El consejo de administración de la empresa municipal Fomentas adjudicó ayer las primeras obras de rehabilitación de las viviendas sociales del Valle de Jinámar. En concreto, serán dos empresas de la isla, Pinturas y Reformas Montelongo y Conypsa, las encargadas de remozar las primeras 180 casas seleccionadas por el consistorio para iniciar un ambicioso plan que se prolongará por espacio de al menos ocho años y que requerirá una inversión de 39 millones de euros.
En concreto, los obreros remozarán los bloques 31 a 47 que se ubican en la calle Fernando Sagaseta, una de las vías altas del barrio y que es el punto donde se construyeron los inmuebles más antiguos del complejo residencial, hace ya más de 35 años.
Al concurso convocado por el Ayuntamiento de Telde, que ahora inicia en solitario la ejecución de los trabajos, se presentaron un total de seis firmas. Fomentas ya contaba este martes con el informe de adjudicación tras la valoración hecha por los técnicos, pero tuvo que postergar la celebración de su consejo de administración hasta ayer por falta de quórum.
El consistorio espera ahora que en un plazo máximo de cinco días se puedan firmar los respectivos contratos, de tal forma que los trabajos arranquen este mismo mes. Eso sí, con una única administración aportando fondos en esta primera fase del Área de Rehabilitación Urbana (ARU) debido a los problemas surgidos con otras administraciones -en concreto, con el Gobierno de Canarias- para la firma de un convenio que haga partícipes de la intervención al Ejecutivo autónomo, pero también al Cabildo, al Estado y a los propios vecinos, que aportarían una cantidad simbólica para el arreglo de sus hogares.
Este reparto ya se llevará a cabo en la segunda fase, que alcanzará a cerca de medio millar más de inmuebles y para la que la corporación insular ha anunciado una aportación de 1,4 millones.
Las 180 casas que serán objeto de atención inmediata se distribuyen en cuatro bloques, donde se contabilizan un total de nueve portales. Los lotes 1, 2 y 4 -que comprenden las casas repartidas en los números 31, 33, 35, 37, 43, 45 y 47- serán rehabilitados por Pinturas y Reformas Montelongo, mientras que el lote 3 -compuesto por los números 39 y 41- serán asumidos por Conypsa. El plazo de ejecución es de tres meses.
Los proyectos incluyen el acondicionamiento de la urbanización (reparación de pavimento en mal estado y arreglo de muros) y eliminación de barreras arquitectónicas que dificulten el acceso a los portales de los bloques de vivienda.
Asimismo, se procederá a sustituir el pavimento en mal estado, reparar los muros de los jardines, pintar los muretes y acondicionar y mejoras los espacios libres. Todo el espacio perimetral de los edificios será objeto de tratamiento.
Redes de servicio
Paralelamente, se revisará la red de saneamiento, los cuadros de protección de alumbrado en zonas comunes, los pulsadores luminosos de las distintas cajas de escalera y la red de abastecimiento de agua potable. El objetivo de este cometido es también el de poner fin a las posibles pérdidas de agua en las tuberías y enlaces.
Solucionar las carencias de medios de protección contraincendios y colocar el alumbrado de emergencia también formará parte del arreglo del antiguo polígono.
"Capítulo especial", reseñaban ayer desde el consistorio, "será la eliminación de las barreras arquitectónicas y la adecuación de los accesos a las personas con movilidad reducida, que es una de las prioridades del proyecto de acondicionamiento de la urbanización".
En Telde, al antecedente más cercano de una obra de esta envergadura se encuentra en el barrio de Las Remudas.
La iniciativa pergeñada durante el anterior mandato por el concejal José Antonio Perera (PSOE) permitió cambiar el aspecto de un núcleo que cuando se diseñó, a finales de los 70, recibió incluso un premio nacional de arquitectura.
