"Elaboro artículos poco habituales hechos con cuero, hilo, trapillo y lana"
"Empecé de niña en la labranza, ahora, con casi medio siglo, sigo vendiendo aceitunas"
"Llevo 30 años con las abejas y es muy sacrificado, pero me gusta lo que hago"
La feria de artesanía tuvo ayer dos clases de movimiento. Uno, el producido por los transeúntes que se detenían a contemplar los distintos puestos distribuidos por los aledaños de la plaza de San Gregorio y la calle Rivero Bethencourt. El otro, el traslado de varios puestos que se habían ubicado en la calle Diego Ramos Galván, muy cerca de los anteriores emplazamientos, los cuales tuvieron que ser trasladados y recolocados en las inmediaciones.
La razón, según explicó el concejal de Festejos, Juan Martel, es que por esta calle deberán bajar y salir los animales para volver al recinto ferial una vez se proceda a la entrega de premios. La calle se había quedado estrecha para el paso para los transeúntes de la zona.
