"Tengo fibromialgia y distrofia muscular, los dolores son muy fuertes y leí por Internet que aquí venden semillas para plantar marihuana y hacerme tés que me calmen". Desde temprano en la mañana, Emina Krasnik comenzó a recibir clientes que buscaban ayuda para luchar contra sus enfermedades. Tras un asesoramiento sobre las semillas que venden y sus propiedades e información sobre el uso, según la patología de cada persona, Ivan Jelic, propietario del negocio, y Emina, colaboradora familiar, se pasaron la jornada dando consejos sobre sus productos.
El matrimonio apostó en un principio por un restaurante de comida serbia, pero al no conseguir los medios económicos necesarios, tuvieron que cambiar los platos típicos de su país, por el cannabis utilizado como método curativo. La ilusión de tener una empresa propia en la Isla no se les escapó y a través de un amigo que vive en California, y se dedica a este mundo, empezaron a interesarse por la marihuana como vía terapéutica.
Tras conocer toda la información necesaria, "aunque esto es un aprender constante", aseguró la colaboradora, se pusieron manos a la obra, y hace un mes y medio apostaron por abrir Green Shop que, según cuentan, "no va nada mal". "Viene bastante gente buscando ayuda, porque cada vez más médicos recomiendan la marihuana para calmar los dolores o como método curativo", añadieron.
Explica la pareja que la planta, según la semilla con la que se cultive, tiene diferentes propiedades que pueden por un lado calmar el dolor "que a veces ni la morfina es capaz de quitar", relajar el cuerpo, actuar como estimulante, reducir los efectos negativos de medicamentos como los de la quimioterapia e incluso curar, como cuentan que ha ocurrido en países donde el consumo de esta planta como algo terapéutico ya se encuentra normalizado.
"Hoy en día la gente muestra una mentalidad muy cerrada y piensan que la marihuana es solo para 'fumetas', nadie lo ve como algo curativo y están muy equivocados, lo que es un pena porque puede ayudar más de lo que creen", afirmó Krasnik. Explica Iván Jelic que es cierto que hay más tiendas en la Isla dedicadas a los mismo, pero que les diferencia su relación más allá de la venta con los clientes. "Somos únicos porque nos tomamos el tiempo necesario con las personas para explicarles qué semilla les viene bien, cómo cultivar, cómo utilizar después la planta, dándole todo tipo de asesoramiento y animándoles a volver en caso de necesitar ayuda", explicó.
Green Shop pone a disposición de sus clientes, además de las semillas, todo el equipamiento necesario para el cultivo y cuidado de las plantas. Actualmente no hacen demostraciones prácticas, pero prevén a corto plazo realizar talleres con profesionales para enseñar las técnicas de primera mano.
Iván y Mina confían en el uso del cannabis para ayudar a los enfermos y se sienten orgullosos de su labor en la sociedad, a la que piden "que abran un poco más la mente" y difundan la información, porque ven su negocio como "una arma para ayudar en la batalla de la vida".
