El surrealismo se apropió de un partido de fútbol en el que no hubo incidencias reflejadas en el acta, ni actitudes antideportivas, más bien todo lo contrario. Pero desde luego no fue normal.
El equipo de Las Mesas, campeón invicto del grupo II y liderado por su entrenador Jesús Luzardo, hizo causa común con los niños de la UD Moya y como homenaje a su desgracia decidieron llevar sus equipación en el primer partido que debían disputar en semifinales tras quedar exentos en el sorteo previo.
La UD Moya en teoría debió haber sido el campeón del grupo I tras la derrota del líder hasta la última jornada, la UD Guía, en casa del Arucas B, mientras que al mismo tiempo el Moya ganaba su partido. Sin embargo, en la clasificación de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas, el campeón del grupo I era la UD Guía, que para eso tenía la suficiente diferencia de puntos sin necesidad de tener que esperar a la última jornada.
La diferencia se registra en un partido que la UD Moya disputó con el San Isidro en su campo y que ganó por 5-0 en noviembre del año pasado. El árbitro escribió en el acta el resultado al revés y el delegado la firmó sin percatarse de esa circunstancia, ni nadie más de la UD Moya.
El posterior recurso del club verdiblanco, una vez conocido que no eran los campeones y que, por lo tanto ni tendrían ascenso ni presencia en la Copa de Campeones, no prosperó al considerar el Comité de Competición que no aportó pruebas suficientes, al contrario que si le sucedió al alevín Acodetti en un caso idéntico.
El beneficiado de esta injusticia deportiva fue la UD Guía, invitada a la Copa de Campeones y que se exponía a una sanción en caso de renuncia, lo que, por otro lado, parecía una medida loable.
Y así lo entendió el entrenador de Las Mesas que, una vez enterado de lo ocurrido al Moya, se dirigió a dicho club para mostrarles su apoyo y hacerles de algún modo partícipes de la Copa de Campeones benjamines. Así Luzardo acordó llevar en su primer partido la equipación de los campeones morales del grupo I. Lo que no sabía el técnico es que representaron al Moya frente al Guía, que había eliminado al Carrizal y fue el primer sorprendido por este gesto.
Ya avanzada la primera parte y cuando ya Las Mesas ganaba 2-0 hicieron acto de presencia en el 'Pablo Hernández' parte de los jugadores y padres del benjamín Moya para animar a Las Mesas.
Todo quedó ahí, no hubo insultos entre aficiones ni ningún incidente, excepto un pequeño roce entre los entrenadores, que al final del partido se dieron la mano.
Las Mesas volverá a lucir sus colores el próximo sábado, similares por cierto a los del San Isidro, el otro equipo que tampoco se percató del error en el acta de la polémica o prefirió no decir nada.
