Los vecinos del barrio de Jinámar se quejan de los defectos que han quedado en la zona tras la primera fase de las obras del Área de Rehabilitación Urbana para el distrito y que han sido dadas por terminadas por parte del Ayuntamiento. Según explicó Ignacio Serrano, candidato del PP al Con- greso, el trabajo "ha sido dado por finalizado sin una supervisión previa necesaria".

Algunos propietarios de las 180 viviendas afectadas muestran su indignación ante la la actitud del Gobierno, que "no ha mirado el resultado final de la primera fase cuando ha quedado todo hecho un desastre". Justo Santana, vecino de la zona, explicó que durante el trabajo ningún representante del Consistorio se acercó para ver cómo iban las obras y no entiende "cómo dicen que está terminado".

"Los parterres han quedado fatal con los escombros y los restos de los materiales de los constructores tirados por el suelo, las persianas de algunas casas se colocaron mal y ahora no pueden cerrarlas del todo, lo que hace que cuando llueve el agua se filtre, y algunos vecinos han tenido que poner dinero de su bolsillo para arreglarlo", añadió Santana. Estos, entre otros desperfectos, son el motivo principal de queja de los vecinos que denuncian, además, "que nadie ha hablado" con ellos "ni se ha hecho reponsable".

Por su parte, Guillermo Mariscal, diputado nacional por Las Palmas, se acercó ayer por la zona junto al concejal del PP en el Ayuntamiento de Telde, José Suárez, la candidata del PP al Senado, María Calderín, e Ignacio Serrano. Mariscal calificó los actos de "irresponsables" y los resultados de "chapuza". El partido ya ha presentado una moción al Ayuntamiento para solucionar el problema.

Por otro lado, todavía no ha salido a concurso la realización de las obras de la segunda fase del proyecto, que ya tendría que haber comenzado. Según los representantes del PP, esta demora "pone en riesgo la obra y se podría perder el dinero destinado al proyecto", lo que puede ocasionar que no se ejecute. Además, Ignacio Serrano aseguró que será "materialmente imposible que el trabajo comience este año".

El proyecto afecta a 4.709 viviendas y a más de 16.500 vecinos del barrio que piden "una solución ya", puesto que se trata de las estructuras básicas del barrio y no entienden por qué han comenzado algo para concluirlo mal y dejarlos después en el olvido.

El grupo popular del Ayuntamiento de Telde pide al gobier- no local que "revise la terminación de las obras exigiendo a la empresa constructora que finalice el trabajo como está en el contrato" a favor del bienestar de los vecinos. Además, exigen el comienzo, cuanto antes, de las obras de la segunda fase.