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El legado de Bolaños

Pepe Sánchez Bolaños, uno de los más reconocidos divulgadores del folclore de Canarias, se ve obligado a dejar de tocar a causa de una enfermedad que limita sus manos

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Pepe Bolaños y su colección de instrumentos musicales

Se llama José Sánchez Bolaños, tres hijas, cinco nietos y una biznieta, y en el mundo de la música canaria con mencionar a "Bolaños" todos saben de quien hablas. Dice que nada le define mejor que "obrero del folclore" porque ha trabajado mucho por dignificar y ordenar la música canaria. Es exigente, no se anda con chiquitas, y en su espacio manda él; sin duda su trayectoria de más 50 años impartiendo clases de guitarra, timple, bandurria, dirigiendo y poniendo en marcha grupos folclóricos le han convertido en un persona respetada y querida. Tiene distinciones para parar un camión pero a todo eso Bolaños le da la importancia justa y no es falsa modestia. Es así. Hombre de carácter, solo exige a los que desean aprender bajo su batuta disciplina y respeto. Disciplina. Sin esas premisas no le abre las puertas de su sabiduría a nadie. "María (así me llamada desde que nos conocemos, hace muchos años) eso lo que uno quiere". Reconozco que hay un afecto mutuo porque conozco el compromiso de Bolaños, su entrega en situaciones familiares complicadas. Es muy buena gente.

Bolaños creó el grupo canario Los Sancocho y lo ha dirigido además de a otras innumerables formaciones como La Agrupación de Gran Canaria, Los Isleños, Jardín de Corvo, Ayadirma. Como ya saben Bolaños se ha pasado más de cincuenta años impartiendo clases de instrumentos de cuerda en mil sitios, pero ahora, con el dolor de su alma, la vida le ha dicho que hasta aquí.

Una enfermedad más extendida de lo que creemos, Dupuytren, que afecta a la palma de las manos y por tanto a los dedos le impide seguir con su actividad docente. Lleva diez años luchando contra ella y finalmente le ha derrotado. Se ha sometido a seis intervenciones quirúrgicas, cuatro en una mano y dos en la otra. Esos procesos le han aliviado durante un tiempo pero la imposibilidad de manejar los dedos, y por tanto, sujetar el brazo del instrumento o las cuerdas ha vuelto. Hace tres meses, en diciembre, José Sánchez Bolaños tomó la dura decisión de apartarse de los instrumentos que le han acompañado toda la vida. Incluso pone en venta su primera guitarra. Imposible acariciar cuerdas.

"Durante diez años he intentado defenderme con los instrumentos pero la enfermedad avanza y mis dedos ya me lo impiden. Durante ese tiempo he subido al escenario pero cada vez me costaba más mover los dedos. Incluso le gente que me conoce me preguntaba: "¿Pepe, por qué no tocas?", pero yo no daba muchas explicaciones porque es una cosa que me estaba tragando y no quería preocupar a nadie. Pero ha llegado un punto en el que no puedo más y con una pena enorme lo dejo todo. No ha sido fácil. He recogido los instrumentos, unos cuarenta, y los he quitado de mi vista", relata apenado. Bolaños ya no se subirá más al escenario como tocador pero seguirá dirigiendo grupos. "Lo que no puedo es tocar, así que ahora, doy órdenes y ya está. Y mira, para evitar tenciones y especialmente para que no se estropeen, que a los instrumentos hay que darles vida, tocarlos y los venta. No los quiero en casa que solo de mirarlos se me parte el alma. Esos instrumentos, guitarras, timples, bandurrias y otros que tienen menos arraigo en Canarias, son muy valorados y muy queridos. Todos los he comprado para mí uso a lo largo de la vida, es decir, buenísimos. Unas joyas".

Bolaños no quiere hacer de esto una tragedia porque no lo es. Dice que cada día mira a su alrededor y ve tantas cosas terribles que lo de su enfermedad y las consecuencias, lo minimiza. Duro despojarse de los recuerdos, de esos instrumentos que le han acompañado tantos años, pero así pondrá fin a la tensión que ha vivido durante un año, pendiente de la evolución de sus manos. "Yo soy optimista por naturaleza así que vamos a ser positivos; mi mujer, mis hijos, mis nietas y mis amigos me llenan la vida y la música, claro". Desde que entre los amigos han conocido la enfermedad de Pepe y la venta de sus instrumentos ya tiene compradores. El advierte que el valor sentimental de sus instrumentos no tienen precio pero que no son baratos "mal venderlos, ni hablar, primeros los regalo".

El Cabildo Insular de Gran Canaria distinguió a José Sánchez Bolaños en 2014 con el Roque Nublo de Plata al Folclore reconociendo así su trabajo en la divulgación y docencia de la música canaria pese a lo cual "mi lucha por conservar las tradiciones ha caído en saco roto. Se han cometido muchos destrozos. Muchos", concluye. Pocos como Bolaños han trabajado en favor del folclore pero ¿cómo empezó todo? "Mis inicios en la música fueron con la profesora Laura Fernández, en los años sesenta, imagina. Ella me daba clases particulares de música pero yo no tengo ningún título que avale los conocimientos, aunque no se me escapa nada. Soy autodidacta". Lo cierto es que con títulos o sin ellos es un gran sabedor da la música canaria.

"Es cierto. De hecho fui monitor de guitarra en la escuela de Folklore del Cabildo de Gran Canaria, he dado cursos de chácaras y tambor gomero en diferentes cursos, monitor de folclore en Moya donde viví experiencias preciosas, no solo con los vecinos de Moya, no, también en sus pagos cercanos. Gente muy buena, con ganas de aprender. He dado muchas vueltas con la guitarra a cuestas, si señora".

Leyendo sobre sus inicios observo que Bolaños se inició en la música con cierta edad. Que no era un chiquillo, digo. "Eso es verdad. La afición por la música me llegó siendo ya un galletón influenciado por un amigo que sabía "champurrear" la guitarra y que fue quien me animó a comprar una guitarra que, por cierto, aún conservo. Fíjate si hace años que me costó 200 pesetas. Por entonces un chorro de amigos nos juntábamos en las escaleras de la iglesia del Carmen por donde siempre paraba un amigo, Juan, "el del bazar Uruguay", ya fallecido, que había tocado en un trío por ahí, por Libia, y como él sabía más que nosotros le dábamos la guitara y le mirábamos. Poco a poco nos enseñó acordes y de esa pandilla acabó naciendo la idea de montar un grupo de música folclórica que al final llamamos Grupo Sancocho.

Debió ser el primero de la isla, recuerda Pepe, "ya que por aquellos años no se conocían agrupaciones porque nuestras tradiciones estaban en los campos y los grupos de música los tenía copados la Sección Femenina que con todo lo que se dice, y muchas veces con razón, dio a conocer nuestras melodías y vestimentas; la verdad es que gracias a ella se conservaron vestimentas que más tarde recuperaron estudiosos como Lothar Siemens (qepd) para actualizar nuestra tradición etnofolclórica.

Tantas charlas con Bolaños y nunca le he preguntado si, tal como creo ,el folclore canario, la música canaria, hay que entenderla antes y después de la aparición de Los Sabandeños. "Te voy a contestar con sinceridad. La llegada de Los Sabandeños supuso un boom. Metió a la gente, a los canarios, en esa vorágine de vivir lo nuestro, de participar, de gozar, de encontrarse con sus raíces y triunfaron de forma espectacular. Empieza ahí el "fenómeno Sabandeños", aquello de montar grupos imitándoles, sin ir más lejos los mismos Sancocho, no lo dudes. Y mira, en ese caminito es cuando nace en 1971 el programa de TVE-C "Tenderete" que fue el gran revulsivo y definitivo golpe de suerte para que nuestras tradiciones comenzaran a conocerse en todo el archipiélago. La televisión fue el gran vehículo de difusión. ¿Qué pasó? Que los grupos que nacieron en ese caldo ya empezaron a tocar y cantar de todo, se abrió la veda, vamos. Muchos de ellos tocaban sin gran conocimiento, ampliando la música canaria a canciones especialmente de Latinoamérica".

Abreviando, Pepe. ¿Quieres decir que en esa fiebre musical se hicieron algunos destrozos? "A ver. Yo no culpo ni a Los Sabandeños ni a Tenderete de los destrozos que hicieron muchos grupos. Por ejemplo, Tenderete sirvió para que grupos desaparecidos se unieran de nuevo aunque solo fuera para salir en televisión. Luego, no sé si por estar saturado de música canaria o por hacer el programa más vistoso, lo cierto es que la nueva etapa del programa sirvió para distorsionar la idea para la que fue creado. De aquella idea de recuperación hemos pasado a la moda de la parranda donde todo tipo de música y hasta predomina la mejicana. Yo sinceramente no entiendo que se vaya a un programa vestido con "ropa tradicional" y que lo menos que se interprete sea música de nuestra tierra. Digo en TV o los que se suben a los escenarios y hacen eso, faltarle el respeto a nuestras trtadiciones".

Como ven Bolaños habla clarito. No se deja nada atrás. "Ah, sí. Igual que en las mal llamadas romerías que son más "ronerías" que otra cosa. Ya no se respetan las tradiciones ni nadie les obliga a ello, que es lo peor. Tradición no es llevar carros de supermercados con los pertrechos; tradición no es llevar esas blusas de tiros, ni pantalón vaquero, playeras?Eso es otra cosa".

Y con la música ¿pasó igual? "Yo sé que el folclore no es estático, que nació con una funcionalidad, estar vivo, pero ha desaparecido. Esos que hoy hablan de evolución del folclore no han visto una yunta de vacas o bueyes arando o como el boyero canta a los animales. Esos de los que hablo hacen lo que llaman "folclore urbano". Basta con ver las agrupaciones musicales. Por ejemplo, hoy cada asociación de vecinos tiene un grupo de música sin tener ni idea. Nada, lo tienen y ya está. Ni aprenden ni saben; por eso digo que muchos de los mal llamados grupos folclóricos de "rían, rían" han aburrido a la gente. Es duro pero creo que nuestra música tradicional lleva camino de desaparecer como ha desaparecido la forma de cantar en Gran Canaria. Hoy oyes cantar a solistas de esta isla y escuchas a los de Tenerife y como no esté muy ducho en el tema no los diferencias. En una entrevista hace muchos años Elfidio Alonso dijo: "Las Islas cantarán como los Sabandeños" y así ha sido, desgraciadamente".

Y llegó la vida y mandó parar. La salud se impone: "Yo no he hecho otra cosa que ser un obrero del folclore. He estado en la música allá donde me han dejado. He vivido la pasión de la gente por aprender y eso ha sido un estímulo. Soy una persona modesta, sencilla, pero eso sí, me gustan las cosas bien hechas por eso me enfada ver que no se respete nuestra música y que todo vale. No, así no"

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