La Provincia - Diario de Las Palmas

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Tendencias de la industria nupcial

Suenan campanas de boda

El Centro Comercial El Muelle aloja, hasta el 30 de octubre, una exposición de productos y proveedores nupciales, organizada por la empresa Entre 3 Eventos

J.C. GUERRA

Suenan campanas de boda. Llegó el sí quiero, el yo os declaro marido y mujer, y la feliz pareja bañada en una lluvia de arroz y "vivan los novios". El coche, descapotable y clásico, espera con sus boas de papel de seda, sus lazos y latas colgando en popa. Todo ha salido perfecto. Hasta ahora. Queda el convite, la celebración y los protagonistas se dirigen al banquete. Ahí, en el salón o en la finca, todo espera, congelado en el tiempo; tal y como primero fue imaginado y después organizado, durante meses de dudas, esfuerzos y alguna que otras discusión, hasta el más mínimo detalle. Pero todo esto, empezó a tomar forma ahora, es decir, un año antes.

Y es que la temporada de bodas ya está en marcha. Aún quedan muchos meses para las primeras celebraciones de 2017 pero es ahora, en el momento de la planificación, cuando el enlace ideal empiezan a tomar forma. El evento no es para nada sencillo al considerar que el número de invitados ronda entre la centena y el millar. Pero es que además se añade una nueva manera de entender estos acontecimientos, en los que la sencillez de antaño ha dado paso a los elementos sorpresa, a la personalización del festejo y las bodas se han convertido en eventos que conjugan el diseño, la gastronomía, conciertos y espectáculos de entretenimiento. Pero algo no ha cambiado. Todo tiene que ser especial: los padrinos, el lugar, la temática. Y a la hora de explorar este terreno infinito, ante esta tesitura, la industria nupcial toma ya posiciones para llegar a su público con un mar de recursos, productos, recuerdos, detalles, espacios, espectáculos, conciertos y una enorme variedad de ornamento con el reto de alcanzar el enlace perfecto. El objetivo, diferenciarse sobre el resto, plasmar la personalidad de los cónyuges y dar forma a la boda del año.

Feria nupcial

En esta aventura, donde el amor se cruza con el mundo de la empresa, se encuentran Susanna Pellicer, Pedro Santana y Pedro Pablo Santana, los tres profesionales detrás del proyecto de Entre 3 Eventos, y que estos días muestran todo su potencial organizativo en el Centro Comercial El Muelle, con una exposición en la que muestran algunos de los principales productos y proveedores de la industria nupcial en Gran Canaria. La feria, llamada Planes de boda, se inauguró el día 14 y se mantendrá en la planta baja de este espacio comercial de Las Palmas de Gran Canaria hasta el día 30 de octubre.

"Todo el mundo quiere una boda especial y diferente", explica Susanna Pellicer, cuya tarea profesional se define con el anglicismo de wedding planner. Este neologismo representa una figura creada en Estados Unidos y que ya se empieza a instaurar en Canarias y España. Su servicio, al uso y costumbres de una hada madrina, consiste en el arte de desplegar sus poderes mágicos para asistir, acompañar y asesorar a la pareja de prometidos desde el primer al último día para orientarse entre una oferta tan variada y hacer realidad la boda que sueñan los novios.

"Lo más importante es gestionar todo para que los novios estén tranquilos y que puedan disfrutar de su gran día", explica Pellicer, conocedora de infinidad de casos en los que el estrés, las responsabilidades y el ingente solucionar problemas acaba con una frase de la novia: "Se me pasó todo tan rápido que casi no me enteré de nada".

La tarea no es sencilla. Ante esta wedding planner, en el pasillo central de El Muelle, se despliega una variedad de productos y servicios entre los cuales están los idóneos para cada pareja. Esta explica que la celebración se compone de elementos clave: están los trajes, el lugar o la finca elegida, el cátering o la tarta. "Pero además se incorpora muchísimos elementos que se añaden con la intención de distinguir esa boda y dotarla de la personalidad y los gustos de la pareja protagonistas", explica, antes de añadir: "Cada pareja tiene un estilo y sus prioridades. Unos le dan más importancia a la parte festiva y otras a la ceremonia o a la experiencia gastronómica. Y a nosotros, en el fondo, es lo que nos gusta, que cada uno haga su propia boda, porque los cánones, en el fondo, son algo aburridos. De esta manera, si una persona valora más el lugar, debe dedicar más recursos a elegir la finca o el entorno. O al vestido. Hay un protocolo que seguimos pero las bodas tipo son cada día menos habituales", asegura Susanna Pellicer. "Nosotros buscamos las cosas que mejor se adaptan a ese estilo, con la intención de diferenciarse del resto", añade.

Porque la clave del negocio hoy en día, según señalan estos profesionales, está en distinguirse entre el resto para, de esta manera, ser recordados entre el resto de enlaces. Y esto se consigue por medio de la sorpresa. "Todo ha cambiado. Ya no vale con casarse en la iglesia o el ayuntamiento y organizar un convite", señala Pellicer. "Si en una boda actúa la Banda de Agaete, en el momento en que empieza el baile, los invitados van a recordar esta noche para siempre", expone Pablo Santana, sobre uno de sus productos estrellas y de los que más demanda tiene. "Es increíble el efecto que producen cuando aparecen con la canción de La Rama. La gente se disparata y la boda se convierte en todo un éxito. Es un ejemplo para explicar que se imponen los elementos de calidad y la originalidad, como una barra de mojitos, de una variedad de ginebras o un carrito de helados o un cortador de jamón. Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia", añade éste.

Actuaciones y sorpresas

Hoy se imponen las actuaciones, especialmente de grupos de versiones como Los Lolas o Los Salvapantallas; y los espectáculos dentro de la propia ceremonia, incluso en el momento del banquete, que antes era un tiempo reservado exclusivamente al paladar y a la conversación. "Una pareja nos planteó hacer algo durante la comida y se nos ocurrió ofrecer varios miniespectáculos de cinco minutos para entretenerlos sin tampoco llegar molestar durante el momento en que la atención está en la comida. El resultado fue un éxito", relata Susanna Pellicer.

Muchas cosas han cambiado, según expone este trío de organizadores de eventos. En primer lugar, el hecho de que las personas ya no se casan con la misma edad. "Ya no es como antes, que te casabas con 25 años y lo celebrabas en el barrio antes de comprarte el piso. Ahora, la mayoría de los novios y prometidos viven juntos, muchos han tenido ya a su hijos, que por su puesto participan activamente del enlace, y, con todo, el concepto de boda ha cambiado por completo. Tenemos bodas de todas las edades: de 30, 50 o 60 años", apunta.

Los responsables de esta empresa de eventos cuentan con una amplia experiencia y un buen número de anécdotas. Hace poco organizaron una ceremonia especialmente emotiva, con una pareja que en el momento del enlace acumulaba 38 años juntos y cuentan con cuatro hijas. "Fue una boda muy entrañable porque había una base de amor muy fuerte y sólida. Para ellos no era una necesidad, sino una manera de compartirlo con toda la gente que quieren", recuerdan estos.

Además, se impone la puesta en escena, especialmente en el momentos en el que la pareja hace su entrada o cuando la barra libre abre su servicio y comienza el baile; la parte más festiva. Pablo Santana recuerda otra boda reciente en la que fueron los invitados los que sorprendieron al matrimonio y no al revés. En esta ocasión, la boda se convirtió en una obra de teatro, con constantes interrupciones y en el que participaron un buen número de amigos de la pareja. "Cuando se va a acabar esta farsa", gritaba uno. "Estamos cansados", se sumaba otro. Hasta que por último todo estallaba en un jolgorio al grito de "Si quieren fiesta toma fiesta". Y entonces hacía su entrada la Banda de Agaete, con su festivo himno de La Rama.

El invitado, protagonista

Otras de las novedades principales ocurren con el baile nupcial, antiguamente reservado a un vals lento. "Ya no tiene nada que ver con lo que era antes. Ahora hacen coreografías muy trabajadas y hasta acuden a profesores de baile para prepara algo especial y sorprenda a sus invitados", apunta Pellicer.

Además, se imponen los flashmobs, una acción organizada por un gran número de personas que se popularizó en espacios públicos de las ciudades y que ha encontrado en las bodas otro especia para la creatividad. En esta caso, suelen ser los invitados, también, los que sorprenden a los novios.

Susanna Pellicer y Pablo Santana también explican que últimamente ganan terreno las bodas temáticas. Entre estas, ambos recuerdan una muy especial ambientada en el Carnaval, ya que la pareja eran especialmente carnavaleros. Así contaron en su boda con la actuación de una murga y con la de la drag queen Grimassira Maeva, ganadora de la última edición del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. "Lo hicieron todo con muchísima clase, durante el baile y con todo el mundo de fiesta", explica la wedding planner.

Entre otras celebraciones ambientadas, estos recuerdan otra de temática vaquera y otra con los trajes típicos de cada región. "Fue muy bonito por la novia era canaria, de madre austríaca, y su marido asturiano, por lo que la variedad de trajes fue espectacular", señala. Pero ante esta nueva tendencias en los enlaces matrimoniales, Susanna Pellicer puntualiza: "Hay mil ideas pero hay que ir con mucho cuidado porque puede acabar en el frikismo", recalca con el gesto de todo tiene un límite.

Mientras, Pellicer habla, los paseantes se paran en los distintos estands de la muestra nupcial. Entre los que más miradas atrae en la pastelería que gestiona Lourdes y que "tiene magia a la hora de hacer sus productos". Presenta, entre otras, una tarta blanca con lunares negros y dos girasoles en cada una de las bases intermedias, domina el bodegón. "Es muy original y lo transmite. Ha tenido mucho éxito", expone Susanna Pellicer.

Además, la pareja de joyeros, que personalizan, sus productos han agotado sus tarjetas de visita. "La alianza es un elemento muy importante, porque realmente es el símbolo que crea la unión. El sentimiento ya lo tienes pero la alianza fija el enlace. Entonces, que eso tenga sentimiento es muy especial y demandado. Buscamos que los productos y proveedores tengan sentimiento porque eso hace que la boda funcione para que no sea un evento más", explica ésta.

Pero no todos son parejas de prometidos entre los curiosos y paseante que se paran en la exposición del centro comercial. Su clientela es la pareja que ha tomado la decisión, rodilla al suelo. Pero estos profesionales son expertos en detectar quienes pasan, miran y uno de los dos suelta un codazo a su pareja con la intención de que espabile. "Es muy habitual. Sobre todo en las chicas, porque las mujeres llevamos en el ADN el vestirnos de novia y tener ese día especial. Hay que admitirlo, aunque los novios también lo tienen, pero está claro que vemos muchos codazos. Es muy gracioso. Pasan, se dejan llevar por la emoción y dicen eso de te imaginas, qué bonito sería. A raíz de esto, se animan o por lo menos pensamos que se van de aquí, en algunos casos, con la intención de planteárselo".

Susana Pellicer y Pablo Santana aseguran que se palpa un repunte en el número de bodas y la organización de las celebraciones en este 2016, siendo los años anteriores complicados para el sector. Se ha notado mucho. En esto, señala, Pablo influye la espera y es que este asegura que muchas parejas han estado esperando varios años, durante el periodo de crisis, hasta encontrar el momento en que pueden costearse la boda que ellos quieren. "Muchos han organizado este año bodas que llevan retrasando desde 2013. Fueron años flojos pero como consecuencia de los anteriores, pero este ya vivimos un repunte. Esto se debe a que la pareja o tiene o ha ahorrado dinero para la boda", finalizan ambos.

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