Juan Francisco Franco Betancor fue ayer el personaje del día en Melenara y no era para menos. El mirador de Clavellinas, cercano a la escalera de acceso a la playa, lleva desde ayer su nombre, un reconocimiento recibido por ser el creador de la única guía callejero de Telde, una publicación que es referencia en el municipio para conocer sus calles, plazas y barrios. Si hay una próxima edición -van 10-es posible que este pequeño rincón se incluya en su callejero. Pero, como señaló el mismo Franco Betancor, solo se publicaría si aparecen nuevas calles que añadir.

Nadie quiso faltar a un acto sencillo, celebrado a pocos metros de la casa del homenajeado y donde familiares, amigos, vecinos y una nutrida representación de la corporación municipal se dieron cita para agradecerle su compromiso por la ciudad, además de alabar su personalidad y trayectoria profesional. Fue un acto emotivo en el que su amigo Luis López Sosa resaltó que Juachi -así lo llamó- "tiene un carácter dirachachero, alegre y amable y ha hecho un trabajo estupendo -en relación a la guía callejero- que será una página de la historia de este municipio".

Juan Francisco Franco, con emoción contenida, comenzó su intervención recordando la figura del buen amigo Diego Amador Hernández, fallecido esta semana, para continuar con su agradecimiento a la asociación de vecinos Meclasa por proponer su nombre al mirador de Clavellinas. Como afirmó, "para mí un mirador representa la vista al horizonte, a los amaneceres y atardeceres, donde podemos contemplar el mar en calma o embravecido, a veces el olor a marisco, donde el amor florece sin distinción, donde podernos abrir la vista a la esperanza, donde los ojos dicen lo que los labios y los sentimientos callan entre dos personas que se aman. Me siento uno más de este barrio de Melenara, no de ahora, sino de hace más de 60 años, eso fue antes de ayer, donde he convivido con todos y para todos, donde siempre han contado con un amigo que se ha preocupado del bienestar y acondicionamiento de los barrios de Melenara, Clavellinas y Salinetas, mediante sugerencias".

También recordó que el mirador fue un antiguo nido de ametralladoras, luego una trinchera donde se ponían a secar las sardinas para hacer pejines. Sus palabras recibieron una cerrada ovación. Cerró el acto la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, quien destacó el amor que por Telde tiene el homenajeado, al tiempo que alabó "su perseverancia y autoexigencia con esta obra de los que pocos pueden presumir".

Hernández también resaltó que la profesionalidad y trato personal de Franco Betancor es un referente del camino a seguir para que los teldenses recuperen su autoestima y la de la ciudad, un camino realizado de "manera silenciosa y constante". Despúes del turno de intervenciones, se procedió al descubrimiento de la placa y la posterior sesión de fotos con familiares, amigos, vecinos y ediles presentes de la corporación municipal.

Unos 200 metros más allá Melenara se tornó en una gran escaparate de las mejores tortillas preparadas por los participantes y que luego fueron degustadas por el público presente. Los tres primeros se llevaron 100 euros cada uno por su tortilla, elegidas por un jurado compuesto por cocineros de varios restaurantes de la playa.

Después, la velada se llenó de música, primero de las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo pasado y posteriormente con una verbena como colofón del día.

No demasiado lejos de Melenara, a unos cinco kilómetros de distancia, en el barrio de El Caracol tambén comenzaban las fiestas patronales con el pregón.

En esta edición corrió a cargo del vecino David García, que relató las vivencias que ha presenciado desde que nació, y recordó como corría por el cercado que se encuentra frente a su casa familiar, jugando con sus hermano.

Y esta noche Melenara vive su gran acontecimiento pirotécnico con más de 300 kilos de pólvora para celebrar su despedida del verano y sus fiestas en la playa.