La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Parto por cesárea, ¿niño obeso?

Un estudio advierte de que los bebés nacidos mediante este procedimiento quirúrgico tienen un 15% más de riesgo de desarrollar sobrepeso

Parto por cesárea, ¿niño obeso?

La cesárea es un procedimiento quirúrgico que consiste en la apertura de la matriz de la madre durante el alumbramiento. Se trata de un procedimiento muy común en todo el mundo -las tasas en España se encuentran en el 25%, un 21,5% en Canarias en 2015, según los datos difundidos por un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, mientras que la OMS recomienda que no superen el 15%- pero que, desde hace años, los países tratan de evitar a no ser que sea totalmente necesario. Y es que, las cesáreas tienen sus riesgos, tanto para las mujeres como para sus bebés. A ellos se añade ahora el de la obesidad del recién nacido.

Un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan, de la Universidad de Harvard, en Boston (Estados Unidos) -y publicado en la revista JAMA Pediatrics- advierte de que los niños nacidos por esta técnica tienen un riesgo un 15% mayor de desarrollar obesidad que los nacidos por parto vaginal. Y el riesgo puede persistir, incluso, en la edad adulta.

Los investigadores también descubrieron que los niños nacidos por cesárea, comparados con sus hermanos que previamente habían nacido por vía vaginal, presentaban un riesgo hasta un 64% mayor de padecer obesidad.

Los autores realizaron un seguimiento durante dieciséis años de un total de 22.000 niños alumbrados por 15.721 mujeres, de los que 4.921 nacieron por cesárea. Tuvieron en cuenta la masa corporal de los participantes, si eran nacidos por cesárea o no y si las madres habían tenido una cesárea previa. El estudio advierte, no obstante, que las mujeres a las que se les practicó la cesárea presentaban algunos factores que pudieron explicar la necesidad de llevar a cabo este procedimiento, como diabetes gestacional y preeclampsia (estado patológico de la mujer en el embarazo que se caracteriza por hipertensión arterial, edemas, presencia de proteínas en la orina y aumento excesivo de peso).

"Las cesáreas son sin duda necesarias para salvar vidas en muchos casos. Pero también se asocian con muchos riesgos para la madre y para el recién nacido. Nuestras investigaciones muestran que el riesgo de obesidad es otro factor a tener en cuenta", explica el doctor Jorge Navarro, profesor de nutrición y epidemiología y autor principal del estudio, en la página web de la institución.

"Considero que nuestros hallazgos, sobre todo los que muestran una diferencia notable en el riesgo de obesidad entre los niños a través de una cesárea y sus hermanos alumbrados por parto vaginal, ofrecen una evidencia incontestable de que la asociación entre la cesárea y la obesidad infantil es real", advierte Navarro al tiempo que insiste en que esta relación se reafirma en el caso de los hermanos, ya que muchos de los factores que podrían jugar un papel en el riesgo de obesidad, como los genéticos, serían iguales para todos los hermanos salvo uno, que es el tipo de parto", concluye.

La relación entre cesárea y obesidad ya se había advertido en estudios anteriores aunque aún los expertos no son capaces de explicar exactamente las razones de esta asociación. Nutricionistas del centro de investigación en obesidad y nutrición (Ciberobn) tienen previsto crear un grupo de investigación alrededor de esta relación pero, por el momento, no quisieron tomar partido.

Otros problemas de salud a largo plazo que se han asociado con el parto por cesárea son el asma y la diabetes tipo 1 en la infancia, que también se ha demostrado que son más altos en los niños nacidos por cesárea.

En España uno de cada cuatro niños que nacen, lo hacen por cesárea, lejos de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de no superar el 10-15%. Solo una comunidad autónoma, el País vasco, puede presumir de cumplir las indicaciones de la organización con una tasa de un 12,64%, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad. Le siguen regiones como Navarra (15,98%), Asturias (16,98%), Aragón (18,65%) o Cantabria; y las que presentan las tasas más altas son Extremadura (27,49), Castilla y León (25,46) y la Comunidad Valenciana (24,51).

"Más que la forma de nacer, para prevenir la obesidad en el recién nacido es importante que la madre haya cuidado su estilo de vida durante el embarazo". Así lo destaca el ginecólogo David Gómez Sánchez. "Está demostrado que las mujeres que cogen más peso durante el embarazo, sus hijos tendrán una mayor predisposición a tener sobrepeso durante su infancia", continúa, al tiempo que aconseja "aprovechar el momento del embarazo, si no se ha hecho antes, para cambiar el estilo de vida de la madre, tener una alimentación sana y equilibrada, hacer ejercicio y abandonar hábitos como el tabaco, ya que todo ello puede perjudicar al niño más de lo que pensamos".

Por otra parte, recuerda, "las madres que cogen más peso durante el embarazo del recomendado -superior a 15 kilos- tienen más probabilidades de tener que alumbrar a sus hijos mediante cesárea ya que hay una peor contractilidad uterina". Lo ideal, apunta, es que la gestante coja entre 7 y 11 kilos.

Aunque el especialista no cree que la cesárea sea tan importante a la hora de padecer obesidad el bebé, sí apuesta por evitarla siempre que sea posible, "pero no se trata tanto de alcanzar una tasa concreta, sino de hacer solamente las que sean necesarias", opina.

El nacimiento vía vaginal, afirma el médico, "es siempre el más adecuado para conseguir el apego entre la madre y el bebé y para tener éxito en la lactancia materna, ya que tras la cesárea tarda más tiempo en subir la leche y la madre se encuentra con peor estado anímico".

Además, Gómez recuerda que en el nacimiento vía vaginal el niño recibe la flora bacteriana del canal del parto, que luego coloniza el aparato digestivo del bebé y es muy beneficioso para su desarrollo. "Sin embargo, creo que la alimentación adecuada en el primer año de vida del niño condiciona más el desarrollo o no de la obesidad que el modo de nacer", concluye.

Compartir el artículo

stats