Negocios, sobre todo turísticos, y algunos particulares ya utilizan el calor del interior de la corteza terrestre como fuente de energía. El origen volcánico de las Islas las convierten en terreno abonado para la proliferación de proyectos de esta naturaleza capaces de rebajar la factura eléctrica hasta en un 30%. En Tenerife hay incluso dos en marcha que van un paso más allá y pretenden alimentar con esta fuente limpia una central de generación que vierta en la red eléctrica su producción. En Gran Canaria, esta tecnología aplicada al consumo general pasea por un estadio más incipiente, si bien la Consejería de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias acaba de autorizar el estudio del subsuelo del norte de la Isla con este fin.

La empresa Dry Rock Energy ya cuenta con el permiso de exploración pertinente para empezar a buscar fuentes de calor en toda la cornisa septentrional grancanaria. Lo publicó el martes pasado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) la Dirección General de Industria y Energía del Ejecutivo canario.

Se trata de estudios someros no invasivos y que no alteran el paisaje. Para acometerlos se utilizan ultrasonidos con el fin de constatar la existencia de bolsas de vapor de agua a grandes temperaturas y presiones capaces de mover una turbina y, tras el paso por un alternador, convertirse en electricidad.

Hasta la fecha, y a pesar de sus envidiables condiciones por la existencia de altas temperaturas a escasa profundidad, en el mix energético del Archipiélago no está presente esta fuente renovable, más allá del uso particular, ni se la espera en breve. En cambio, los negocios hoteleros miran cada vez más de frente a este regalo de la corteza terrestre. "Todo suma", explicó la directora general de Industria y Energía, María Antonia Moreno, en alusión al objetivo de su departamento de elevar por encima del 30% el uso de energías limpias antes del año 2020.

Importante ahorro

Climatizar piscinas, calentar agua con uso sanitario, alimentar el aire acondicionado o atender las necesidades de refrigeración en la cocina son algunas de las aplicaciones que los establecimientos alojativos han encontrado a esta energía. Su uso les puede llegar a suponer un ahorro "de entre el 30% y el 40% en la factura" eléctrica, según detalló Jesús Matilla, ingeniero industrial y socio de la consultora Geosfera, especializada en este sector.

El propio Matilla explicó que en la década de los años ochenta del siglo pasado se realizaron numerosos estudios para determinar los puntos calientes que invitaban a su aprovechamiento. Sin embargo, "se abandonaron y ahora se han retomado". Tanto es así que la empresa Petratherm, participada por el Cabildo de Tenerife a través del ITER (Instituto Tecnológico y de Energías Renovables) lleva ya invertidos varios millones de euros. "Ya saben dónde quieren colocar la central", señaló Matilla, en alusión a este proyecto que busca poner el calor al servicio de la demanda energética de los ciudadanos de la isla.

Lo detalla también María Antonia Moreno al recordar que "una empresa en Tenerife ya pasó la fase" que ahora se autoriza a Dry Rock Energy con éxito y existen "posibilidades" de que se dé con una fuente de calor suficiente para poner en marcha una central.

De hecho, Petratherm tiene localizados los puntos susceptibles de atesorar las condiciones óptimas para la instalación de la central geotérmica. Sin embargo, no basta con eso, sino que es necesario encontrar los inversores con el músculo suficiente para soportar grandes desembolsos. Solo el coste del sondeo para confirmar la existencia de las condiciones precisas se dispara por encima del millón de euros. "La alta entalpía", en la que se enmarcan estos megaproyectos para verter energía en la red, "es cara", reconoce Matilla. Sin embargo, en la baja entalpía la tecnología ha gozado de una rápida evolución que ha sido capaz de abaratarla hasta el punto de hacerla relativamente sencilla de amortizar por parte de las empresas que se decantan por la geotermia.

Además, en Güímar la empresa eslovaca Arllen Development impulsa otro proyecto de instalación de una central geotérmica de alta temperatura. Cualquiera que se instale, sea esta u otra, será la primera de España de estas características.

¿Pero qué es lo que buscan estas empresas cuando abordan la fase de exploración como la impulsada administrativamente en Gran Canaria? Lo primero y fundamental son las altas temperaturas, más de 150 grados centígrados, y para mejorar el panorama, que en el mismo punto también haya agua. De no ser así, existen técnicas que permiten inyectarla, lo que crearía el vapor necesario para poner en movimiento la turbina de generación.

"El escenario ideal pasa por encontrar vapor seco", subraya el responsable de Geosfera. Es decir, un compartimento donde la única presencia del agua sea en forma de gas. De ese modo, tras generar electricidad, es ese propio vapor el que se devuelve al subsuelo para volver a iniciar un proceso sin fin. "La energía más ecológica es la que no se gasta", apunta Jesús Matilla.

El recurso térmico tiene un potencial enorme "que se desprecia mucho", lamenta este ingeniero industrial. Sin embargo, la lógica del abaratamiento de la factura energética y la caducidad de los combustibles fósiles como fuente principal obligan a explorar nuevos caminos para el abastecimiento.

En buena lógica, cada territorio debe decantarse por las fuentes energéticas que posea en abundancia. En Canarias, al sol, el viento y la fuerza motriz del mar se une el calor que garantiza el hacer nacido de un volcán.