La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Todo Johnny Roqueta

Dolmen publica el primer volumen de la edición integral de las historietas rockeras y gamberras del personaje de 'El Jueves', creado por Rafel Vaquer

Rafel Vaquer posa con su moto; detalle de la portada; y originales en blanco y negro de Roqueta.

La vigencia del personaje Johnny Roqueta es mucho mayor de lo que imagina su creador, Rafel Vaquer, quien ahora podrá ver reunidas todas sus viñetas en la edición integral que ha empezado a publicar Dolmen. "A pesar suyo, sí es un antihéroe libre y solitario, alguien que hace lo que le apetece al margen de las convenciones, alguien que está contra todo y contra todos; de hecho ése es el espíritu del rock", comenta. Una libertad real y una actitud reivindicada hoy día en una sociedad controlada y excesivamente institucionalizada -"pese a los partidos emergentes"- que muchos lectores nuevos de estas historietas (nostálgicos aparte) valorarán.

Este espíritu libertario cristalizado en Roqueta durante los 80 permanece inmutable en los dos volúmenes que de momento la editorial Dolmen (apoyada por el IEB) tiene preparados sobre el personaje que alcanzó la fama gracias a la revista El Jueves.

El primer tomo, ya en la calle (el segundo está en la imprenta), recoge las viñetas publicadas entre 1982 y 1985. Vaquer creó a Roqueta para la revista Cul de sac, proyectada por el Equipo Butifarra y que duró menos de un año. "La primera vez que salió el personaje fue en catalán. En concreto, era el Día de Sant Jordi. Recuerdo que imprimíamos en la rotativa del Diari de Barcelona y que éramos muy gamberros y antiinstitucionales. Nos metíamos con Jordi Pujol, con la Iglesia... Lógicamente, no conseguimos apoyos y tuvimos que cerrar", evoca. Después de 13 páginas de Johnny en Cul de sac, el personaje fue rescatado por Bruguera, "pero en una versión más light e infantil". En ese momento, el personaje pasó a llamarse Choni Biela. Pero el cambio duró poco. El Jueves, que ya había puesto en la calle 329 números, no tardó en hacerle una oferta a Vaquer para ingresar en sus filas de dibujantes. "Al principio, la revista no me gustaba demasiado. Prefería El Papus. Pero, poco a poco, toda la gente de esta última publicación satírica fue pasando a El Jueves. Cuando me llamaron, ya estaba trabajando allí Raf, mi mentor", relata.

El trabajo en El Jueves fue in crescendo. "Johnny pasó de una página a dos semanales e incluso llegó a tener una columna propia, escrita por el guionista Joan Tharrats, donde atendía a temas de política y actualidad, pero tratados desde el punto de vista de un rockero de la calle", explica.

Después de un arduo trabajo de arqueología para recuperar a todos los johnnys roquetas, Vaquer piensa que el personaje ha pasado por cinco etapas diferenciadas. En la primera, cuando pasó del catalán al castellano, "creo que me faltaba experiencia con el dibujo. Quería forzar un estilo más serio", asevera. En general, sostiene que las historias que veían la luz en aquellos años (los 80) "serían impublicables hoy día". "Por ejemplo, hay una en la que le dan a probar de un porro a un niño pequeño", comenta. "Burradas de este estilo, aunque fueran con humor, ahora son impensables porque te salen todas las asociaciones y grupos sociales a criticarte", indica. "Nos hemos vuelto muy aburridos", lamenta.

En una segunda etapa, Johnny se fue simplificando. "Es también la época en la que empecé a introducir Palma en los decorados", señala. "Me paseaba por Ciutat con la cámara e iba capturando rincones que después iban a servirme", continúa. Uno de los lugares más repetidos es la plaza des Pes de sa Palla, el barrio donde se crió.

"En los noventa, Roqueta se pasó al digital". Un avance lógico y natural habida cuenta de que Vaquer trabaja paralelamente como diseñador. "Al principio, abusaba quizá de los recursos que te ofrecía la herramienta, pero después ya fui controlando", apunta. En aquellos años, las historias se empaparon más que nunca de motos, pero también de las sempiternas borracheras e historias con chicas. Ya en los años 2000, "mandamos a Roqueta de viaje, en concreto a hacer la Ruta 66".

Compartir el artículo

stats