La joya de la corona del fenómeno Mamma Mía! en España tiene dos sílabas: Nina (Barcelona, 1966). La conocida cantante y actriz catalana repite por séptimo año en la piel de la incombustible Donna, madre soltera con un pasado sentimental agitado, que regenta una taberna griega en una isla junto con su hija, Sophie, a punto de casarse. "Soy muy consciente de que estoy viviendo algo excepcional. No lo era hace siete años, pero ahora sí lo soy", revela Nina, quien se muestra "maravillada por que siga sucediendo todo esto y de que todavía se siga llenando la platea". "Sé que es algo insólito y que no me va a volver a suceder jamás, aunque siempre nunca se debe hablar de la última función, sino de la penúltima", añade.
"Para mí, Mammía mía! representa eso que a todos nos gustaría que nos sucediera alguna vez en la vida, que es que, de repente, la vida se pare y te permita volver atrás para que puedas mejorar las cosas que has hecho, o al menos, intentar vivirlas con más tranquilidad, que es esa tranquilidad que te dan los años", explica Nina. "Y a mí me ha sucedido eso: poder volver a hacer Mamma Mía! desde otro punto totalmente distinto. Y lo estoy disfrutando mucho, por muchas razones, además".
"La primera es por mí, por cómo me siento ahora y cómo estoy viviendo", explica la artista, que entonces pasa a señalar a sus compañeras de reparto en el musical, las actrices Eva Diago y Olga Hueso, sentadas a su lado en el escenario del Teatro Principal de Valencia. "Y la segunda razón es por ellas, porque, sin desmerecer a los casts anteriores, donde hubo gente buenísima, creo que entre nosotras tres se da una química muy potente", prosigue. "Hay mucha afinidad entre nosotras y se da algo único que no se había dado antes, porque eso no siempre pasa, es difícil que pase. Y eso, además, es muy bueno para las escenas porque se traslada al público, inevitablemente".
Por esta razón, la artista reconoce que "siempre estoy deseando que llegue la escena de la habitación, que compartimos las tres, porque lo pasamos muy bien; hay mucho amor en esa escena y se trasluce todo ese compañerismo que hay dentro y fuera del escenario". "Debo admitir que disfrutamos mucho con los ensayos", añade. "Las tres nos llevamos de esta experiencia esta relación para toda la vida, que es impagable".
En cuanto a la retrospectiva de su papel en Mamma Mía!, Nina asegura que es "la experiencia artística más importante de mi carrera". "Ya son muchos años dedicada a una sola cosa y eso es algo que te marca. Y eso que yo que soy culo de mal asiento, y muy multidisciplinar, como mi abuelo; él por necesidad y yo por curiosidad", añade.
Aterrizaje en Canarias
El aterrizaje de Nina en el Teatro Pérez Galdós el próximo enero será la primera ocasión en que la artista se desenvuelva en su taberna griega en tablas canarias. El tramo de la última gira de Mamma Mía! en el Archipiélago el pasado 2010 coincidió con la baja de la artista por motivos de salud, que le hizo perder las dos plazas de funciones cerradas en Gran Canaria y Tenerife.
"Desgraciadamente, me tuvieron que intervenir quirúrgicamente y estuve dos meses de baja, que, por cierto, se me hicieron larguísimos. Me dio muchísima rabia y envidia sana ver a mis compañeros en Canarias, sobre todo, al ver lo bien que funcionó el espectáculo con el público canario", explicó la artista. "Así que iré con muchas ganas el próximo año".
Y con el sosiego que proporcionan los años, Nina asegura que, pese a las innumerables "Donnas" que respiran en otras producciones internacionales -incluyendo el papel de Meryl Streep en la versión cinematográfica de Mamma Mía!-, no siente "ningún tipo de presión por ese motivo". "Al contrario, para mí es un privilegio poder hacerlo", asegura. En este sentido, la actriz y cantante celebra la coordinación de un gran equipo detrás del telón. "La dirección lleva el teatro en la vena y eso se nota", asegura. "Ellos llevan infinitos Mamma Mía! a sus espaldas, incluida la película, y podían haber llegado a esta cuarta producción casi coreográfica o automáticamente, pero no ha sido así", explica. "Nos han dado tiempo a los actores para que les ofrezcamos nuestro material y trabajo creativo con los personajes y, luego, nos han ido reconduciendo hacia el resultado final que es este Mamma Mía!".
"Ahora bien, siempre digo una cosa que suena a querer quedar bien, pero que digo desde mi más profunda convicción: Mamma Mía! está por encima de todos los actores que lo hacemos", asegura la artista. "Esto es un hecho objetivo: Mamma Mía! funcionaría y, de hecho, funciona exactamente igual con otros actores, nos guste o no, aunque nosotros le demos vida y personalidad, claro". "En mi caso, creo que soy importante para Mamma Mía!, y más después de tantos años, por supuesto; y eso hay que ponerlo en valor, pero en su justo valor, no más del que tiene", revela, con una sonrisa.
Con todo, la artista, que acaba de publicar su primer libro en español Amb veu pròpia (Con voz propia), asegura que "con lo que me quedo de esta experiencia, por encima de todas las cosas, es de mi relación con el público". "Yo guardo tropecientas cartas y correos que me llevaré a la tumba, porque son lo que dan sentido a este oficio y que te recuerdan la función social que tiene el arte", añade la artista, desde su adorada taberna griega.
