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Un psicólogo niega haber abusado de tres pacientes en su consulta de Telde

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado 27 años de prisión y 30.000 euros de indemnización para cada una de las víctimas

Un psicólogo niega haber abusado de tres pacientes en su consulta de Telde

Miguel R. D., psicólogo acusado de abusar sexualmente entre 1997 y 2003 de tres de sus pacientes en su consulta de Telde, negó ayer durante la celebración de la vista oral haber mantenido algún tipo de contacto sexual con ninguna de ellas. El denunciado igualmente desmintió haber alabado el aspecto físico de las denunciantes. "Ni la piropeaba, si acaso le pude haber dicho que era guapa, pero no hubo ningún tipo de lenguaje que incitara a nada sexual ni nada por el estilo", aseguró el procesado acerca de B. M. S. F., una de las pacientes de la que presuntamente se habría aprovechado en el año 1997 y que también prestó declaración, al igual que las otras dos perjudicadas, E. L. S. F. -de la que presuntamente abusó en 1999- y L. S. D. -de la que supuestamente se aprovechó en el año 2003-, así como dos psicólogas y el médico de cabecera de esta última y otra de las que fuera paciente del denunciado a la que habría insultado y gritado en 1992, todos en calidad de testigos.

El fiscal solicita 30.000 euros de indemnización para cada una de las víctimas por tres delitos continuados de abusos sexuales y los daños morales presuntamente causados por el denunciado, para quien también pide 27 años de prisión y que se le imponga la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de las damnificadas durante un periodo de diez años. La acusación particular que las representa eleva la pena a 29 años y la indemnización a 50.000 euros.

El psicólogo, que ejerció su derecho de no contestar las preguntas de la acusación particular, sí señaló que, aunque el tema del sexo era uno más en su consulta-no era especialmente recurrente-, ni siquiera se llevaban a cabo terapias sexuales. "No soy sexólogo", concretó el inculpado, que estima que lo han denunciado "por rencor" hacia él y "por mi forma de trabajar".

Las tres supuestas víctimas sostienen que Miguel R. D. mantuvo con ellas relaciones sexuales con penetración, haciendo uso de preservativo en todos los casos. La primera de las denunciantes precisó que fueron entre tres y cinco las veces en que ocurrió con ella.

Los motivos que expusieron las damnificadas acerca de haber consentido las relaciones íntimas que mantuvieron con el psicólogo fueron similares. Las tres coinciden en que el acusado, aunque no lo expresaba así, les "daba a entender" que era una práctica que formaba "parte de la terapia", y que precisamente accedieron a ello debido a que se encontraban mentalmente vulnerables, de lo cual acusan al procesado de haberse aprovechado. "Yo, en ese momento, me quedé paralizada, no me dio tiempo a reaccionar; cuando ocurría, yo no era consciente de lo que estaba pasando", agregó B. M. S. F.

Convincente

A pesar de que las tres afectadas están de acuerdo en que el denunciado no les atraía sexualmente, sí lo consideraban una persona convincente y digna de confianza. "Yo lo veía como un líder", indicó la última -en el tiempo- de las víctimas. Otro detalle que relataron las denunciantes es que el procesado, en el momento de los hechos, las hacía entrar en su despacho cuando ya no quedaba ningún paciente en la consulta. Igualmente, afirmaron que las llamaba para preguntarles acerca de "cuándo íbamos a tener la próxima sesión" o para saber la ropa que llevaban puesta.

Las perjudicadas narraron cómo transcurrieron algunas de las situaciones sexuales que experimentaron con Miguel R. D. "Me tocó el pecho diciendo que no pasaba nada, que era una parte más del cuerpo", manifestó L. S. D. acerca de la primera vez en que el psicólogo "se sobrepasó". "En otra ocasión", prosiguió, "volviendo de un asadero en el coche, me abrazó y noté sus partes erectas mientras él se rozaba conmigo".

Una de las psicólogas que ofreció ayer su testimonio, y que según el procesado incitó a denunciar el caso, comentó que a su consulta llegó una de las presuntas perjudicadas con un cuadro de ansiedad y trastorno postraumático, y que le explicó que el psicólogo que la trató -el acusado- la indujo a mantener relaciones sexuales con él, por lo que en 2008 acudió al Colegio de Psicólogos para denunciar los hechos, entidad en la que, como el mismo procesado reconoció, ha sido denunciado en varias ocasiones por mala praxis.

La que fuera paciente -no denunciante- dijo que el psicólogo le formulaba "preguntas sexuales" no relacionadas con su problema. El juicio continúa hoy en la que será la segunda y última sesión.

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