La sesión había transcurrido más o menos ágil durante casi todo el tiempo, desde que poco después de sonar las 10 campanadas en la vecina basílica de San Juan la alcaldesa diera el inicio del pleno. Y empezó con cambio en el orden del día, que se aprobó sin problemas. Luego, dos dirigentes vecinales, Rosario Sosa Pulido, de Roque Azucarero, y Miguel Florido Santana, de la asociación La Talla de Lomo Magullo, leyeron sendos manifiestos contra la violencia de género y a favor de la eliminación de la esclavitud infantil. Ambos fueron aplaudidos después de su lectura.
La aprobación inicial de la ordenanza de las licencias de obra menor, con la que se facilitará la realización de obras en domicilios y locales del municipio. La moción, a probada por unanimidad, fue defendida por el edil de Urbanismo, Pablo Rodríguez e intervinieron también Rubén Rodríguez, de Más por Telde, y Alejandro Ramos, del PSOE, para que se les aclarara algunos aspectos de la norma, como las tasas. El edil de Urbanismo señaló que hay un periodo de exposición pública de 30 días y que las sugerencias y enmiendas a la ordenanza que la mejoren, "por su puesto que se aceptaran".
En el receso del pleno y preguntado por los periodistas, Rodríguez adelantó que su departamento baraja que la modificación de tasas "será a la baja, por lo que los ciudadanos pagarán menos por ellas".
También unánime fue la aprobación para nominar un espacio recreativo en el barranco de Arenales en memoria de Adolfo Santana, periodista recientemente fallecido y cuya figura fue recordada por Carmen Hernández y Mario Torres, al alabar su profesionalidad y su defensa de lo canario.
Las hostilidades, además del episodio sobre el jefe de la Policía Local, comenzó con la moción de Nueva Canarias sobre la reforma de la ley electoral regional.
La edil Carmen Hernández hizo una exposición de motivos y apuntó, entre otras soluciones, subir el número de diputados a ocho y bajar los topes electorales, pero su propuesta chocó con el rechazo del edil de Más por Telde Rubén Rodríguez, quien adelantando que apoyaba parte de la moción, criticó duramente la idea de subir a ocho los diputados regionales, "poner ocho levantamanos más en el Parlamento regional".
Este alegato tensó a Hernández que reprochó a Rodríguez que se tomara a la ligera la democracia, a lo que éste respondió que defiende las libertades y que "más peligrosa es la demagogia". Alejandro Ramos, por el PSOE, instó a que el cambio empezara desde el Estado para fortalecer la democracia en los ayuntamientos, aspecto que aprovechó Reyes para soltar: "En Telde no hay democracia porque me han quitado la voz del micro para que no dejarme hablar, con lo que no hay garantía de libertad".
