Un aula sin pizarra ni pupitres y con profesores más en segundo plano que como artífices de unas clases que pretenden combinar la educación medioambiental con la creatividad y el respeto a los demás. Con esta idea nace el proyecto Aula Viva, una iniciativa coordinada por las profesoras Araceli Pérez Ramírez y Teresa Mendoza González, docentes del IES José Frugoni Pérez, en el barranco de La Rocha.
Aula Viva fue presentado el pasado 11 de noviembre con la presencia de autoridades, comunidad escolar y representantes de cuerpos de seguridad del Estado y su ubicación, en una zona a la que se llega después de pasar por un espacio verde bien conservado. En una zona recoleta, con unas gradas realizadas con material reciclado al igual que otros elementos que componen el recinto, ya se puede observar desde el inicio la finalidad de este proyecto medioambiental.
En su introducción, las coordinadoras definen Aula Viva como un proyecto que aprovecha el huerto escolar ya existente en este centro para añadir un plus a la formación de sus alumnos. "Se trata", según se expone en la introducción del proyecto del IES de La Rocha, "de un nuevo espacio educativo innovador den el que se practicarán valores, actitudes y capacidades que fomentarán el respeto entre participantes y hacia el medio natural y la creatividad".
Todo un reto que se dirige al alumnado de Secundaria y que, entre plantas y ejemplos de la segunda vida que pueden tener los objetos con el reciclaje. Así, según señalan Araceli Pérez y Teresa Mendoza, se abordarán contenidos de cualquier área temática, desde ciencias de la naturaleza, sociales, matemáticas hasta valores éticos y ciudadanía, todo un compendio de saberes que "está dirigido al alumnado de Secundaria, en la medida que puedan fomentar el conocimiento, interés, motivación y recuperación del medio ambiente y de la agroecología como un medio de vida".
En el proyecto de Aula Viva se busca, además de dotar al IES de un nuevo espacio multifuncional, de fomentar en él el aprendizaje colaborativo, donde los alumnos aprenden uno de otros, "organizan su trabajo de manera eficaz, se desarrollan habilidades interpersonales y se potencian capacidades intelectuales".
En la otra pata de esta iniciativa educativa, el huerto escolar, ya viejo conocido del centro, se pretende continuar con su mantenimiento, potenciar la participación de la comunidad educativa con actividades de aprendizaje y crear, además, un equipo de alumnos responsables denominado Capataces Ecológicos para que difundan el espíritu del proyecto.
