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Las notas salvadoras y de esperanza de Salek

El menor saharaui necesita aprobar todas las asignaturas para renovar su permiso de residencia

Las notas salvadoras y de esperanza de Salek

Salek regresa a Gran Canaria, en concreto a Agüimes y Telde, gracias al proyecto Una flor en el desierto, una iniciativa en la que colaboran tres institutos de dos islas, dos de Gran Canaria -Joaquín Artiles, de Agüimes, y La Herradura, en Telde-,y uno de El Hierro, IES Roques del Salmor, donde estudia.

El adolescente saharaui reside y estudia en el mismo centro de su padre de acogida, el profesor Ramón Estévez Guerra, uno de los impulsores de este proyecto solidario y educativo y desde allí ha iniciado esta minigira para explicar a otros chicos y chicas de su edad cómo vive en un país que poco a poco va siendo el suyo, aunque sin olvidar a su familia residente en los campos de refugiados de Tinduf.

En el IES Roques del Salmor cursa Salek el tercer curso de la ESO y en lo que va de año sigue aprobando las asignaturas. Pero esto no es una cuestión baladí, ni mucho menos porque de su aplicación y esfuerzo depende continuar un año más en Canarias, en España. La razón, según explica su padre de acogida, Ramón Estévez, es "que Salek tiene un permiso de residencia vinculado a los estudios, pero si suspende no podrá renovarlo".

No obstante, pese a esta espada de Damocles sobre su cabeza, el menor ya superó la prueba el año pasado y aprobó con buenas notas y este curso, "donde se ha añadido la dificultad del traslado de instituto, ya que en el curso anterior estudiaba en el IES de La Candelaria, en Tenerife, pero al ser yo su padre de acogida debe ir conmigo al centro donde me destinen y ha sido éste de El Hierro". Según Estévez Guerra, "al principio estaba algo triste porque no estaba con sus amigos y compañeros del curso pasado, pero luego ha conocido a otros nuevos y vuelve a sentirse bien".

Hasta mayo de 2016

Con energías renovadas, tanto Salek como su padre de acogida participan en este nuevo proyecto, Una flor en el desierto, que sucede al anterior Madrasa y que supone una nueva oportunidad para que escolares de otras islas conozcan de primera mano la vida en el desierto y sirva también de concienciación de una realidad poco conocida a esas edades y que se puede traspasar a padres y docentes.

Una flor en el desierto acabará su andadura en mayo de 2016 y cuenta con el decidido apoyo de los tres centros implicados y supondrá que por sus aulas pasen ponentes que explicarán diversos aspectos relativos al sahara, no tanto políticos, sino culturales y sociales. Unas lecciones destinadas a los menores nacidos y residentes en un país del Primer Mundo, con sus comodidades y convivencia en paz.

Hoy, de 9.00 a 14.00 horas, los estudiantes del instituto de La Herradura podrán conocer las vivencias de un chico de su edad, pero que ha nacido sin ninguna de las comodidades que ellos disfrutan. Salek vive ahora, según explica su padre de acogida, en un ambiente muy familiar, en un pueblo del municipio herreño de Frontera llamado Tigaday. Una pequeña población donde el adolescente sale para ver a sus compañeros de clase y donde la tranquilidad es la mejor delas noticias.

Ramón Estévez recuerda que cuandocursaba estudios el año pasado en Tenerife, "yo tenía que salir con él para llevarlo a los sitos porque estábamos en una localidad más grande que Tigaday. Ahora, en cambio, él sale solo y estoy tranquilo porque sé que el ambiente que le rodea es sano e incluso los vecinos nos conocen ya y ayudan en lo que les pedimos". La meta es que Salek siga disfrutando de un presente y futuro de esperanza.

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