Una madre, una hija, tres posibles padres y una boda en una idílica isla griega son los hilos del flamante musical Mamma Mía!, protagonizado por Nina y enhebrado con las canciones más memorables de Abba. Esta apasionante comedia musical, que ha encandilado a alrededor de 60 millones de espectadores en todo el mundo, regresa al Teatro Pérez Galdós de la mano de la productora Stage Entertainment con un total de 22 funciones del 6 al 22 de enero de 2017.
Este esperado regreso, tras la última parada del musical en las islas el pasado 2010, tiene como guinda el aclamado protagonismo de Nina, quien tuvo que descabalgarse a última hora del tramo canario de la gira de 2010 por motivos de salud. Por lo tanto, esta ocasión brinda una oportunidad única para empaparse de las melodías de la mítica banda de pop sueco en la voz y el talento de la artista catalana, quien es, a día de hoy, la actriz que más veces ha protagonizado Mamma Mía! en la historia del musical a nivel mundial.
Y al mismo tiempo, el fenómeno Mamma Mía!, que se inauguró en España en 2004 en el Teatro Lope de Vega de Madrid, regresa a los escenarios nacionales después de un paréntesis de cuatro años con un renovadísimo elenco de 30 artistas, encabezado por la veterana actriz catalana en el papel estelar de Donna. Las actrices Olga Hueso, en la piel de la devoradora de hombres Tanya, y Eva Diago, como la entrañable Rosie, completan el trío protagonista de las Dynamos, núcleo central y alma máter de esta inyección teatral de adrenalina, aderezada con pinceladas de humor, ternura, complicidad, amor, guiños picantes, super troupers, una banda sonora inscrita en la trayectoria de tantas generaciones y mucho, mucho baile, al ritmo de "Mamma mía! ¿Cómo resistirme?".
"La clave de Mamma Mía! es que la gente sale del teatro feliz", afirmó Nina durante un encuentro con el tridente de las Dynamos en el escenario del Teatro Principal de Valencia, donde han llenado los palcos durante un mes entero de funciones, que culmina este fin de semana. "Todavía nos produce mucha impresión este éxito y, por suerte, no nos acostumbramos; y sería fácil hacerlo, porque la platea está siempre llena", revela la artista.
"Siempre cuento las últimas anécdotas que me van llegando y la última, que me dejó paralizada delante de la pantalla del ordenador, fue un mensaje de una chica que me escribió: 'Gracias porque, durante dos horas y media, me he olvidado de que tengo cáncer'. Creo que ahí tienes la respuesta de lo que significa Mamma Mía!", expone Nina. "Creo que las tres podríamos escribir un libro de anécdotas en este sentido, de historias personales de tantos y tantos espectadores, que vienen con sus problemas y sus realidades, más graves o menos graves, y que salen de aquí emocionados y agradecidos por ese rato de felicidad".
En esta línea, Eva Diago, veterana de las tablas que atesora títulos como Los Miserables o El hombre de La Mancha, también de Stage Entertainment, destaca que "todo el espectáculo es un chute de energía que va in crescendo, con todo un apoteosis final". "La gente termina arriba, arriba, arriba", señala la actriz. "Y esa explosión de alegría se nos contagia noche tras noche".
"Por eso, siempre decimos que Mamma Mía! no sólo es terapéutica para el público, sino también para nosotras; sobre todo, cuando haces tantas funciones que terminan con ese subidón", añade Olga Hueso, quien repite en el terreno del musical después del exitoso Sister Act. "Y es muy fuerte que el público te dé las gracias en lugar de dárselas tú, porque el público es la razón de ser de nuestro trabajo y, sin embargo, son ellos quienes te dan las gracias por haberles hecho felices en ese pequeño paréntesis del día". "Definitivamente, Mamma Mía! es una fábrica de felicidad, como una medicina que debería recetarse en pastillas", añade la actriz.
Basado en la música y letra de Benny Andersson y Björn Ulvaeus -la mitad de Abba-, el libreto de Mamma Mia! está escrito por Catherine Johnson y dirigido por Phyllida Lloyd, quien también llevó la obra a la gran pantalla en 2008, protagonizada por la gran Meryl Streep. Esta apuesta cinematográfica reprodujo el éxito del montaje teatral, erigiéndose en el musical más taquillero de la historia. Su propia autora reconoce que el éxito de Mamma Mía!, que conquista a todos por su sencillez y desparpajo a través del mapa sonoro de Abba, "ha ido más allá de cualquiera de nuestras expectativas".
En el caso concreto de España, el espectáculo se ha representado de manera ininterrumpida durante siete temporadas -de 2004 a 2011- con más de 2.100 representaciones a sus espaldas. Actualmente, conviven en cartel nueve producciones de Mamma Mía! en todo el mundo y su expediente internacional glosa 50 producciones en 16 idiomas y 440 ciudades, con una recaudación que rebasa los dos billones de euros. Además, hoy continúa representándose con éxito en el West End de Londres, después de 18 años de funciones sin interrupción. A este respecto, Olga Hueso destaca que el secreto de Mamma mía! radica en que "lo tiene todo: tiene momentos tiernos, momentos dramáticos, música fabulosa, gags divertidos, números delirantes, chicos y chicas guapísimos, ¡lo tiene todo!", afirma.
Su trama orbita alrededor de la historia de la hija de Donna, Sophie, interpretada por Clara Altarriba, quien decide invitar a su boda con Sky, al que encarna Carlos Solano, a sus tres posibles padres, esto es, a los tres exnovios de su madre, quien encontrará apoyo en sus Dynamos. Las aventuras y situaciones que se desencadenan en la isla griega se trenzan durante dos horas y 45 minutos -y un descanso de 20 minutos- con el hilo de los grandes éxitos de Abba, traducidos al español con títulos como ¡Dame, dame, dame! (Gimme, gimme, gimme!), Gracias por dejarme cantar canciones (Thank you for the music), ¿No lo ves? (S.O.S), Siento que se aleja (Slipping through my fingers) o Va todo al ganador (The winner takes it all), entre muchas más. El espectáculo arranca con la dulce Honey, honey y culmina con una gran traca final con Mamma Mía, Dancing Queen y Waterloo.
Esta efervescencia sonora está arropada en escena por un cuidado ejercicio coreográfico dirigido por Anthony Van Laast y Nichola Treherne, que corona un espectacular juego de luces con 75 focos móviles y, en el sonido, 30 micrófonos inalámbricos. Además, el vestuario está compuesto por más de 300 trajes, confeccionados en Londres, toda vez que los coloridos atuendos de las Dynamos lucen cristales de Swarovski, que refulgen en escena en el juego de luces.
Y aunque cada escena envuelve una emoción concreta con unas melodías únicas, las actrices tienen claro el momento estelar del montaje: la escena de la habitación, que encadena tres secuencias durante 16 minutos con los temas Chiquitita y Dancing Queen. "La primera vez que vi Mamma mía! recuerdo perfectamente el subidón de esa escena y sé que, desde el punto de vista técnico, ese es el mejor momento", afirma Nina. "Y como actriz también, siempre estoy esperando a que llegue ese momento". La suscriben sus dos compañeras, quienes añaden que esta escena mágica simboliza, además, "la complicidad que existe entre nosotras y el equipo". En definitiva, una invitación a un baile de alegría y emoción de principio a fin, ¿cómo resistirse?
