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Empresas y Ayuntamiento negocian el impago de la rehabilitación de Jinámar

La primera fase de la mejora, presupuestada en un millón de euros, incluye 180 viviendas y su finalización inicial estaba prevista para principios de julio

Empresas y Ayuntamiento negocian el impago de la rehabilitación de Jinámar

El pago de las obras de rehabilitación de las 180 viviendas de la calle Fernando Sagaseta, en la I Fase Alta del Valle de Jinámar, va camino de convertirse en un nuevo problema para las arcas del Ayuntamiento de Telde. Según ha podido saber este periódico, las dos empresas adjudicatarias de los trabajos, contratados por el anterior grupo de gobierno, reclaman las cantidades previstas por estos trabajos a la corporación municipal e instan a la actual mayoría a buscar una solución para la amortización de los aproximadamente 780.000 euros que deben percibir del millón total presupuestado para su realización.

De hecho, algunas fuentes apuntaron ayer que esta situación podría acabar en los tribunales de justicia, aunque ese extremo fue rechazado por una de las adjudicatarias de las obras. Una fuente, que quiso permanecer en el anonimato, alegó que se pretende mantener una reunión con la alcaldesa, presidenta de Fomentas y concejala de Vivienda, para desatascar esos importes, dado que las obras están prácticamente finalizadas, pero no así el dinero presupuestado.

Desde el Ayuntamiento de Telde se indicó que el gobierno local no tiene constancia de ninguna demanda por parte de dichas empresas -Conypsa y Pinturas y Reformas Montelongo- y que se ha procedido al pago de las nóminas del personal de Fomentas -sociedad pública municipal encomendada en la gestión de las viviendas-, además de una parte de lo que se adeuda a las adjudicatarias. El equipo de gobierno achaca al anterior mandato de los problemas generados en Fomentas, donde sus trabajadores han estado meses sin cobrar sus nóminas y que la actual mayoría ha podido solventar.

Sin embargo, según las mismas fuentes consultadas, la institución presidida por Carmen Hernández liberó un pagaré al que luego no se hizo frente y cuya cantidad, además, era de unos 15.000 euros, insuficiente para afrontar el calendario de pagos previsto en el contrato firmado con Fomentas. Según las condiciones del convenio suscrito para el pago de las certificaciones de obras, el primer pagaré debía hacerse efectivo el 31 de junio, el siguiente el 31 de julio y el último el 31 de agosto, pero este cuadrante de pago no se ha cumplido.

En una visita realizada al Valle de Jinámar el pasado 17 de julio, una representación municipal comprobó el avance de los trabajos realizados, que en ese momento se calculó que rondaba el 95% del proyecto de rehabilitación.

Pero 15 días después, los trabajos siguen en esa situación y al retraso de la culminación de la mejora de los bloques de edificios que integran el proyecto se suma el malestar expresado por el incumplimiento de los plazos de pago.

Ante esta circunstancia, la petición de una reunión con la alcaldesa o con la nueva consejera delegada de Fomentas, Natalia Santana, marcarán los pasos que se darán entre ambas partes para resolver este atasco. Y todo con vistas a la licitación de la segunda fase de la rehabilitación de los edificios del Valle de Jinámar, más ambiciosa al comprender 480 viviendas.

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