Cientos de vecinos de Agüimes vivieron y siguieron con mucho interés la ya vigésimo tercera escenificación del Auto de la Pasión, basada en la obra Y era el Hijo del Hombre, del escritor agüimense Orlando Hernández, y promovida por la Asociación La Salle. Después de un mes de ensayos dos veces a la semana, unas 300 personas representaron, a partir de las 20.30 horas, los últimos días de Jesucristo en cuatro escenarios que recrearon varios lugares de Jerusalén ante la admiración del público y con menos frío que en días anteriores.
El presidente de la Asociación La Salle, Pablo Martín Bordón, indicó que "es un orgullo mantener durante 23 años la celebración del Auto de Pasión, y, por segunda vez, bajo la dirección de Luis Antonio Rodríguez Romero y José Rodríguez, que ha hecho en ediciones pasadas de Jesús y que esta vez ha colaborado con su sustituto el joven voluntario Jony Méndez Gutiérrez".
Martín valoró positivamente "el cambio que hicimos el año pasado de pasar la representación del Auto de Pasión del martes santo al viernes de dolor. Ha sido positivo tanto para los personajes como para los vecinos, porque buena parte de ellos se van la Semana Santa de vacaciones a Arinaga o a otros lugares".
Del mismo parecer fueron tanto el director Luis Antonio Rodríguez como el vocal responsable del Auto de la Asociación de La Salle, Juan Francisco Acosta. Ambos se mostraron contentos "del incremento del entusiasmo de los jóvenes que se han incorporado a la representación, aunque nos costó un poco al estar tan cerca los carnavales del Viernes Santo".
Para el director, "la representación del Auto de Pasión es la celebración más importante del año de la Asociación de La Salle, y para mí ha sido un orgullo colaborar directamente en los ensayos durante dos años". "Ha habido bastante entusiasmo, ha sido bastante participativo, con mucha ilusión, la gente lo vive y eso alegra mucho". "Para mí es todo un reto y una ilusión, que no esperaba tener. Yo disfruto con la que considero la mejor fiesta del año de Agüimes".
Además, este año se ha incrementado en treinta los hebreos, porque se han sumado más jóvenes al Auto. "Esta vez, todos los personajes han tenido una presencia más activa durante el trayecto y las escenas principales", agregó Luis Antonio Rodríguez.
Bajo un buen ambiente, la obra se inició sobre las 20.30 horas en el parque de los Moros con la curación del ciego de Jericó y la entrevista del ciego con los miembros del Sanedrín, que le interrogaron sobre su relación con Jesús. Además, las autoridades conspiraron cómo apresar a Jesús.
Esta vez representaron un mercado, una pareja de enamorados. De cerca seguían todos los pasos María Magdalena, representada por Leticia Guerra, y la Virgen María, por Felisa Sánchez. Además, entre las novedades, estuvo el gran ambiente que hubo en la calle Sol.
Luego Jesús encontró a sus discípulos y entró triunfal en Jerusalén. En el camino acompañaron a Jesús, a lomos de burro, sus discípulos y el pueblo hebreo, hasta la plaza de San Antón. Ya en la plaza representaron la última cena, donde el Maestro señaló a Judas como el causante de su posible muerte; la oración en el huerto de los Olivos, con sus discípulos dormidos; el prendimiento de Jesús, y su traslado ante Anás y Caifás; y la muerte de Judas, tras traicionar a Jesús.
Después Jesús compareció ante Pilatos y ante Herodes. Lo llevaron a Pilatos y la gente prefirió a Barrabás en vez de liberar a Jesús. Luego, el pueblo hebreo siguió a Jesús, camino del Calvario, uniéndose a éstos su Madre con las Mujeres de Jerusalén. La Agrupación Musical La Salle, caracterizados como guardia romana, acompañaron, con música del tiempo de Semana Santa, a Jesús hasta la plaza del Rosario.
Para Antonio Luis Rodríguez, "la gente que participa son personas que aman y viven la Semana Santa, hasta los niños siguen con interés el desarrollo del Auto".
Por su parte, Pablo Monzón, indicó que la representación ha mejorado, gracias al esfuerzo que han hecho con el sonido y la luz, a lo que han destinado 3.400 euros aportados por la Asociación La Salle y el Instituto Piadoso Eclesiástico Jesús Sacramentado. "También ha sido muy importante la implicación y la colaboración del Ayuntamiento y los trabajadores municipales en la preparación de los diferentes escenarios".
Para los organizadores, "uno de los elementos más importante, además de la conservación de una tradición, es la convivencia entre los personajes, que muchos de ellos se convierten en amigos. Los ensayos y y la actuación es una buena manera de conocerse".
