Hacía calor y el agua estaba en uno de sus mejores días de agosto en Melenara. Aunque sin estar repleta, el aforo de la playa era a mediodía considerable y entre sombrillas, toallas y alguna esterilla, los tres agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Telde bajaron a la arena -en su sentido más literal- para explicar a los afortunados bañistas que disfrutaban de un tiempo estupendo la campaña iniciada en varias playas de Gran Canaria destinada a localizar con rapidez y eficacia a los menores perdidos.
Con uniforme de verano, pero nada que ver con los usados por la Policía Local, los tres agentes se acercaban a adultos con niños para mostrarles un sencillo mecanismo que evita sustos y angustias. Es una cinta plastificada, resistente al agua y que el menor debe llevar en la muñeca. Tiene grabado el logotipo de la Policía Nacional y el número del 091, aunque los responsables de los pequeños pueden escribir el nombre del niño y un número de teléfono para avisar del paradero del menor perdido. Sin alardes, pero efectivo y también una idea muy bien valorada por las personas que recibieron la pulsera y por quienes también preguntaban de qué se trataba el paseo de los policías por la arena. Les quedaba un buen trecho, ya que comenzaron las explicaciones y el reparto desde el muelle y tenían toda la playa para hacer su labor.
El primero en estrenar la pulsera, entre curioso y asombrado, fue el pequeño Aarón. Cristina Quevedo, destinada al área de Participación Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de Telde, acompañada por dos compañeros, se la puso en la muñeca en presencia de sus padres, que tomaban el sol junto al muelle, muy cerca del antiguo edificio de La Tortuga, ya demolido.
La cinta plastificada, según explicó la agente, se destina a niños de cuatro años o menos, que son los que más dificultad podrían tener para decirle a un adulto como localizar a sus padres. Yohana, la madre de Aarón, consideró muy acertada la iniciativa de la Policía Nacional, ya que es una solución que permitirá a la persona que se encuentre a un niño perdido ponerse en contacto con sus padres.
Una vez superada la sorpresa de ver a agentes uniformados en la arena, más de un menor se acercó a curiosear lo que los policías entregaban a otros niños y así, varios de ellos se pusieron a su lado a ver lo que caía. Algunos, mayores de cuatro años, pusieron la carita de pena por no tener la pulsera, pero sí animaron a otros a pedirla. Así, Suhaila, de solo dos años, acompañada de su madre, Yasmaira Padrón, se puso, con resistencia inicial pero luego sin problemas la pulsera, mientras Quevedo y sus dos compañeros le exponía a Yasmaira la finalidad de esta campaña que la Policía Nacional ha emprendido por las zonas costeras de Gran Canaria. A Telde, de momento, solo le han tocado 100 de estas cintas plastificadas en el reparto, que ayer distribuyeron en Melenara con éxito. Será, por ahora y salvo que se extienda a más zonas, la única playa del municipio que reciba las cintas plastificadas.
Yasmaira Padrón coincidió con Yohana, la madre de Aarón, en que la iniciativa impulsada por el Cuerpo Nacional de Policía es acertada porque el menor que se extravíe estará identificado y quien lo encuentre tendrá los teléfonos de la Policía Nacional o de la persona que está con el pequeño en la playa para avisar de su paradero. No obstante, también consideró que cuando se lleva a los niños a un sitio donde haya mucha gente lo mejor es no quitarles el ojo de encima y saber en cada momento donde se encuentra. Si, además de toda esta precaución por parte de los adultos, se complementa con medidas como la pulsera, la seguridad siempre será mayor.
En la primera fase de esta campaña se distribuirán un millar de unidades en Las Palmas de Gran Canaria, Telde, Maspalomas, Puerto del Rosario, Arrecife, Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de La Palma, localidades donde la Policía Nacional tiene competencias.
