La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

"Estoy loco, pero hace falta más gente que haga locuras así por los niños"

"Creo en los milagros, los he visto y también he visto mucha tragedia", afirma Paco Arango

"Estoy loco, pero hace falta más gente que haga locuras así por los niños"

Cuando Paco Arango se puso tras las cámaras para rodar su primera película, Maktub, aprendió no sólo un nuevo oficio de contador de historias con imágenes, sino también las consecuencias positivas que puede traer consigo una película. Y es que Arango, presidente de la Fundación Aladina, pudo costear un centro de trasplantes para niños enfermos con la recaudación. Con su segunda obra, Lo que de verdad importa, Arango, hijo del empresario Plácido Arango, ha realizado una cinta cien por cien benéfica.

Su protagonista tiene el mismo apellido que el personaje de James Stewart en ¡Qué bello es vivir!

¡Wow, me acabo de dar cuenta de que es así! Siempre he dicho que mi cine es muy Frank Capra, películas que hacen el bien o intentan transmitirlo. Claramente esto es, como dicen en México, una "diosidencia".

Si toda la recaudación es para fines benéficos, ¿se puede recuperar el gasto?

No. Esto es una locura mía y aunque todos han cobrado como cualquier otra película, no hay recuperación alguna. Sí tuve un incentivo fiscal en Canadá, pero lo he utilizado para promocionar. Estoy loco, pero hacen falta más personas que hagan locuras así por los niños.

¿Cómo se dirige a una leyenda como Jonathan Pryce?

Jonathan fue un caballero y cuando hablaba todos callábamos. Qué suerte tener a un actor así, le dio mucho peso y credibilidad a la trama.

El arranque es de vodevil. ¿Es una forma de descolocar al espectador que espera un melodrama puro y duro?

Pienso que mi película no es un drama. Es una emotiva película con final feliz que te robará el corazón. La comedia es una de mis herramientas preferidas para que el espectador baje su muro protector y le lleguen mensajes potentes.

¿Por qué Nueva Escocia?

Sinceramente, por incentivos fiscales. Aquello es precioso e incluso me recuerda mucho a Asturias.

El sacerdote tiene crisis de fe, ¿se identifica con él en algún aspecto?

No es mi caso, tengo una fe extraordinaria. Siempre digo que por mis vivencias con tanto niño enfermo yo creo en Harry Potter. Ese personaje pierde la fe porque así es la vida, tan compleja que a menudo todos no sabemos en qué pensar. Hablo de la misericordia del Míster, como a mí me gusta llamarlo.

El tono recuerda a las comedias inglesas de los años 50, que abordaban asuntos muy serios con mucho humor...

Gracias. Es el cine que hago y siempre haré. Hay que afrontar las cosas difíciles con humor y reírse un poco de todo en el camino.

Estamos ante un mesías que no quiere serlo...

Yo siempre he querido tener el don de curar. Alec no quiere ese don porque es egoísta y hace falta que una niña adolescente, pícara y lista, le abra los ojos.

Aceptar un don o no. ¿Alguna vez se sintió como creador ante ese dilema?

Yo recibí el don de la fe. Me siento muy afortunado y lo valoro mucho. Si algún día recibo el don de volar, prometo darme una vuelta por España y sin capa.

¿El poema que recita la niña se puede entender como una defensa del vivir el presente y disfrutar este mundo?

Ese poema es de una niña de 18 años que falleció y era de Canadá. Me enteré de su historia al llegar ahí y le pedí permiso a su madre para usarlo y llamar al personaje como ella... Abigail. Hemos donado bastante dinero al hospital donde estuvo tratada en Nueva Escocia.

¿El homenaje final a Paul Newman lo es también a los que ayudan sin dones sobrenaturales a los niños enfermos?

La verdadera curación no es de la salud, es la del alma, la del espíritu del ser humano. Paul era un ángel que donó más de 500 millones de dólares a niños enfermos para hacer campamentos increíbles.

¿Los verdaderos milagros son los que realizan personas corrientes?

Así es. Aquellos que van haciendo el bien calladitos... no como yo, que no paro de montar follones con mis películas.

¿Fue difícil dirigir a Batman Arango?

Ja, ja, Batman es mi perro y es un bendito. Tenía 8 meses y fue el mejor de la película sin duda. Ahora espero que no se le suba el ego con la fama.

¿La bronca que el protagonista le echa a Dios en la iglesia es una forma de rezar por vías distintas a las convencionales?

Esa bronca es lo que oigo yo cada vez que unos padres pierden a su hijo. Un comprensible enfado con un ser supremo. Palabras muy duras, pero ¿sabes qué?, es el primer paso para recuperar la fe.

La niña enferma es un ejemplo de coraje, sin atisbo de sensiblería. ¿Fue difícil perfilar su personalidad?

Fue difícil encontrar una actriz tan joven que comprendiese la importancia de que dentro de su ternura podía robar un banco si fuese necesario. He tratado tanto con adolescentes como ella que supe muy bien amoldarla a la historia.

¿El parto de la vaca dio muchos problemas?

Cuando escribí la escena, estaba preocupado de cómo iba a rodarla. Milagrosamente encontré a un tipo que tenía el cuerpo de media vaca con un ternero, obviamente ambos falsos. Me ayudaron los dioses del cine.

¿Paco Arango cree en las curaciones milagrosas?

Por supuesto creo en los milagros, los he visto. También he visto mucha tragedia y la pregunta del millón es por qué unos sí y otros no...

¿Se puede entender su película como una fábula?

Mis historias son fábulas dramáticas realistas con humor que se asemejan a la vida, pero con la magia como premisa.

Es una película que no pretende sermonear. ¿Lo tuvo claro desde el principio?

Absolutamente. Hoy en día es muy difícil tener creencias y la gente joven no tiene películas que hablen desde la vida cotidiana, lo que ellos ven. Intento sembrar a través de un personaje que es un ateo férreo pero que poco a poco abre la puerta hacia algo más importante.

Hay romance, pero muy en segundo plano. ¿Distraería la atención del público?

Cuidé mucho esa parte de la película. Todo el público estaba deseando que ambos protagonistas acabasen juntos y yo lo que hice fue darles muchos problemas para llegar a esa meta.

La fotografía de Javier Aguirresarobe es realista y cálida a la vez.

Javier me parece, con todo el respeto por los demás, el mejor director de fotografía que tiene España. Hizo una genialidad en mi película de la cual me van a dar mucho más crédito del que merezco.

¿Seguirá haciendo cine con fines benéficos o se plantea hacer alguna película con otras pretensiones?

Con mi primera película, Maktub, ya recaudé el dinero suficiente para hacer un centro de trasplantes para niños enfermos con cáncer. Esta película tiene la particularidad de que es cien por cien benéfica. Yo siempre donaré lo que perciba como director y guionista para los niños, independientemente del tipo de película que haga, al margen de que en ésta todos los beneficios irán a un proyecto para los niños enfermos.

Si Batman Arango pudiera hablar, ¿qué le diría al protagonista en la última escena?

Los animales están fascinados cuando alguien tiene el don de curar. Batman, al final de la película, está hipnotizado por él. ¿Qué le diría? "Últimamente mi pata izquierda me molesta".

Compartir el artículo

stats