La mestura, término que se utiliza en Canarias para definir la mezcla es el nombre elegido por Rita González y Alejandro Santana para dar nombre a su proyecto, una innovadora idea que pretende combinar ingredientes tradicionales con otros menos conocidos para elaborar mermeladas que atraigan la atención de futuros consumidores.
Son dos jóvenes emprendedores, con mucha jiribilla. Rita y Alejandro, ella de La Pardilla y él de San Juan, son ingenieros técnico de Obras Públicas y técnico mecánico por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, respectivamente, y se han embarcado en este proyecto porque, como reconocen, "somos unos cocinillas y, además, nos gustan probar cosas nuevas, metemos en nuestra cesta de la compra cualquier producto como patés o conservas que tengan algún elemento nuevo o en la receta o en la materia prima".
Ambos asegura que se han dado cuenta de que en Canarias no existe gran variedad de productos canarios, un movimiento de innovación en la cocina, sobre todo en el tema de conserva. "Lo que nos llamaba la atención es que no encontrábamos esos productos aquí, solo los que vienen de la Península o del extranjero y pensamos que aquí tendríamos un buen nicho de mercado en este sector", afirman.
Del gusto por lo nuevo han decidido pasar de ser consumidores a montar su propia empresa, donde pretenden investigar, primero, y elaborar después nuevas mesturas para las mermeladas que tienen en mente. Se trata, argumentan, no solo de hacer mermeladas con ingredientes novedosos, sino también de realizar también labores de gestión y producción.
¿Y en qué consistirá el negocio? La respuesta es sencilla: "Consiste en la elaboración de mermeladas totalmente artesanales, nos desmarcarnos completamente del proceso industrial, cocinando como lo han hecho siempre nuestras abuelas y nuestras madres; es volver a la cocina tradicional, pero con un toque de innovación, incorporando condimentos que antes no se utilizaban, elaborando nuevas recetas como las fresas con cacao, berenjena con vainillas, mermeladas con sabor a coco o a los cócteles más conocidos".
Otro aspecto que destacan de su proyecto es su preocupación por la cocida sana. "No encontramos productos en Canarias, autóctono con un bajo contenido en azúcar y nosotros queremos salirnos de ahí, porque se puede conservar sin abrir un año de caducidad, y al reducir el contenido de azúcar le hacemos un estudio de vida en un laboratorio cualificado. Nos han dicho que solo con el azúcar de la fruta se puede conservar al menos tres meses. Preferimos vender un producto que se conserve menos tiempo, pero que sea más sano".
Alejandro Santana marca las diferencias del producto que Mermeladas La Mestura ofrece a sus clientes frente a otras mermeladas artesanales que se elaboran en el Archipiélago: "La reducción del contenido de azúcar por nuestra parte, en algunos casos la eliminación del ázucar y pasar a un edulcorante natural, la innovación en sabor, que viene de la mano de esa combinación de elementos entre la fresa y el cacao, la berenjena y la vainilla, y no es una mermelada solo de fruta, y buscaríamos frutas que no encontramos aquí como el maracuyá o la carambola".
La materia prima la sacarían de la agricultura de la zona, del agricultor local. "Quiero ver cómo cultiva lo que voy a consumir y si no pasa los requisitos de calidad que quiero, no me interesa, tenemos un compromiso de revisar los productos que vendemos, por eso realizamos auditorías internas del producto que vamos elaborando", afirman Rita y Alejandro.
Rita González está convencida de que hay nicho de mercado para su empresa. "Parto de nuestra propia experiencia, que no encontramos lo que queremos consumir y evidentemente vamos a hacer productos que ya se hace aquí, como la mermelada de tuno indio, vamos a dar satisfacción a otro tipo de consumidor que busca otro tipo de producto diferente, de fruta tropical de la que no se está haciendo mermelada y todo con producto autóctono, porque algunas ya se están cultivando aquí".
También observan que ya ha un tipo de cliente que busca su alimentación diferente, está sensibilizado con los peligros de la producción industrial, y por eso creen que sus productos cubren esa demanda que hoy en día es muy escasa en Canarias.
Sus mermeladas tienen pensado distribuirlas en tiendas especializadas. El obrador donde elaboraremos lo queremos en Telde, en la zona de extrarradio. "Los dos somos de aquí y queremos trabajar en Telde, porque nos sentimos identificados con el municipio donde hemos nacido y crecido, donde hemos estudiado y, además, el propio municipio, a través del Ayuntamiento nos está ayudando con este programa para apoyar a los emprendedores. De alguna manera, me quedo en casa", aseguran Rita y Alejandro.
El 10 de abril se presentan los 12 proyectos de Telde te quiere emprendiendo, y ambos elogian la labor de los dos monitores, Carlos Alberto Hernández y Jaime Hernández, "que nos han enseñado cosas que no teníamos encuenta, nos han dicho donde están las piedras en nuestro camino y cómo sortearlas".
