Pocos fueron los que se libraron de la intensa lluvia en Gran Canaria en la jornada del sábado, en la que hubo fútbol federado al estar abiertas las instalaciones, lo que no impidió que se registraran aplazamientos y suspensiones porque algunos terrenos de juegos no se encontraban en condiciones para jugar
En total fueron 32 los partidos que quedaron pendientes, entre los que ni siguiera comenzaron y, en consecuencia, fueron aplazados, y los que se suspendieron porque no se podía jugar más.
Los campos del norte de Gran Canaria, en especial el 'García Hernández' de Moya y el 'Domingo Ponce' de Firgas, el de Barrial en Gáldar y el 'Tonono' en Arucas fueron los más afectados, aunque también hubo problemas en Sardina del Norte, Cardones y La Goleta. En Telde, el más afectado fue el E.M. de El Calero, y en Las Palmas de Gran Canaria el de Marzagán. Por categorías, una de las más afectada fue la cadete, debido a que la mayoría de los partidos coincidieron en los momentos en los que la lluvia fue más intensa y era imposible jugar, aunque el Goleta-San Mateo, en el campo 'Tonono' se jugó pese a que a veces el balón flotaba.
También los benjamines y alevines se vieron afectados, pero en realidad se suspendieron o aplazaron menos partidos de los que se pudieron no disputar. Los árbitros decidieron y mientras el balón pudiera rodar se jugó pese al disgusto de muchos padres que temían por los inevitables resfriados a causa de los remojones.