El denominado puente de los Siete Ojos, a la entrada del barrio de San Juan, recibió un importante caudal de agua con las lluvias torrenciales caídas. Una imagen que se reproduce cada vez que hay tormenta y que se convierte en un verdadero espectáculo para los ciudadanos y fotógrafos.

Sin embargo, no pensaron lo mismo los operarios de Parques y Jardines, que se las vieron y desearon para salir del atolladero que les supuso las aguas que venían desbocadas por el barranco Real, aunque finalmente pudieron llegar a su destino.