoy mucha gente se mete para buscar una salida, pero hay de todo, no se puede generalizar".
"Trabajé en muchos colegios. Al hacer oposiciones entré a trabajar en la campaña de alfabetización, donde fui Premio Nacional por el Ministerio de Educación y Ciencia. Aunque sea un poco vanidoso, creo que no hay otra persona que lo haya obtenido en Las Palmas", dice en su repaso vital.
Después de los Salesianos pasó a hacer campaña de alfabetización en Puerto Rico. "En 1963 don Joaquín Prats Segrera, una maravillosa persona, y don Jaime Laplace me atendieron fabulosamente. Ya daba clases a unas personas excelentes y exquisitas. La única deficiencia era que algunos no sabían leer ni escribir", explica.
De Puerto Rico pasó a La Aldea de San Nicolás, donde estuvo un año. "Lo pasé bien. Fui con mi familia: mi esposa Fina Ramírez, que en paz descanse, y los dos primeros hijos. El mayor, Federico, hoy es licenciado en Filología y fue periodista de El Mundo en Canarias. Es un poeta premiado y reconocido".
Una abuela constante
"Decía un señor, muy buena persona, que quizá la constancia y la tenacidad de los Silva partiesen de mi abuela, que era natural de Agüimes: Beatriz Caballero Campos. No la conocí. Obviamente también hay que destacar la inteligencia de mi abuelo Silva. Son los genes que se heredan. Estuve en la agrupación de infantería de Marina y me dieron un premio por mi celo y constancia con la educación de los chicos. Fui atendido inmejorablemente. Tengo muy buenos recuerdos. Luego pasé a Jinámar, Valsequillo, Las Coloradas, Santidad y Montaña Cardones. Fue una labor que hice para captar alumnos para Radio Ecca, que hace una labor maravillosa".
Radio Ecca
"Mi hijo Antonio trabaja en Radio Ecca como delegado en La Gomera. Y mi hija Inma es enfermera. Vive y trabaja en Cádiz, está casada con un exalumno mío que da clases en la Universidad gaditana. De mi hija tengo una nieta de 16 años, Paula, que tiene el B2 de inglés de Cambridge. Estoy muy orgulloso. Mi hija y mi exalumno se casaron tras conocerse en el instituto. Era muy estudioso y buena persona".
Además de los colegios Galicia y los Salesianos, Silva desempeñó su docencia en el Sagrado Corazón de Jesús, San Miguel Arcángel, La Salle de Antúnez y San Ignacio de Loyola, además de las escuelas de alfabetización de varios municipios grancanarios. También ejerció en el colegio León y Castillo y en los institutos de La Isleta y Alonso Quesada. "Hemos sido tesoneros, constantes. Creo que la inteligencia juega un papel muy vital, pero ser constante, tesonero y luchador se lo debemos a los compañeros que hemos tenido. Recuerdo al compañero ya fallecido don Marcos Jorge, un gran profesional de la enseñanza al que no olvido".
De escuela a facultad
"La Facultad que da clases a los futuros maestros ya no se llama hoy Escuela de Magisterio. Pienso que necesitan más prácticas de enseñanza los señores maestros y maestras que terminan la carrera. Existen diversos métodos para las prácticas", considera. "Alfabetizar a la gente es edificante y maravilloso. Es conocer a las personas. Algunas venían a estudiar desde su trabajo en el campo, pero llegaban ávidas de aprender y luchar por la vida, superarse. Muy gratificante".
"El premio por las campañas de alfabetización que gané del Cabildo, 100.000 pesetas de la época, lo empleé en un piso, pero perdí el dinero porque me la jugaron. Sin embargo, lo recuperé más tarde, pasados unos años. No me pagaron los intereses. Eran las viviendas de Miller".
"Hoy vivo en Nueva Isleta, solo, desde hace tres años y cuatro meses. Estoy viudo. Lucho día a día, constantemente, aun me quedan fuerzas, gracias a Dios. Mi abuelo,inspector de Hacienda, fue destinado a La Gomera y curiosamente tengo a mi hijo en La Gomera con Radio Ecca".
La familia
"Mi padre fue algo admirable, cariñoso, un amigo entrañable, respetuoso, compañero, en una palabra. Me ayudó en todo lo que pudo. Mi madre era una mujer sacrificada, abnegada. He llegado a la conclusión, salvo honrosas excepciones, de que los hijos tenemos más que agradecer a la madre que al padre. Esto no quita el cariño al padre. Pero la madre siempre ha estado con los hijos en casa, es una relación más cercana".
"He procurado por todos los medios educar a mis hijos como mejor he podido. En la época actual siempre hay tiras y aflojas, pero tengo a mis tres hijos bien colocados y eso me enorgullece".
Tío futbolista en maniobras
"Mi tío Vicente Silva Caballero era un gran futbolista pero desgraciadamente falleció en unas maniobras militares. Fue un jugador de la época de don Luis Valle, que jugó en el Madrid y fue entrenador de la UD Las Palmas. Mi tío era íntimo de él y cuando estaba sirviendo se presentó voluntario a unas maniobras. El oficial que estaba a cargo de su oficina le dijo a mi tío, que era cabo: ¿por qué vas a ir, por qué te presentas de voluntario a las maniobras? Y le respondió: porque he entrado en la vida militar, que me gusta, pero no me entero aquí en las oficinas. Desgraciadamente le estalló un mortero y falleció. Esto se sintió mucho en la familia Silva Caballero. Era fabuloso".
"Una persona nunca está sola porque Dios siempre está ahí, es el que lo ilumina, le da ánimos. Tengo muchos amigos, fabulosos. También exalumnos cariñosos y agradecidos. Y vecinos muy agradables. Me produce una gran alegría ver cómo salen adelante exalumnos míos. Algunos han sido muy buenos alumnos y otros han sido más revoltosillos. Todos son queridos".
"Las sucesivas leyes de educación han dejado unas secuelas terribles. Esos cambios perjudican terriblemente tanto al profesorado como al alumnado. Todo es política. Donde está la política?".
Candidato a concejal
"Yo me presenté a concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en el régimen anterior por el tercio familiar. Teníamos que luchar con el tercio sindical y el corporativo. Francamente estoy muy agradecido a Dios. Yo siempre he sido religioso, creyente y practicante. Cursillista de vida y de cristiandad. Soy católico, apostólico, romano y grancanario".
"El tema político es muy complicado. Un señor hace muchos años me dijo: Toni, hay una variedad en las personas: hombres, hombrecillos, monicuacos y monicuaquillos. Esto también se lleva al campo de la mujer. En política vemos eso".
Unión Deportiva
"La Unión Deportiva Las Palmas es el equipo de mi tierra. Ahora estamos atravesando un gran bache. Dios quiera que con la gran afición que tenemos y los jugadores salvemos la categoría. Es un equipo histórico. Los relajos no llevan a nada bueno. Tenemos una gran afición. El equipo de baloncesto del Gran Canaria es también fabuloso. Lo que hacemos nosotros las copian otros. A mí siempre me gustó el deporte y lo practiqué casi todo: natación, balonmano, voleibol, baloncesto, montañismo, boxeo. Pero mi padre en paz descanse me dijo: practica boxeo como defensa personal, pero no se te ocurra irte a pelear por ahí con nadie. Llegué a pelear en Telde y mi entrenador en aquella época fue un gran hombre, que en paz descanse, fue boxeador: el señor Carretas. Tengo buen recuerdo de él".
Boxeador
"El boxeo no es un deporte peligroso. Quizá ahora sí lo sea algo pero antes no. Es un deporte noble. 'Mens sana in corpore sano' es fundamental. Todos los días practico ejercicios por la mañana cuando me levanto y al atardecer. Es una forma de poder estar bien y sano".
"Me preocupa cómo esta la sociedad en términos generales, llámese enseñanza, sanidad, etcétera. Hay que aportar más dinero. Gracias a José Luis Villar Palasí , con su ley (14/1970), muchas personas de gran renombre terminaron sus carreras. Hay que incrementar las horas de geografía e historia, de lengua, de matemáticas, de griego, de latín. No se explica que se le llamen lenguas muertas al latín y al griego cuando son lenguas básicas de nuestra formación. La ausencia de estas materias conduce a un analfabetismo. Las lenguas tradicionales son fundamentales".
Escuela-seminario
"Mi escuela era como un seminario: se hablaba y se cantaba la Salve en latín. Los maestros nacionales han sido gloriosos. Hace años, después de jubilado, salías de casa y los maestros educaban a los chicos, cantando la tabla que ya no se oye. Si usted le pregunta a un chico por una operación matemática no sabe si no usa la calculadora. No estoy de acuerdo con la frase 'la letra con sangre entra'. Yo he escuchado decir que el maestro de antes amarraba a los alumnos pero eso nunca lo vi. Yo fui un maestro exigente pero eduqué. Hoy no hay educación en la política. En el Parlamento ya no se ponen ni la corbata, eso es una falta de respeto".
Inspector educativo
"La situación actual de la enseñanza no es buena. Estamos en retroceso. Hay un exceso de burocracia que dificulta la labor del docente. Indiscutiblemente cada maestro o profesor hace una programación para lo largo del curso, pero esta programación se perjudica merced a algunas salidas al exterior excesivas. Es triste observar que un lunes o un martes ya están de paseo. No obstante, el inspector de enseñanza que acude a visitar los centros, creo que en la mayoría de los casos se limita a observar dichas programaciones, pero no estamos de acuerdo en ello porque lo esencial es entrar en las aulas y dialogar con el alumnado acerca de la materia que se imparte. Ahí verá el inspector un concepto claro de cómo van las clases".
Encíclica
"Hay una encíclica que dice que la enseñanza ha de ser en casa, si existen una preparación y unos valores buenos. La enseñanza debe ser obviamente en la escuela pero también en la iglesia. Eso lo dice la encíclica. No cabe duda de que la crisis familiar afecta mucho a la enseñanza, llámese separaciones, acoso escolar, redes sociales, la televisión o la violencia de género, que es terrible, fatal. Gracias a nuestra policía y guardia civil, en este terreno se está actuando eficientemente. Creo que existe en todo ello una peligrosidad terrible y la pérdida total de los valores".
La Logse
"De las leyes educativas, la peor que he conocido es la Logse, es muy mala. Pero hay más, como la Lode y otras más. Esto viene a complicar al docente y a los alumnos. En resumen, que el fracaso escolar con esta Logse para mí ha sido lo más terrible que hemos conocido. El fallo es que nos hemos olvidado hoy en día de la lectura diaria, la caligrafía, el copiado y los dictados diarios. Por el contrario, nos acordamos de las calculadoras, los ordenadores, móviles, tablets, etcétera. El resultado de ello nos lleva al fracaso porque si no dominan el lenguaje, la ortografía, las matemáticas, ¿a dónde vamos?"
Zurdos
"Por otro lado, a mí me da repelús cuando acudo a una oficina de cualquier tipo y observo cómo cogen el lápiz, el bolígrafo o la pluma, de una forma francamente ridícula. Hay un fallo que parte de la primaria y la secundaria. Ha aumentado muy considerablemente el número de personas que escriben con la mano izquierda. Indiscutiblemente no vamos a entrar en la cuestión cerebral, pero creo que es excesivo".
"Con las calculadoras y ordenadores nos falla considerablemente en grado superlativo el cálculo mental práctico y la ortografía, que es muy importante. La culpa quizá no la tienen los maestros y los profesores. Hay que diferenciar la palabra maestro de profesor. Maestro es maestro, en mi caso maestro nacional. Profesor es el licenciado, digno de encomio ambos, cada cual en su misión, pero que enferman en su trabajo y les falta muy mucho la colaboración de esta sociedad consumista y del bienestar que nos hace perder todos los valores".
Pérdida de valores
"La pérdida de valores influye mucho en la falta de preparación de la sociedad. La televisión nos está causando un daño terrible, nefasto. Pienso que el Estado y el Gobierno deben meditar al respeto, a efectos de la educación de nuestros chicos. A mi juicio, la ley de Villar Palasí sentó cátedra y fue un gran beneficio para toda España. Hay que invertir más en educación, mucho más, y en sanidad, que es primordial y de vital importancia. Particular y humildemente considero que ante la gravedad de la situación actual de la enseñanza, debemos iniciar una campaña de alfabetización firme, fuerte y contundente, como la que se llevó hace unos años, que fue muy eficaz. Hay que acabar con esta lacra social porque vemos que tenemos una importante cantidad de analfabetos absolutos y una numerosa cantidad de analfabetos funcionales".
"Se me ocurre pensar que para sacar el carné de conducir yo pienso que se debe exigir como mínimo el graduado escolar. Si se lograra sería muy beneficio para toda la sociedad", concluye Antonio Gil.
