El portal WikiLeaks, fundado por Julian Assange, colgó en internet "The Spyfiles", 287 archivos sobre empresas de espionaje, que, según el informático australiano, en algunos casos venden tecnología a regímenes opresores.

En una rueda de prensa en Londres, en la que participaron investigadores y expertos informáticos de varios países, Assange explicó que el objetivo de publicar esos documentos era "lanzar un ataque a la industria del espionaje", cuyas actividades exentas de escrutinio "afectan no solo a individuos, sino a países enteros".

Entre la lista de 160 compañías de 25 países que ofrecen productos que pueden utilizarse para espiar a la población figura la española Agnitio, que se dedicaría a "la manipulación e interceptación de teléfonos móviles", según la periodista italiana Stefania Maurizi, uno de los expertos presentes.

También se citó a la francesa Amesys, a la que se acusó de haber vendido al régimen del presidente libio Muamar al Gadafi tecnología para interceptar la red de internet de los ciudadanos libios.

Jean Marc Manach, del portal francés OWNI, investigó en profundidad a Amesys y denunció que la empresa vendió al dictador libio entre 2006 y 2009 "un sistema de interceptación masivo que no habría podido vender en Francia" y que Gadafi pudo utilizar para espiar a la oposición política.

Durante la conferencia, en la sala de actos de la City University de Londres, Manach mostró el manual de instrucciones publicado en 2009 por Amesys del sistema Eagle Glint, en una de cuyas páginas codificadas pudieron verse, al ser descodificados, los correos electrónicos de opositores libios, como Atia Lawgali, actual ministro de Cultura del Consejo de Transición (CNT).

Al igual que hicieron sus colegas, Manach denunció que estas empresas que se dedican "al espionaje masivo" puedan "operar con impunidad" por "la falta de regulación" y acuerdos internacionales para ese sector.

Assange, quien dijo haber sido víctima de ese tipo de espionaje por parte de Gobiernos y Estados, opinó que, aunque la legislación es necesaria, "no es así cómo se va a ganar esta guerra".

"Hay que construir un sistema gratuito para los usuarios con el fin de contrarrestar esas actividades de espionaje", declaró, y anunció que este es el proyecto en el que trabaja actualmente WikiLeaks.

Assange, que explicó que había unido fuerzas con las organizaciones representadas hoy para lanzar "un ataque en masa" contra esa floreciente industria, dijo que todo el mundo puede ser víctima de los espías, debido a que estas empresas ofrecen tecnología para productos como Google.

"Cualquiera que tenga un iPhone, una Blackberry o un correo de gmail está vendido", advirtió el australiano.

Pratap Chaterjee, del Bureau de periodismo de investigación basado en la City University, dijo que hoy en día se comercializan mecanismos que permiten vigilar cualquier móvil por control remoto, incluso sacando una foto de la persona en cuestión con la cámara del propio teléfono.

También estuvieron presentes Gavin MacFadyen, del Centro de periodismo de investigación británico, el experto estadounidense en seguridad Jacob Appelbaum, Eric King, de la organización Privacy International, y la periodista italiana Stefania Maurizi, que investigó los documentos para la revista "L'Espresso".

Con la publicación de estos archivos, que continuará en los próximos días, WikiLeaks vuelve a la actividad tras anunciar el 24 de octubre que cesaba sus operaciones por falta de fondos.

Assange, que no dio detalles sobre la situación económica, conocerá el lunes si se ha admitido su recurso ante la Corte Suprema del Reino Unido contra su extradición a Suecia, país que lo reclama por presuntos delitos de agresión sexual.