"Ya he nadado en mar abierto en otras ocasiones, pero es la primera vez que lo hago bajo la luna y es toda una experiencia", aseguraba el triatleta Borja Garniga, de 32 años, antes de desafiar a las oscuras aguas de Melenara. Los rostros de los 190 nadadores que participaron en la II Travesía a Nado Nocturna, que el año pasado comenzó a celebrarse en honor a Antonio Concepción Rodríguez, no pudieron ocultar los nervios y la ilusión.
La prueba, de 1.500 metros de longitud, comenzó en torno a las nueve de la noche entre aplausos y gritos de ánimo de los familiares y amigos de los deportistas. La playa fue el punto de partida y llegada, por lo que el grueso del público congregado se repartió entre la arena y el paseo marítimo.
Aunque adentrarse de noche en las oscuras aguas de Melenara producía respeto, el miedo no hizo acto de presencia en ningún momento. Aún así, a las ocho y media de la tarde se produjo una reunión técnica donde se informó a los participantes sobre las normas de seguridad y las pautas a seguir, ya que durante toda la travesía fue obligatorio llevar un chip, un stick luminoso y un gorro.
Antes del inicio de la prueba, Garniga se mostraba feliz ante el reto al que se iba a enfrentar en unos instantes. "Estoy muy ilusionado porque me apetece mucho esta prueba y soy un enamorado del ambiente deportivo", esgrimió, porque en este tipo de competiciones "se puede conocer a muchas personas ligadas al mundo del deporte y aprender de ellos".
Y aunque pudiera parecer un tópico, su intención no era ganar sino disfrutar de su participación. "Me conformo con estar al final de lista porque significará que habré llegado", comenta entre risas.
Cambio de sentido
El recorrido presentaba en esta edición una ligera modificación con respecto al anterior. En esta ocasión se invirtió el sentido del canal de nado, de tal forma que tras la salida desde la playa los nadadores bracearon en dirección Salinetas. Posteriormente, realizaron un giro a la izquierda y se dirigieron hasta Taliarte, desde donde tomaron rumbo de nuevo a Melenara.
Al final de la prueba se entregó trofeo y medallas a los tres primereros clasificados de las diferentes categorías masculinas y femeninas: absoluta (de 16 a 24 años), máster (de 25 a 29 años), máster A (de 30 a 39 años), veterano (de 40 a 49 años), veterano A (de 50 a 59 años) y sénior (mayores de 60 años).
A pesar de que en esta ocasión no se le brindara un homenaje al que fuera trabajador municipal de la concejalía de Deportes durante varios años , Antonio Concepción estuvo presente en la misma ya que su nombre, además, forma parte de la travesía.
Fiel amante de la natación, recibió en el año 2000 la Medalla de Plata de Servicios Distinguidos por parte de la Real Federación Española de este deporte. Toda su vida ha estado ligado a este deporte, pasando así por diferentes clubes y cargos, como el de directivo de la Federación Canaria de Natación, monitor o árbitro. Pero quizás, una de las facetas que más cariño le ha aportado es la de monitor, ya que con sus enseñanzas muchos niños de la Isla han aprendido a nadar con él, aportándoles así su sabiduría en este campo.
